Han pasado más de dos décadas desde que la vertiente RPG de Mario que aquí nos ocupa conquistara nuestros corazones en la querida Game Boy Advance. Por el camino cayeron Alpha Dream, sus responsables, pero eso no ha impedido que Mario & Luigi: Conexión Fraternal siga aquellas raíces esta vez de la mano de Acquire, responsables de la saga Octopath Traveler.
Hermanos unidos
Cierto es que la historia que sirve de excusa para esta nueva aventura no es la más brillante de la serie. Por cosas del destino cuando Mario salva a su hermano Luigi de una peligrosa caída son transportados al mundo de Concordia. Allí descubren que todas las islas que lo forman antes estaban unidas gracias al Conectárbol y por ende también sus habitantes se han visto afectados. ¿Imaginas por donde van los tiros? Así es, para enfrascarnos en medio de todo esto y sin saber muy bien como salir de allí nos aventuramos a conectar de nuevo todas sus islas.
Surcando los mares con la isla móvil Nao y gracias al Conectárbol que hace las veces vela de barco y sirve de nexo de unión para las islas fragmentadas, Mario & Luigi: Conexión Fraternal da comienzo. Para los nuevos del lugar esta serie de juegos de rol opta por combinar combates por turnos, de acciones en tiempo real, con una exploración con tintes más plataformeros de lo habitual en el género. Si ya has probado otros títulos de la serie aquí encontrarás un más de lo mismo pero con un apartado visual muy renovado y sobre todo satisfactorio.
Conserva las plasticosas animaciones 2D tan características de la serie permitiéndose, gracias a su paso a las 3D, giros de cámara, zooms y un sinfín de efectos para potenciarlo todavía. más
La puesta en escena de Mario & Luigi: Conexión Fraternal conserva las plasticosas animaciones 2D tan características de la serie permitiéndose, gracias a su paso a las 3D, giros de cámara, zooms y un sinfín de efectos para potenciarlo todavía más. Antes de que lo preguntéis la respuesta es sí; también se mantiene el curioso lenguaje que se gastan los hermanos con esos simpatiquísimos balbuceos. Así que estamos como en casa aunque para la ocasión se opte con agradar demasiado a los nuevos públicos con unas primeras horas sin novedades y texto, mucho texto.
Quizá esto último es lo esperado en un producto del género pero su poco interesante historia, un humor alejado del fontanero y sus amigos (con una traducción encomiable, todo sea dicho) y una Nintendo que cada vez potencia más el volumen sobre la calidad (sobre explicando todo de forma innecesaria) se nos puede atragantar más de una vez. Una decisión que para nuevos puede abrumar, teniendo en cuenta que buscan un título de la marca Mario sin tanto “bla, bla, bla”, como innecesaria para los viejunos a los que poco aporta tanta charla. El poco carisma de los malos malosos y sus motivaciones tampoco ayudan.
Cooperando en combate
Pero si por algo se ha caracterizado la serie siempre ha sido por un sistema de combate brillante y es algo de lo que Mario & Luigi: Conexión Fraternal puede presumir ya que probablemente cuente con el más refinado de todos cuando ya disponemos de todas sus posibilidades…algo que hemos de decir, tarda demasiado en llegar. Explorando nos toparemos con rivales visibles en el mundo A derrotar en combates por turnos con la particularidad de ser más activos de la cuenta.
La acción de salto la debemos complementar con la pulsación de un botón en el momento correcto para efectuar más daño y también proseguir la cadena de golpes. Es aquí cuando Luigi entra en juego teniendo que pulsar su botón de acción para así propulsar a Mario de nuevo y este rematar el golpe con otra pulsación. El de rojo tiene sus acciones asignadas a la A mientras que el de verde a la B, jugando con esa combinación de botones para que el ataque sea satisfactorio. Si erramos el ataque se interrumpirá la secuencia y haremos menos daño pero si pulsamos en el momento correcto será justo lo contrario.
Probablemente cuente con el sistema de combate más refinado de todos cuando disponemos de todas sus posibilidades, algo que tarda demasiado en llegar.
Los patrones de ataques combinan los ya conocidos con otros nuevos pero con un más que satisfactorio feedback a los mandos con la vibración y los múltiples inputs visuales. Para defendernos también tenemos que mostrarnos activos evitando el ataque con salto o martillo (se elige automáticamente según el caso) u optar por la defensa completa recibiendo algo de daño si somos poco hábiles. Pero la gracia del asunto es que la gran mayoría de ataques rivales pueden tornarse en su contra si actuamos en el momento exacto para hacerles daño en lugar de recibirlo nosotros.
A media que progresemos tendremos ataques tándem, a modo magias, que consumen puntos al utilizarse, objetos revitalizadores o potenciadores que generan ondas al golpear o ralentizan el tiempo de reacción con un número de usos determinado que se recargan con el tiempo. Como veis un sistema de combate que es el corazón vital de Mario & Luigi: Conexión Fraternal y se adereza con una variedad de patrones del ataques rivales estupenda sabiendo explotar en unos combates contra jefes con eventos que alteran el combate muy interesantes a la par que espectaculares.
