Hay veces que un juego nos entra por los ojos por tener buenos gráficos, tener un apartado artístico interesante o presentar unos personajes que llaman nuestra atención. Posiblemente con Once Upon a Puppet nos haya pasado las tres cosas. Adéntrate en esta misteriosa y llamativa aventura junto con un dúo muy peculiar que llega ya a Nintendo Switch.
El gran estreno
Once Upon a Puppet es un juego de plataformas y puzles en tres dimensiones, que de desarrollado en escenarios escuetos a lo Little Nightmares, razón por la cual sus desarrolladores lo definen como un 2,5D aunque nos podamos mover en los tres planos del espacio. Esta pequeña aventura nos pone las manos sobre Drev, una marioneta, y Nieve, su marionetista, tras ser exiliados por el rey tras la desaparición de su hijo y único heredero, el príncipe, protagonista y actor principal de todas las historias heroicos que se contaban en el teatro donde suceden los hechos de esta historia. Debemos vagar por los confines y los rincones más olvidados de este teatro hasta dar con el príncipe.
La jugabilidad de Once Upon a Puppet se basa en secciones de plataformas combinada con la resolución de puzles sencillos, del tipo de activar palancas o arrastrar objetos para usarlos como plataformas para ganar altura en los saltos.
La combinación de los dos personajes, marioneta y títere, a priori hubiera abierto la puerta a muchas posibilidades interesantes. Pero la jugabilidad no pasa de la sencillez inicial, además de ser lenta y algo imprecisa para un juego de plataformas. Se nota que muchas ideas no se han llevado a cabo por limitaciones y han acabado en el olvido como los propios decorados y personajes que protagonizan esta aventura.
Puesta en escena
Es en los apartados artísticos donde más nos ha gustado este Once Upon a Puppet. Pues no solo cuenta con escenarios llenos de detalles donde perdernos con la mirada, vistosos y llamativos. También el apartado sonoro cumple con creces con melodías que captan a la perfección la magia y misterios de estar entre bambalinas. Por otro lado, la narración también bien hace de hilo conductor a lo largo del todo el juego. Siendo estos aspectos, los que nos empujan a seguir hasta el final a pesar de las asperezas de la jugabilidad.
Por desgracia, las virtudes de Once Upon a Puppet destacan muy poco en el sistema de Nintendo Switch. Esto es debido a una resolución muy baja que dota al juego de un efecto granulomatoso y borroso, la imposibilidad de llevar a la consola muchos de los efectos gráficos y un framerate muy inestable.
Decir que Once Upon a Puppet es más divertido de ver que de jugar posiblemente sea la frase que mejor describe nuestra experiencia con el. Y al estar hablando de un videojuego posiblemente no sea su mejor carta de presentación. A lo mejor con una revisión de la jugabilidad haciendo de ella más ágil y precisa el juego ganara algún entero, pero tal y como está lo recomendamos solamente para forofos del género.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.0.0)