Los más jóvenes de la casa están de enhorabuena con la cantidad de productos basados en películas de animación recibidos durante los últimos años. Esta vez My Little Pony: Aventura en Bahía Yeguamar pone de estreno a los chicos de Melbot Studios en una aventura sencilla pero bien producida.
Agradable y de buen hacer
Con motivo de poder festejar como corresponde el Día de Bahía de Yeguamar, bajo el papel de Sunny descubriremos un desarrollo con tintes plataformeros y minijuegos asequible para todos los públicos con un gran cuidado visual. La primera alegría la encontramos en la fiel representación de todos los protagonistas originarios de la última película creada para Netflix. Destacan unas animaciones faciales bien resueltas haciendo muy creíbles y cercanos a todos ellos. Es una lástima que el doblaje no esté bien ajustado siendo frecuente el movimiento labial cuando ya no hay voz de por medio. Su trabajo por otro lado es estupendo, y aunque no se cuente con los actores originales sus tonos de voz resultan muy similares y expresivos
La cámara se desplaza con nosotros, sin giros, haciendo el juego muy accesible.
El escenario principal, como no podía ser de otro modo, es el que da nombre al juego teniendo las calles de la ciudad repletas de vida y desde la cual nos moveremos a las diferentes zonas. Estas se encuentran bloqueadas de inicio hasta que resolvamos la misión correspondiente surgiendo de forma orgánica mientras avanzamos. Las misiones proponen una suerte de minijuegos tales como sacar a unos conejos fuera de las zonas de cultivo, diferentes carreras contra reloj e incluso alguna prueba musical ofreciendo así una variedad muy interesante.
Por el camino recogemos estrellas que servirán como monedas para personalizar nuestro Pony con diferentes accesorios cosméticos con resultados de los más extravagantes. Pero más allá de esto, obtendremos alguna que otra habilidad como hacer crecer flores que sirvan de plataformas o patines para aumentar nuestra velocidad. Incluso conseguiremos nuevos personajes para disfrutar de los minijuegos junto a otra persona más, y aunque no ofrecen mucho recorrido, es una añadido muy de agradecer en este tipo de productos.
Nuestros amigos nos plantearán nuevas misiones para seguir la aventura.
Una tarde divertida
Y es que aunque su claro enfoque infantil aleje a ciertos jugadores del mismo, lo cierto es que podría estar acompañado de una duración mucho mayor incluso para los más pequeños. Finalizar My Little Pony: Aventura en Bahía Yeguamar no nos llevará más de una tarde. No ofrece ningún reto especialmente complicado y es cierto que el conseguir todos los cosméticos puede alargar algo más su propuesta pero su multijugador, con algo más de esfuerzo, podría facilitar decantarse por el título. Viniendo de los padres de Melbits World, estamos seguros que hay talento más que suficiente para ofrecer una mejor experiencia en dicha área.
Sus altibajos en el rendimiento son un mal menor, así como un flojo apartado sonoro, para su público objetivo. Por lo demás, es lo suficiente divertido, variado y cuidado para pasarlo en grande con estos simpáticos Ponys multicolor.
Los minijuegos están a la orden del día durante el desarrollo.
