Ahora sí. Tras unas primeras impresiones degustando varios de los juegos que ofrece, Capcom Fighting Collection 2 salta al ring en mejor forma de la que pensábamos gracias a unas novedades inesperadas más que bienvenidas.
Combates de leyenda
Que Shinkiro, un ilustrador históricamente asociado a SNK, sea el encargado de dar imagen a este nuevo recopilatorio de Capcom es una declaración de intenciones de lo que nos aguardan los juegos que incluye la colección. Por un lado por la rivalidad de comprobar donde iban a parar las monedas en los bares o salones recreativos y por otro, tras esa batalla ya superada, colaborar para enfrentarse en unos crossovers que nos encandilaron en la época de las 128 bits. Capcom Fighting Collection 2 es como la cara B de los casetes musicales donde se encuentran joyas alejadas u olvidadas por el gran público. Una fiesta donde el 3d es protagonista.
Porque qué mejor que reunirse con amigos junto a Power Stone. Un producto nacido en una época en la que Dreamcast debía hacer gala de sus cuatro puertos para mandos, herencia de Nintendo 64, y que nos enfrentaba en peleas de vista isométrica donde los protagonistas eran los objetos que aprecian aleatoriamente en el escenario. Obviamente Super Smash Bros. influyó en ofrecer un juego sencillo, accesible y sobre todo diferente en cada partida. Uno de esos juegos, junto a la secuela también incluida, que en su paso por PSP perdía algo de esa chispa al complicar las reuniones con amigos.
Se siente anguloso y algo ortopédico pero también conserva la diversión.
Power Stone es la gran fiesta de Capcom para este recopilatorio pero quizá no la más purista en el género, desde luego. Sin dejar las tres dimensiones tenemos un Project Justice igualmente legendario. Secuela del original de PSX, vio también la luz en la 128 bits de SEGA proponiendo combates por equipos formados por estudiantes de instituto. Con una jugabilidad a medio camino entre los arcades 3D del momento y la propia esencia de Capcom, este “Rival Schools 2” es uno de los grandes recordados de los de Tokyo gracias a sus originales moveset y carisma de los personajes diseñados por Edayan que hacían que los polígonos no se viesen tan feos respecto a los sprites.
Pero antes de pasar a los pixeles el último juego tridimensional de la colección es Plasma Sword: Nightmare of Bilstein. Un fighting game con armas blancas que también vio la luz en Dreamcast y que si bien nos ha parecido el menos agradecido de los juegos incluidos, se deja jugar unas cuantas tardes. Hay que perdonarle una jugabilidad algo más tosca y un aspecto visual más obsoleto pero repleto de efectos que sin duda le otorgan una gran espectacularidad dentro de la que os podáis imaginar. Las ilustraciones de Bengus no se pasan por alto y claramente nos recuerda al diseño de personajes de Street Fighter Alpha 3, juego que casualmente esta incluido en su versión 2001.
“Te espero a la salida” será la frase más utilizada por lo luchares de Project Justice
Ahora a los sprites
Del tercero de los Alphas poco podemos decir más allá de recordar que se trata de unas de las joyas de la saga y que quizá sea el único juego de la colección que nos sobra, siempre que tengamos el recopilatorio Street Fighter 30 Anniversary Collection. Por suerte el resto de juegos hacía décadas que no se podían disfrutar sin tener que desempolvar nuestras viejas consolas aunque bien mereciera la pena hacerlo por pasar la tarde peleando en Capcom vs. SNK: Millennium Fight 2000 Pro, su secuela Capcom vs. SNK 2: Mark of the Millennium 2001. Dos juegos que combina leyendas vivas de SNK y Capcom en un elenco que hace palidecer a cualquier fighting game actual.
Claro, enfrentar a Terry Bogart contra Ryu o a Chun-Li contra Mai Shiranui suena a pasar por caja en varios DLCs pero hubo una época en la que era posible tener unos sprites increíbles peleando en escenarios y melodías de ambos franquicias con varios sistemas de combate y estilos gráficos… cuando las tres dimensiones hacían que esto no fuera tan atractivo. Y que es lo curioso de Capcom Fighting Collection 2 incluyendo juegos tridimensionales recordados años después y otros bidimensionales que perduran en la memoria de unos pocos.