De isla en isla
Si bien el contenido de cada isla es muy interesante en su mayoría no lo es tanto cómo llegamos hasta ellas. ¿Recordáis The Legend of Zelda: Spirit Tracks y sus vías de tren? Pues justo es lo que tenemos en el océano de Concordia. Zonas divididas por “vías acuaticas” por las que navega isla Nao de forma constante. A medida que conectemos más islas con ella se abrirán nuevas “vías” y por tanto ubicaciones de más localizaciones a visitar. El problema como imagináis es la poca libertad que esto ofrece, la lentitud de movimiento en los primeros compases y sus restricciones jugables.
En Mario & Luigi: Conexión Fraternal jugamos a dos bandas. Por un lado tenemos el mapa sobre el que marcamos donde queremos ir y por otro el control del cañón de la isla en primera persona que empleamos para desvelar esos nuevos lugares y lanzarnos hasta ellos. Lo curioso es que al final todo resulta demasiado robótico y esa vista a lo FPS ni se molesta en cambiar el escenario, solo vemos atrezo venir desde la lejanía y perderse tras nosotros. No hay ni un ápice de información visual con el cambio de vía o zona e incluso las nubes, cambiemos de dirección o no, siempre están en la misma posición.
Si bien el contenido de cada isla es muy interesante en su mayoría no lo es tanto cómo llegamos hasta ellas con un sistema de navegación innecesario y mecanizado.
Esto hace que la navegación sea totalmente innecesaria y mecanizada más de la cuenta con el paso de las horas. Por suerte en tierra firme encontramos la mazmorras de turno, con gran diversidad de localizaciones, nuevos aldeanos con sus problemas (sin perder sentido del humor) y también nuevas habilidades para explorar y obtener monedas, setas o accesorios. Mario y Luigi se dan de la mano para planear mientras giran cual trompo o se convierten en pelota para meterse por tuberías como si fuéramos la mismísima Samus Aran. Todo esto hace que a pesar de los numerosos combates (demasiados) apetezca seguir jugando.
Puede que Mario & Luigi: Conexión Fraternal sea demasiado conservador y que se alargue más de la cuenta con una curva de aprendizaje que dura demasiado, pensada para intentar aguantar el tipo sus más de treinta horas, pero convence. No por historia desde luego, pero sí por producto bien rematado y edulcorado con una bso que sabe estar al la altura. A veces el rendimiento con 30 fps como objetivo, pasa factura en algunos combates por su timing, los tiempos de carga al entrar y salir de cada uno penalizan el ritmo y los gigantescos textos, de forma también innecesaria, nos recuerdan que, al final, por muy rpg que sea tiene un público objetivo demasiado amplio.
Conexión.. ¿individual?
Precisamente por su cruz o fortuna de ser un producto Mario y agradar a todo tipo de jugadores nos ha resultado especialmente extraño que no ofrezca soporte para dos jugadores. Lo hemos visto en otros títulos menos obvios como Super Mario Odyssey y cuando hay una oportunidad de abrir un género tan solitario como el rpg perdemos la oportunidad. Es más, los experimentados jugadores en la saga recordarán con cariño como en la exploración era necesario dar órdenes Luigi constantemente. Ya no para manejarlo, ya que sigue la estela de su hermano, pero sí para saltar cualquier obstáculo o golpear bloques. Ahora ya no es así.
Esto se ha suavizado para que el de la gorra verde salte automáticamente las plataformas aunque sí podamos hacerle brincar cuando queramos e incluso enviarle a romper cajas o similar para evitar hacerlo nosotros. A la larga este nuevo sistema se agradece así como también se utiliza para resolver puzles más complejos y plataformeros donde a golpe de martillo, Luigi nos ayuda a crear un camino (pulsando algún interruptor) mientras nosotros con Mario lo cruzamos con una cámara mucho más lejana. Pero no cooperamos con otro jugador…
Cuando hay una oportunidad de abrir un género tan solitario como el rpg perdemos la oportunidad de incluir un modo cooperativo en un título que se presta tanto a ello.
Y es curioso cuando precisamente el sistema de combate se presta a ello gracias a su apuesta por la habilidad y diferenciación de botones por cada hermano. Aún con esta pequeña decepción Mario & Luigi: Conexión Fraternal contentará a todos aquellos que lo prueben. Será demasiado asequible para los experimentados y quizá algo duro para los noveles ya que la necesidad de golpear y defenderse en el momento exacto puede no ser para todo y el daño de los enemigos puede penalizar demasiado el aprendizaje de su sistema.
Por suerte siempre tenemos nueva equipación a cada paso con ropa, martillos y botas para comprar en las tiendas. Nos hace falta dinero, algo que no sobra como otras veces para ir al día estando pensando para completar las múltiples misiones secundarias que nos piden en islas ya visitadas. Dada la longitud del título no es algo que apetezca en exceso y si no son lo nuestro siempre podemos construir clavijas de combate para mejorar el ataque, la defensa o un sinfín de características pasivas para hacerlo algo más asequible.
Versión del juego analizada 1.0.0