La vuelta de lo retro es evidente. No solo por los remakes, ports y otras formas de regresar de los títulos clásicos de hace unas décadas, sino por una tendencia, principalmente indie, a realizar juegos que simulan experiencias y gráficos del pasado, con el fin de que el nostálgico de nuestro interior pueda continuar jugando sin tener que cambiar de estilo. Odallus: The Dark Call es uno de esos juegos con olor a clásico que podemos adquirir en Nintendo Switch desde la eShop, pero también en una edición física junto a Oniken.
Die monster, you don’t belong to this game
Odallus cuenta la historia de un bárbaro que busca hacer frente a criaturas de la noche para rescatar a su hijo y vengar la muerte de su pueblo. No es una trama muy elaborada, pero da pie a la aventura, que cuenta con diálogos de interés y un buen diseño de niveles, que ofrece rutas alternativas y zonas secretas a las que solo se pueden acceder tras conseguir ciertos potenciadores (como la posibilidad de respirar bajo el agua). Por lo tanto, pese a que hay una estructura lineal de desarrollo, el componente de exploración y rejugabilidad está muy presente.
Es una estructura que se ha visto en algunos Castlevania y que funciona, pero que no es la habitual dentro del género de aventura y plataformas 2D. Abundan además las referencias a otras obras de ficción con la misma temática, sobre todo Berserk, una de las grandes inspiraciones en la creación de este juego. En total nos espera una duración de aproximadamente cinco horas para llegar hasta el final del juego, cifra que aumenta consiguiendo los coleccionables y secretos.
Se trata de un juego ligeramente difícil, que si bien no supone un gran desafío para los más expertos, para otros sí que lo será. Sin embargo, si nos resulta fácil a pesar de todo, existe un modo veterano que fortalece a todos los enemigos y cambia su ubicación, de forma que la cosa se complica. Seamos expertos jugadores o no, existe un problema que hace que Odallus sea complicado para todos: la distribución de botones, que tiene el ataque básico y el salto en los botones opuestos (A e Y), de forma que cuesta acostumbrarse a jugarlo adecuadamente.
Odallus, ¿demasiado retro?
La fórmula del juego es totalmente retro, compartiendo con la saga de vampiros de Konami y Ghosts’n Goblins muchos puntos en común. Nos espera un sistema de armas secundarias con munición y muchos enemigos que aparecen desde “fuera de la pantalla” con gran poder ofensivo y patrones de movimiento prefijados, a los que derrotaremos fácilmente si conocemos sus comportamientos y esquivamos adecuadamente (una estructura que puede volverse monótona). Lo mismo ocurre con la disposición del HUD en la pantalla, que se ubica en los extremos laterales, aprovechando así el espacio vacío que deja el formato 4:3 en una pantalla panorámica.
En su presentación audiovisual Odallus recrea un estilo de la era 8 bits, y busca hacerlo con todas las letras. La pantalla, calidad de colores e incluso una pequeña curva se muestran como si estuviésemos jugando en un televisor de tubo de los años 80 o 90. Con el aspecto sonoro ocurre lo mismo, con temas que nos evocan a las décadas mencionadas y que encajan bien en los niveles, pero de los que se podría esperar algo más.
Odallus: The Dark Call es un título pensado para aquellos jugadores que quieren continuar con experiencias del pasado, o para todo aquél que busque conocerlas sin necesidad de rebuscar entre viejas glorias, y con un control algo más pulido que el de aquella época. Tiene buenas ideas y referencias de interés, pero un control y un desarrollo que no le ayudan a destacar.
