¿Alguna vez has soñado ser uno de los mosqueteros de la guardia real francesa? ¿Y pelear contra soldados zombies? Algo así es lo que proponen desde Hildring Studios con su ópera prima Sacre Bleu.
Santo dios
Con una cinemática de ilustraciones en movimiento con claro aire galo comienza Sacre Bleu, un plataformas diferente que nos ha dejado un grato sabor de boca. El caso es que para no perder la costumbre tomamos el rol del salvador de un reino donde sus guardias son seres no muertos y las trampas y los mecanismos de todo tipo están a la orden del día. Para conseguir salir del castillo donde nos han encerrado debemos sortear todas sus salas y recovecos a trabucazo limpio porque es precisamente esta arma la que le confiere una jugabilidad única y particular.
Si dijéramos que puedes saltar en un plataformas no sería sorpresa de nadie, más bien una obviedad, pero si ese salto se acompañara de múltiples impulsos gracias a nuestro trabuco, la cosa se pone más seria. Es así como Sacre Bleu quiere que superemos todos sus obstáculos, disparando en dirección contraria a esa plataforma elevada para impulsarnos hasta ella. Cada disparo viene acompañado de un tiempo bala mientras la imagen pierde la saturación para dirigir el tiro correctamente. Hasta tres disparos podemos realizar para alcanzar lugares de otro modo imposibles sobre los que poner nuestros pies.
Apuntar con el segundo stick es fundamental.
Pero claro, como buen mosquetero tenemos todavía algo que demostrar con el sable y aunque nuestro ataque se base en golpes sencillos o en espiral cargado, cual Link, es suficiente para el combate cuerpo a cuerpo. Uno que además se beneficia de un agarre con el que lanzar a los enemigos por los aires para hacerlos chocar contra otros también marcando la dirección del lanzamiento pero sin cámara lenta. ¿Quieres más? Nos queda una pistola de balas limitadas apuntando del mismo modo con certeros tiros para acabar con las tropas más alejadas.
A toda mecha
La combinación de tácticas pueden abrumar en los primeros niveles aunque se presenten poco a poco y de manera acertada pero después pasarán a ser mucho más orgánicas y naturales. Y es algo fundamental que han solucionado los chicos de Hildring Studios ya que gran parte del atractivo de Sacre Bleu es su interés por el speedrunning. No es fundamental para superar cada pantalla pero al final de cada una veremos una tabla de clasificación que incita a mejorar nuestras marcas y que, claramente, con tantas posibilidades jugables, ofrecen una profundidad milimétrica para rascar siquiera unas décimas y llegar a lo más alto. Al final es lo que alarga su vida útil más allá del par de horas que puede llevar finalizarlo.
El castillo da para mucho, las cocinas dan para un mundo completo.
Sacre Bleu tiene la estructura de juego habitual en el género con varios mundos divididos por niveles custodiados por el jefe final de turno. Estos sacan partido del ingenio para resultar frescos e interesantes además de ocupar gran parte de la pantalla. Aquí no basta con superar cada pantalla sin más ya que importa el rango obtenido para poder acceder a las siguientes. Cada nivel ofrece unas banderas ocultas que desbloquean desafíos de unos pocos segundos de duración que parecen sacados de un plataformas de precisión como el reciente y adorable Mainframes.
Sacre Bleu se saca de la manga un estilo visual muy bien resuelto de fondos tridimensionales pero siempre buscando una estética mucho más pictórica que no desentona con el diseño de personajes. ¿Lo malo? El rendimiento no siempre es el ideal y hay momentos, al usar las bombas, que la imagen del juego queda congelada unos instantes. Le sentarían de fábula los 60 fps pero es algo que la versión de la híbrida no ofrece así que solo pedimos una mayor estabilidad en futuras actualizaciones.
Los jefes son maravillosamente divertidos en diseño y mecánicas.
Quizá podría ofrecer más variedad de situaciones ya que a la larga parece que prima más esa necesidad de superar marcas y la cámara tampoco ayuda a que esa prisa llegue a buen puerto. El zoom varía de forma dinámica acorde al momento y la acción pero muchas veces tenemos que dar saltos de fe porque esta no muestra suficientemente claro donde vamos a caer y aunque permite moverla algo con el segundo stick se antoja insuficiente muy frecuentemente.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.0.1)
