Había una época en la que Mages y Microsoft hicieron muy buenas migas en XBOX 360. De todos sus lanzamientos, el lanzamiento de un beat’em up de estética pixelada chibi fue uno de los que más sorprendió (y que luego apareció en la híbrida de Nintendo). Ahora llega su versión definitiva a Nintendo Switch (y con edición física que nos llega de la mano de Meridiem a España) bajo el título Phantom Breaker: Battle Grounds Ultimate.
Phantom Breaker es para todo el mundo
Un malvado villano de nombre Phantom ha secuestrado a una chica llamada Nagi, así que Waka (la hermana de esta) sale a rescatarla junto con sus amigas Mikoto e Itsuki. Sin embargo su periplo se encuentra con un problema al poco de comenzar y pierden sus poderes a lo Samus Aran, por lo que toca recuperarlos mientras vamos de camino a partirle la boca a Phantom.
Esto se traduce en un beat’em up tradicional por niveles en los que tenemos a cuatro personajes disponibles. Contamos con ataques de distinta fuerza, un bloqueo, un ataque mágico y la posibilidad de hacer combos muy chulos que deben medirse (y aprenderse primero). Todo el avance es horizontal, pero contamos con “carriles” entre los que podemos movernos pulsando un botón para hacer frente a los enemigos que están en ellos o huir de otros.
En cuanto a modos, además de su clásica historia, hay otros más, que permiten en algunos casos jugar hasta con seis jugadores en modo local o en línea. En ese caso, podemos jugar utilizando a uno de los 38 personajes disponibles (casi nada). Y si lo que queremos es pegarnos tortas entre amigos, podemos hacerlo en el modo Battlegrounds, algo básico pero entretenido.
Una nueva oportunidad para un título simpático
En general los escenarios y los niveles son amenos y nunca se hacen demasiado pesados para ser un mata mata constante (aunque aporrear botones no vale). Quizás algo más de variedad le habría ido bien, pero ya es ser algo puntilloso. Por su parte, la jugabilidad es sencilla y apta para un gran espectro de público, y con el progreso que hay de personajes gracias a sus árboles de habilidad cada vez se va ampliando la complejidad y oferta jugable. Su diseño está pensado para partidas cortas, y su primera partida puede completarse en unas 3 horas, pero el valor de este juego crece exponencialmente para el que cuente con amigos para jugarlo en varias ocasiones probando distintos personajes y sacando todo su potencial.
El juego presenta un aspecto que respeta al original, pero ahora en Unreal Engine 5. No es algo que realmente aproveche al máximo el motor por su estética pixelada, pero sí que sirve para ofrecer una buena variedad de detalles en escenarios y personajes. La música por su parte es una maravilla, cañera al estilo de la de los clásicos arcade (y se nos queda grabada en la cabeza). Todo ello aderezado con un doblaje en inglés o japonés (más adecuadas) para darle más vida a los personajes que hablan con bocadillos de texto en completo castellano con una localización muy buena que solo sirve para meternos más de lleno en la faena.
En un mundo en el que hay demasiados relanzamientos, Phantom Breaker Battle Grounds Ultimate quizás no era de los más solicitados por la gente, pero es uno que merecía volver en su forma definitiva. Una versión que incluye todos los DLC que existían originalmente y que es una buena oda a la era dorada de un género que está otra vez de moda, pero que cuenta con mucha paja actualmente
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.03)