Portada » Análisis » Análisis de Pikmin 1+2

Análisis de Pikmin 1+2

Mientras esperamos la llegada de Pikmin 4 a Nintendo Switch el próximo 21 de julio qué mejor que jugar a las dos entregas originales gracias a Pikmin 1+2, ambas lanzadas en GameCube y que, a su paso por Wii bajo el sello New Play Control! ganaron en esquemas de manejo y se pulieron en diferentes aspectos para la ocasión, y eso es precisamente lo que tenemos ahora, solo que en HD.

Igual de bien

Si no habéis jugado a Pikmin, mal hecho, pero Nintendo Switch ha resultado ser la plataforma ideal para enmendar ese error. A Pikmin 3 Deluxe, que vino a mejorar lo visto en Wii U, se han sumado estos días Pikmin 1 y 2, o Pikmin 1+2, ya que podremos hacernos con ambos títulos en conjunto o por separado vía eShop, por lo menos hasta el 22 de septiembre cuando se lance una edición en formato físico. Se trata de unos títulos ideados y creados por un Shigeru Miyamoto en estado de gracia y a los que es imposible jugar sin una sonrisa dibujada en nuestros labios.

Pikmin, que aterrizó por primera vez en GameCube en 2001, supuso toda una sorpresa al presentar a unas criaturas mitad animal, mitad planta que hacían todo cuanto les pidiésemos, aunque eso supusiera arrastrarles a una muerte segura si no teníamos cuidado. Eran como los Lemmings pero obedientes en lugar de testarudos, y podíamos llevar hasta 100 de ellos, dividiéndose en tres colores, rojo, amarillo y azul, y donde cada tipo tenía sus propias características; los azules podían ir por el agua, los rojos resistían el fuego y los amarillos conducían la electricidad y podían coger bombas, además de que podíamos lanzarlos más alto. Por supuesto, teníamos que usar a los 3 tipos con cabeza para así lograr reparar nuestra nave antes de quedarnos sin oxígeno, lo que ocurriría en 29 días, así que había que recorrer un florido y frondoso planeta que recordaba a la Tierra buscando piezas de la nave, todo ello antes de la caída del sol. Por lo tanto, el tiempo fue un factor determinante en la primera entrega, aunque según aprendíamos a jugar nos agobiaba un pelín menos.

Pikmin 1+2

En Pikmin 2, lanzado casi 3 años más tarde, se perdía en parte el factor tiempo, ya no corría tan inexorablemente en nuestra contra, pero se ganó en todo lo demás, como variedad de enemigos, variedad de zonas, con unas cuevas que restaban alegría al conjunto pero sumaban en reto y dificultad, y dos clases más de Pikmin: los blancos, venenosos (y resistentes al veneno, claro) y los morados, más pesados y fuertes que el resto. Además, ahora contábamos conla ayuda de Luis, otro trabajador de nuestra empresa, pues ahora nuestra misión consistía en conseguir recursos para así salvarnos de la quiebra. Esto supuso enfrentarnos al juego de una manera distinta, ya que al ser dos personajes podía haber nuevos puzles. Además, esta entrega trajo consigo unos desafíos pensados para jugar a dobles, los cuales además han vuelto en esta versión para Nintendo Switch.

Hablando de lo cual, ¿qué ha cambiado en esta reedición de estos dos grandes clásicos? Pues más bien poco. En una TV actual, Pikmin 1+2 se ve sorprendentemente bien, aunque esas texturas alargadas como las del suelo cantan más en HD. El control por su parte es el mismo que ya disfrutamos en GameCube solo que más ágil, similar al visto en la tercera entrega, que a su vez adoptó las mejoras del New Play Control! como el lanzar a los Pikmin más lejos o la posibilidad de cambiar entre criaturas de uno y otro color cuando las teníamos sujetas para lanzarlas precisamente (en GameCube teníamos que hacer lo de dividirlos por grupos de colores). Y hay control por movimiento, reservado a los momentos en los que vamos a lanzar o a llamar con el silbato a los Pikmin; y va fino. También hay cambios en un par de canciones, que por, imaginamos, derechos de autor ya no están disponibles (el resto de la banda sonora sigue siendo tan memorable y alegre como siempre), en algunas líneas de diálogo (adiós al ficticio chat de citas), y sobre todo hay cambios en las marcas comerciales de algunos objetos que recogemos, como la pila Duracell, que ahora es una marca genérica inventada.

Pikmin 1+2

Más allá de esto, nada, los juegos son exactamente como los recordábamos, solo que se ven bien en una tele actual. Bien, sin alardes, pero también sin problemas. Igualmente se juegan muy bien tanto en el televisor como en portátil, pero podrían haber añadido lo que fuera, una galería, un cómo se hizo, algo, para justificar el precio en digital, que es de 30 € por separado cada juego y de 50 € en pack. Por 10 € menos sería mucho más fácil recomendarlos. Pero si no los habéis jugado nunca o si no os importa el precio y no podéis esperar al formato físico, Pikmin 1+2 sigue siendo fenomenal, además de resultar idóneo para el verano por su ambientación. Lo que resulta increíble es que el original tenga más de 20 años y siga pareciendo fresco, eso es impagable.

Resumen
Una remasterización simple pero cumplidora. Se ven bien y se juegan bien, aunque su precio en digital, sobre todo sueltos, puede ser algo elevado. Pero su valor como videojuegos sigue siendo el mismo.
7.5
Bueno
Escrito por
Señor Bichos para ti.

¿Te ha gustado?

0 0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no es necesaria. Los campos obligatorios están marcados *

Usted puede usar estos HTML Etiquetas y atributos: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

Contraseña perdida

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

Registrarse