¿Recuerdas Chicken Wiggle? Si no eres de los afortunados que probó este estupendo juego para nuestra querida 3DS es momento de hacerlo con esta nueva remasterización que… pero, un momento… Porque ese era el plan inicial de su campaña en Kickstarter por parte de Atooi pero algo cambió y en lugar de ello tenemos una nueva aventura llamada Hatch Tales: A Heroic Hookshot Adventure. Una alegría para los amantes de los puzles más plataformeros de los noventa.
El gaaaaancho
Como en dichos juegos, la historia es un poco la de siempre, rescatar el mundo de Talonreach del malo de turno, un tal Nazar. Así que un tipo normal, o un halcón que no vuela en este caso, se pone en marcha para poner solución a todo esto tan sólo con su gancho. Un herramienta que si bien no le permite volar sí le ayuda a desenvolverse bien por todos y cada uno de los niveles y mundos que le separan de alcanzar la morada del malvado enemigo. Puede que Hatch Tales: A Heroic Hookshot Adventure sea una continuación pero es cierto que los conocedores del original estarán como en casa.
Esto no es necesariamente malo pero sí hay que saber que estamos ante un título muy continuista en todos los sentidos a pesar de contar un lavado de cara visual muy llamativo. La cuestión es que nuestro protagosnista además de caminar puede saltar y golpear en distancias cortas. Habilidades insuficientes para seguir adelante pero el gancho le permite agarrarse y desplazarse hasta cualquier superficie generando una jugabilidad rígida pero muy interesante que, como decíamos, bebe mecánicamente de juegos de otra época.
El mayor arma del juego se encuentra en un editor de niveles que recuerda a lo visto en la serie Super Mario Maker por facilidad de uso y posibilidades
Esta herramienta también le permite golpear enemigos, porque los hay aunque no sean muy agresivos, y aprovechar para acercarnos a ellos si lo preferimos y acabar con ellos con nuestras propias plumas. Pero la gracia de Hatch Tales: A Heroic Hookshot Adventure es la variedad de superficies que aguardan en cada pantalla. Todo su diseño se basa en bloques y estos pueden ser un suelo normal, superficies de hielo resbaladizas, otras más inestables que pueden destruirse o pinchos que nos pongan todo un poco más difícil.
Por suerte y aunque parezca que estamos solos habrá ocasiones donde consigamos ciertas habilidades que rompen un poco su, por naturaleza, rigidez. Igual que Chicken Wiggle la supervelocidad o el jetpatc harán que sus fases se vuelvan mucho más amenas. El objetivo continúa siendo el mismo, reunir los 100 diamantes y las gemas de fuego en cada pantalla. Al final no deja de ser un coleccionable para los más puristas que quieran algo adicional más allá de llegar al final de una aventura que pronto se torna repetitiva.
La estructura de los niveles es muy similar lo que penaliza al final en su evolución.
La grandeza de compartir
Hatch Tales: A Heroic Hookshot Adventure es un título que a pesar de contar con una buena cantidad de niveles a lo largo de sus ocho mundos no sabe soportar el peso de dicha carga. La mecánica del gancho es estupenda pero sus propias restricciones de diseño piden más frecuencia en variedad o diseños más meticulosos. Incluso jefes finales o mayor variabilidad de situaciones. Existen varios niveles secretos que nos sacan una sonrisa (como el guiño a Mutant Mudds) pero no alejan esa sensación constante de rigidez.
Pero no pasa nada. El mayor arma del juego se encuentra en un editor de niveles que recuerda a lo visto en la serie Super Mario Maker por facilidad de uso y posibilidades. Una explosión de creatividad ya aparecida en Chicken Wiggle que regresa para esta secuela incluyendo todos los niveles creados por los usuarios en aquel juego. Sin duda una puerta de entrada con niveles para dar y tomar de una calidad, en muchos casos, digna de elogio. Podemos jugarlos online o descargarlos directamente en la consola algo que potencia sin duda las posibilidades.
Hatch Tales: A Heroic Hookshot Adventure es un producto muy comedido pero con mucho trabajo. La parte sonora y visual son un mero complemento para lo verdaderamente importante que su desarrollo jugable. Resulta ideal para jugarlo en portátil por la duración de sus niveles e inmediatez, además de sacarle todo el juego al editor gracias a la flexibilidad que supone la pantalla táctil. Le falta ser más atrevido para una secuela pero siempre es de recibo que propuestas así vuelvan a la vida para conseguir nuevos adeptos.
Nos alegra que los niveles de Chicken Wiggle creados por los jugadores vuelvan a la vida.
Versión analizada 1.0.1