Portada » Análisis » Overcooked 2

Overcooked 2

Si alguno de vosotros tenéis un grupo de amigos y no sabéis cómo deshaceros de él, ¡estáis de enhorabuena! Ghost Town Games ha decidido continuar rompiendo las relaciones que aún siguieran en pie tras unas partidas de Mario Kart con la secuela de su frustrante versión de Master Chef. Overcooked 2 llega a Nintendo Switch dispuesto a sacarnos de quicio incluso más aún que su predecesor, esta vez con online incluido. Team17, distribuidores de juegos como Worms W.M.D, Overcooked: Special Edition o el más reciente Yoku’s Island Express, vuelve a traernos a la consola híbrida uno de los mejores títulos para fiestas de los últimos años.

Si alguno de vosotros ya jugó a la primera entrega, no puedo contaros prácticamente nada nuevo. Para todos aquellos que no tuvieron la oportunidad de saber qué se siente al perder un amigo mientras recoges el mando del suelo, vamos a ver en qué consiste todo esto.

Guapito, ¿más patatitas?

En Overcooked 2 nuestro objetivo es entregar a los clientes la comida que nos han pedido, igual que hacíamos en aquellos minijuegos a principios del 2000 cuando nuestra conexión tampoco daba para mucho más y nos pegábamos cargando media hora para un juego más cutre que divertido, solo que esta vez no es cutre pero sí adictivo. Los tiempos cambian. Para lograr tener el plato correcto debemos fijarnos en la esquina superior izquierda, donde salen tanto las comandas pendientes como la receta necesaria para cocinarlas, lo cual se agradece muchísimo cuando los nervios comienzan a apoderarse de nosotros y se nos olvida cómo hacer una simple ensalada. Lechugas con tomatico, o algo así.

El resto es bien sencillo, en teoría. La cocina está formada por varias secciones, dispuestas en un orden aleatorio que incluso va cambiando conforme avanzan los segundos por culpa de vientos o engranajes que giran absolutamente todo. El caso es que hay unas cajas con dibujos de comida encima, y aquí es donde cogemos los ingredientes. Para hacer la ensalada, por ejemplo, cogemos la lechuga y el tomate y los cortamos con alguno de los cuchillos que hay repartidos por la estancia. Esta acción toma unos segundos y nos impide realizar mientras tanto cualquier otra cosa. Cuando por fin hemos cortado la lechuga y el tomate, cogemos ambos y los soltamos encima de un plato para entregar, por fin, la receta terminada al cliente. Aunque os aviso de que esto solo vais a hacerlo en el primer nivel, a partir de aquí se complican las cosas.

Conforme avanzamos en el modo historia, nuevas recetas se van sumando al conocimiento de nuestros dos chefs. Sartenes, ollas o fregaderos para lavar a mano los platos son algunos de los elementos que vamos encontrando nivel tras nivel, a la vez que necesitamos más ingredientes y las cocinas son más y más locas. Para que os hagáis una idea, uno de los primeros niveles que vais a jugar se encuentra en un globo aerostático en llamas que termina chocándose contra el suelo a mitad de partida. Chicote, aquí sí fliparías.

La historia no es nada del otro mundo, pero tampoco lo intenta ser. Haciendo gala de su gran humor, Overcooked 2 nos propone cocinar para derrotar al Pan Demonium. Y sí, son rebanadas de pan. Los cantabrigenses fardan de su humor inglés sin ningún tipo de pudor y eso siempre gusta.

Y de beber… albóndigas

Gráficamente, Overcooked 2 es básicamente igual que su primera entrega. Un estilo desenfadado, graciosete y minimalista que acompaña y se adapta a la jugabilidad perfectamente en todo momento. Jugando con las paletas de colores dependiendo del nivel, el título se ve, en resumen, muy bonito, sobre todo en modo portátil, si bien es cierto que cuanto más pequeña sea la pantalla, quizás podamos llegar tener algún problema para diferenciar fácilmente todos los elementos culinarios, especialmente si jugamos cuatro personas con recetas más complicadas. Aún así, se disfruta mucho de esta forma.

La banda sonora también acompaña al resto de elementos, sabiendo que va a pasar desapercibida siempre que juguemos con más personas ya que quedará tapada por gritos y algún que otro insulto de vez en cuando. Los sonidos que más vamos a escuchar son los pitidos del reloj conforme se agote el tiempo, y vais a terminar odiándolo, así que todo guay. Del mismo modo que el apartado artístico, tanto la música como el resto de sonidos de Overcooked 2 saben para qué están y no tratan de destacar ni molestar a los jugadores que vayan a ponerse a cocinar. Los controles son geniales, nada que añadir al respecto, aunque van a resultar más complicados conforme vayamos poniéndonos nerviosos mientras se acaba el tiempo. Pero eso es culpa nuestra.

Cabe destacar que podemos jugar con hasta cuatro personas en una misma consola o en multijugador local, además de que, como novedad, esta vez sí disponemos de juego en línea, algo que no estaba en la primera entrega. Además, tenemos un modo arcade para realizar pedidos fuera del modo historia y un modo duelo para enfrentarnos a un amigo, dejando de lado la cooperación. Los característicos chefs los vamos desbloqueando conforme jugamos la campaña y podemos cambiarlos desde el menú principal.

Resulta que Ghost Town Games dijo hace relativamente poco que no estaban trabajando en un modo para jugar en línea contra otras consolas, para que dos amigos puedan conectarse independientemente de que uno lo tenga en Nintendo Switch y otro en Steam, aunque no han cerrado la puerta a esta posibilidad. Sería un añadido muy sencillo de realizar y fomentaría las ventas del título, ya que Overcooked 2 se basa, en esencia, en el multijugador. A pesar de que en el modo historia una sola persona pueda manejar dos chefs, no necesitamos más de un nivel para darnos cuenta de que este juego no está pensado para disfrutarse así. Títulos como Rocket League o Fortnite Battle Royale ya disponen de este juego cruzado, así que no hay excusa para no unirse a la lista.

¡¿TENEMOS COCINA?!

Overcooked 2 es una versión mejorada de la primera entrega, con un par de añadidos por aquí y por allá. Si jugasteis al primero y os gustó, ya sabéis mejor que yo que vais a terminar probando esta segunda parte. Si el original no os gustó, bueno, no os molestéis en darle una oportunidad. Y si nunca habéis jugado a la saga, esta segunda entrega es perfecta para empezar, sobre todo por su modo online en un momento donde el multijugador de sofá resulta más complicado, incluso con la portabilidad de Nintendo Switch. Coincidir cuatro personas en una misma casa quizás sea algo complicado, pero poder reunirse en una llamada para viciar online y echar unas risas seguro que os resulta más sencillo.

Con tantos juegos de fiesta cutres que rebajan su calidad con la excusa del género, es de agradecer que haya desarrolladoras que se tomen en serio este tipo de títulos que son muy necesarios en cualquier catálogo que se precie. Y, desde luego, Overcooked 2 es un gran nombre. Diversión y frustración por partes iguales están más que aseguradas, y el modo historia para un jugador es una buena aunque recortada opción para aprovechar el título cuando no tenemos a nadie para jugar. La risa, la risa es lo que se busca.

Y aquí nadie me llama bola de sebo, soy un gourmet.

Escrito por
Algunos dicen que escribo bien, otros dicen la verdad. También soy DJ. Un poco mordaz, pero nada grave. Necesito un overclocking. Y gafas. Sobre todo gafas.

¿Te ha gustado?

0 0

Contraseña perdida

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

Registrarse