Las animaciones de los Alpha siguen siendo impresionantes.
No vamos a ser nosotros los que dictemos qué vertiente del género es mejor o peor, porque por suerte, el tiempo da la razón y deja ver los puntos positivos y negativos de cada propuesta. Lo que sí podemos decir es que Capcom Fighting Collection 2 es la fiesta de Capcom con los invitados menos famosos, a excepción de Street Fighter Alpha 3, pero también la que más valor histórico presenta precisamente por las posibilidades de sus duelistas y por simple justicia a unos productos que sacarían los colores a más de un título actual en su plano jugable.
Quizá la peor parte se la lleva el escaso trato visual de los juegos. Si bien todos rinden a 60 fps en la híbrida, la calidad de texturas o resolución de los sprites o ilustraciones dejan bastante que desear para los estándares actuales. Es cierto que se han añadido opciones de gráficos HD que reescalan ciertos elementos para no ver píxeles enormes, pero no deja de ser un apaño que no camufla todo. Por ejemplo las ilustraciones que aparecen con este modo hd se ven algo mejor y algunos elementos de la interfaz sin duda se benefician de este subidón pero irremediablemente hay otros muchos sprites que denotan su vejez.
La mejora de resolución trata muy bien la imagen original.
Modos arcade por doquier
Contar con tal cantidad de títulos de aquel entonces ofrece un gran y comprensible “pero”. Y no es otra cosa que la escasez de modos de juego que se incluyen en cada juego. Al final no dejamos de tener los clásicos enfrentamientos arcade en cada uno, una sucesión de combates que acaban en el jefe final de turno, que si bien es lo que había es cierto que pasan factura al conjunto. Hay vs local y también online, incluso mientras se busca partida podemos seguir jugando a nuestro aire como en juegos más actuales pero si no la encuentra, una pantalla nos avisa de ello y rompe el progreso que teníamos en ese momento.
La modalidad de juego se elige desde el lobby principal donde también podemos optar por jugar con la versión japonesa u occidental que llegó a estos lares. Las diferencias entre ellos serán perceptibles sólo por los más puristas, y más tras en esta recopilación, ya que también se han rebalanceado todos los juegos incluidos con gran multitud de ajustes e incluso la posibilidad de seleccionar personajes secretos como en Capcom Fighting Evolution. En la página oficial podéis consultar los cambios respecto a las versiones originales de cada juego además de ver la plantilla de luchadores completa.
El diseño de personajes de todos los juegos raya a un gran nivel.
Es precisamente este último, el conocido como Capcom Fighting Jam en Japón, el que incluye a Shin Akuma y Pyron ocultos desde las opciones de juego. Si no lo conocéis es una de las ovejas negras de la compañía con una recepción bastante débil en su día a pesar de contar con personajes de varios Street Fighter (II, III y Alpha), DarkStalkers con nuestra querida Morrigan y el juego de arcades Red Earth que cuenta con unos sprites de personajes especialmente destacados. A pesar del esfuerzo de renovación continúa siendo un producto muy desequilibrado en lo jugable pero disfrutable si sólo queremos trastear con su plantilla.
Quizá el gran hándicap de Capcom Fighting Collection 2 en la híbrida es precisamente sus control. Los Joy-Con no permiten un juego especialmente técnico por la ausencia de cruceta y el tamaño de los botones. Incluso la disposición de control por defecto altera la ubicación de los golpes fuertes en pos de accesos directos a movimientos avanzados, algo que podemos configurar, y ni siquiera el mando Pro ofrece un D-pad especialmente preciso. Si buscamos partidas casuales Switch parece el lugar ideal para combatir en cualquier lugar pero no tanto si queremos ser algo más competitivos.
El elenco de luchadores es de ensueño en los Capcom vs SNK
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.0.1)