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Rocket League

Con Nintendo Switch hemos visto un lanzamiento que recuerda al de otros grandes de la casa, como la sorprendente fiebre de Wii en la Navidad de 2006. Unos resultados que a buen seguro no entraban en los mejores pronósticos de la compañía nipona y que le han hecho estar en boca de todos desde entonces. Sin lugar a dudas, un fenómeno muy similar al que vivió Rocket League, salvando las distancias, hace dos años.

Era julio de 2015 cuando una Psyonix falta de presupuesto se vio en la arriesgada decisión de realizar el estreno de la versión para PlayStation 4 de su nuevo título como uno de los gratuitos mensuales del PlayStation Plus. Conocedores de que sin una buena campaña de marketing no explotarían tanto el juego, apostaron por esta opción, que para su suerte ha dado lugar a uno de los multijugadores online más adictivos y divertidos de cuantos hay en el mercado y que a día de hoy sigue siendo portada. Muestra de ello es su llegada ahora a Nintendo Switch, de la mano de Panic Button, y la cual nos ocupa en esta ocasión.

Los coches de Oliver y Benji

Difícilmente habrá alguien cercano a la industria, o que haya estado ligeramente en contacto con los videojuegos en los dos últimos años, que no sepa de Rocket League. Partidos de futbol con coches que realizan saltos que desafían a la gravedad y en los que no falta el nitro, con la única meta de llevar el balón a la portería contraria o defender la tuya. Una propuesta sencilla, eficaz y cuyo juego multijugador se convierte en la verdadera salsa que te mantendrá enganchado ante la consola durante largas horas compitiendo contra otros jugadores, víctima del “una partida más y apago”.

La simpleza de su mecánica tiene una cara oculta, al igual que otras propuestas de corte similar, y es que es realmente complicado de dominar. Si bien todo el mundo tiene la destreza mínima como para ir detrás del balón, más aún teniendo en cuenta la posibilidad de fijar la cámara en el mismo, y golpearlo a toda velocidad por tierra o aire, no es tan asequible desde un primer momento la ejecución de complicados movimientos muy precisos con solo dos botones y el stick para llegar al balón antes que nadie y golpearlo en el momento más preciso.

Pero no todo es fútbol, ni todos los partidos iguales, pues son muchos los modos que puedes escoger para disfrutar conduciendo y compitiendo, donde no faltan el balónrueda, baloncesto, día nevado, rumble o dropshot, pudiendo establecer diferentes reglas para cada uno de ellos, como el número de jugadores por equipos, que van desde uno a cuatro. Tampoco falta el modo entrenamiento, la sala de exposición o un garaje repleto de objetos con los que hacer único tu coche.

Rocket League

Contenidos a todo gas

Si algo caracteriza a esta versión de Rocket League es que de base cuenta con todos los contenidos gratuitos que han ido llegando al resto de versiones, una larga ristra de actualizaciones que han perfilado al máximo la experiencia durante todos estos años. No se echa así en falta nada de lo visto en otras plataformas, ofreciéndose como consecuencia una experiencia que no tienen nada que envidiar al resto.

Por otro lado, el juego cuenta con una extensa lista de descargables de pago, todos los que, del mismo modo que explicábamos en el párrafo anterior, han ido llegando durante todo este tiempo al juego. Se trata de un aspecto que por un lado es comprensible, pero que a todos aquellos que ya hayan caído en algunos de ellos en otras plataformas, pocos o ningún aliciente encontrarán ahora para volver a pasar por caja. Algún tipo de interoperabilidad en este sentido habría sido una excelente decisión. Como contrapunto encontramos contenidos gratuitos exclusivos, a destacar el coche de Super Mario o Luigi y un gorro a medida, los cuales cambian en función de los colores de tu equipo, o el bólido de Samus Aran.

Uno de los aspectos claramente negativos de este lanzamiento se encuentra en su formato. Más concretamente la ausencia de una edición física en Nintendo Switch, la cual sí llegó a PC, PlayStaion 4 y Xbox One hace un año, una decisión que es a todas luces incomprensible, más aún si tenemos en cuenta la cantidad de títulos indie que se están apuntando a lanzar sus trabajos también a través de cartucho.

Rocket League

Fluidez 2 – Gráficos 0

Y aquí llegamos al verdadero punto mira de todas estas adaptaciones a la plataforma híbrida, la que parece que va a ser la eterna lucha en Nintendo Switch: la tasa de imágenes por segundo frente a la resolución y nivel de detalle.

Innegablemente Rocket League sufre un considerable bajón de calidad aquí, siendo mucho más pronunciados estos defectos en su modo portátil, aunque desde Psyonix ya han querido recalcar que seguirán trabajando para mejorarlo al máximo posible. Es innegable que la arquitectura de este sistema no ha sido concebida para competir en un uno contra uno contra con la de sus competidores, su objetivo pasa por ofrecer una buena experiencia tanto a nivel portátil como sobremesa, pero al mismo tiempo también hay que recalcar que tenemos delante un juego poco exigente, con más de dos años ya a sus espaldas y del que a sabiendas de este bajón esperábamos algo más.

Ahora bien, este sacrificio se ve contrarrestado por una buena fluidez, ofreciendo una buena tasa de imágenes por segundo que en prácticamente todo momento se mantienen estables. Si a esto se le suma un multijugador desde el que nosotros no hemos encontrado problemas alguno de conexión ni de lag, contando además con una buena comunidad de jugadores que garantizan partidas de manera muy rápida, hacen que al menos la experiencia no se ve afectada lo más mínimo.

Rocket League

Algunas texturas desentonan en exceso en su modo portátil

Mismo coche, diferente carrocería

¿Debería comprarlo aquí? Seguramente no seáis pocos los que os acerquéis aquí para resolver esta duda, y es que la sombra de Rocket League desde su lanzamiento ha sido bastante alargada, llegando desde su puesta en escena a multitud de jugadores.

La espina dorsal del juego se basa en disfrutarlo acompañado, ya sea a través de su multijugador online o local, en el que hay que destacar que se puede usar un solo Joy-Con por persona, algo que además funciona bastante bien. En cuanto a las partidas en línea, estás funcionan sin ningún problema, encontrando además jugadores rápidamente, y en este sentido tampoco tenemos que olvidar el juego cruzado con PC y Xbox One que ayuda a ello.

Más allá de la calidad de la adaptación, no podemos concluir sin entrar a valorar el producto en sí, el cual es realmente notable. El diseño de los escenarios es bastante variado, encontrándose algunos de ellos solo en determinados modos, algo que incita a variar el tipo de partida. La música acompaña excelentemente al juego, ofreciendo una buena banda sonora muy acorde con la temática. Un conjunto de elementos que garantizan sin lugar a dudas muchas horas de juego, aunque en el modo individual falta algún aliciente más, ausencia que se acentúa al jugar fuera del dock pues no siempre tendrás una conexión disponible a tu lado.

Rocket League

Conclusiones

Si nunca antes has disfrutado de Rocket League puede que la versión de Nintendo Switch se convierta en una excelente opción, teniendo en cuenta las características intrínsecas de la consola, que ofrecen una mayor experiencia a la que puedes disfrutar en otros sistemas, todo ello sin perder un ápice de la experiencia del misma.

En cambio, si ya lo tienes – en especial con contenidos adicionales adquiridos –, o sus contenidos exclusivos no suponen un gran aliciente frente a su falta de optimización, puede que no encuentres mayores motivos para comprarlo aquí, al menos de momento.

Escrito por
Player, amiibo de mis amiibo y miembro 1999 del club de fans de John Boy.

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