Nintendo Switch sigue recibiendo títulos de épocas pasadas pero de sobrada calidad. No hace demasiado estábamos jugando a Gothic Classic en la híbrida, y un poco antes al patrio Blade of Darkness. Hoy, lo que toca es volver a 2002 y a la isla de Khorinis con este Gothic II Complete Classic, continuación directa de su predecesor.
Continuando y mejorando
No es demasiado habitual en los RPG, pero así es: Gothic II empieza exactamente donde acabó el primer juego, en el que, por si no os acordáis, lográbamos devolver al Durmiente a su dimensión, cerrando para ello el portal que unía ambos mundos pero sacrificándonos en tal hazaña. Bueno, casi. Sí, porque nos quedó un hálito de vida, algo que aprovechó el mago Xardas para recuperar nuestro cuerpo casi inerte de entre los escombros del portal, aunque hemos tardado semanas en recuperarnos.
Cuando despertamos, nos encontramos con que lo que hicimos, si bien evitó la destrucción del mundo, no acabó con el mal, ya que el Durmiente hizo una llamada a todos los monstruos antes de que lo confináramos, lo que además atrajo a una de las mayores novedades de esta segunda parte: los temidos dragones. Pero eso no es todo, porque ahora y aprovechando la confusión reinante, los malhechores y demás escoria campan a sus anchas, y las antiguas órdenes de caballeros están disueltas o han desaparecido.
Así las cosas, hace falta un héroe, o sea, nosotros, y es que las gentes del lugar se acordarán de nosotros y nuestras anteriores andanzas, una cosa que nos sorprendía en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y que un juego de hace más de dos décadas ya hacía. Eso, y que las múltiples tomas de decisiones influyeran en el devenir de la historia, que se nos otorgaran unas secundarias u otras, que los NPC tuvieran rutinas distintas según la hora del día (y de la noche)… En definitiva, mejoras muy palpables respecto al primer Gothic pero también casi respecto a cualquier RPG de acción de la época.
Es cierto que hoy día Gothic II puede parecer tosco, porque lo es, aunque se ha refinado el control respecto a la remasterización del anterior juego, pero no podemos olvidar los años que tiene a sus espaldas. Se le notan menos especialmente por el nuevo motor de iluminación (muy similar al de Blade), pero tampoco los puede negar.
Pocos cambios, pero agradecidos
Si ya conocíais su versión original o si habéis jugado a la remasterización del primer Gothic, este es básicamente lo mismo pero mejor. El control (por poco, aunque sigue costando hacerse a él), las animaciones, el mundo (mucho más grande), las interaciones con los NPC… Y además trae de serie la expansión Night of the Raven que, como hemos visto en, por ejemplo, The Elder Scrolls V: Skyrim, se integra con el juego base (que no es un contenido aparte, vaya).
Esto está muy bien porque son nuevas misiones, armas, amuletos, facciones y nuevo mapa, Jharkendar, pero no tan bien en el sentido de que hace que Gothic II, como juego, sea más difícil; más de lo que lo era en su día. Night of the Raven se lanzó en 2003, un año después del juego, y era lógico que le añadiera dificultad; ahora esa dificultad viene de serie. No es un juego imposible, pero sí más complicado que el anterior.
Gothic II fue una pequeña revolución en su día y hoy por hoy, aunque ha envejecido, sigue teniendo ese algo que le hace especial. Es solo para nostálgicos, es evidente, y se ha hecho lo justo por traerlo al presente en un estado presentable, pensando quizás más en el ya anunciado remake del primer título, pero si sois conscientes de lo que os vais a encontrar, descubriréis un pedacito de historia de los RPG de acción.
