El equipo de Unfinished Pixel se atrevió con el voléibol y con el tenis, y ahora han decidido ponerse manos a la obra con un título de fútbol, Super Soccer Blast. Al igual que sus anteriores trabajos, más que apostar por una simulación fiel, impera el espíritu arcade y la sencillez en su desarrollo, aunque sin dejar de lado elementos del reglamento básicos como las faltas.
El multijugador es el revulsivo de Super Soccer Blast
En este título encontramos modos de juego rápido, varias copas y modo para jugar hasta cuatro jugadores por parejas. Principalmente es una experiencia que, si se tienen amigos con los que jugar, mejora considerablemente a lo que uno solo puede disfrutar. Una particularidad de este título es que la cámara siempre es la misma incluso en jugadas de balón parado, situada desde lo más alto del centro del campo, por lo que va girando hacia un lado o hacia el otro según convenga (personalmente hubiera preferido un avance paralelo al campo para evitar giros bruscos, pero uno se acaba acostumbrando).
Los controles son similares a los básicos vistos en FIFA, es decir, botón de entrada fuerte o volea alta, pase o entrada débil y tiro, todos ellos con mayor fuerza en caso de dejarse pulsados. Además podemos correr y cambiar de jugador (si no tenemos el balón) y, puesto que aquí no hay jugadores mejores o peores, la dinámica de juego funciona igual para cualquier persona, dependiente solo de la habilidad de la misma.
Existen varios equipos y selecciones conocidos, aunque ninguno con licencia. Además, podemos crear nuestro propio equipo, copa e incluso un avatar. Puesto que aquí no hay reglas de mantener un realismo, los personajes caricaturescos que manejamos pueden ser gordos, bajos o como queramos, y de ambos sexos también. Esa falta de realismo se convierte en un aliciente ideal para que creemos al “equipo de los colegas”.
Sin miramientos ni distinciones
Puede que no tengamos la precisión de pases y movimiento de un simulador, pero todos los movimientos se ejecutan bien. Quizás cueste hacerse más a las jugadas a balón parado, ya que lo de “apuntar” se pierde un poco. La IA de los porteros no es demasiado elevada por lo que siempre que hagamos bien la jugada acabará en gol, pero eso es quizás uno de los fuertes arcade: los partidos que acaban 6-5. Además, gracias a las distintas dificultades a escoger, la experiencia con la CPU se adapta bastante al nivel que tengamos nosotros mismos (algo que al inicio se agradece).
La presentación del juego destaca por su aire de monigotes simpáticos y coloridos. Todos se sienten similares, pero a la vez distintos, por lo que no importa. Los estadios, fondos y ambiente de fondo son aceptables y dan atmósfera aunque podrían ser mejor. Eso sí, podemos echar en falta el castellano como idioma (aunque textos hay pocos). Quizás la mayor pega sea la mencionada de la cámara del juego, puesto que puede llegar a marear a algunos jugadores, pero la mayoría se llegan a hacer a ella.
Super Soccer Blast es lo que la gente puede esperar de un título así. Un arcade indie de fútbol sin demasiadas pretensiones y que consigue divertir de manera sencilla. Tiene recorrido para mejorar en toques de balón para ser más dinámicos, en su cámara, falta de online o en cantidad de contenido para un jugador, pero al igual que hicieron con su título de tenis, Unfinished Pixel ha vuelto a crear algo accesible y directo.
