Poco menos de un año ha transcurrido desde que Monster Hunter Stories, spin-off RPG de la franquicia, aterrizara en Japón. Aunque llegó a estar en duda, finalmente ha alzado el vuelo de su nido rumbo a Europa. La fecha señalada para el aterrizaje está cada vez más cerca y ya hemos podido disfrutarlo en profundidad. Así pues, para ir abriendo boca, hablaremos de que nos han parecido los primeros compases de la aventura.
Descubriendo Monster Hunter Stories
Villa Hakum es un lugar especial, una aldea perdida donde sus habitantes llevan un estilo de vida muy particular. A diferencia del resto del mundo, ven a los monstruos no como brutales criaturas a las que dar caza y despiezar, si no como compañeros inseparables con los que vivir aventuras. Es el hogar de los Rider, jinetes de monstruos, así como el tuyo y el de tus amigos Lilia y Cheval.
Durante las primeras horas de la aventura, se presenta a algunos personajes y se le da forma a la trama, mientras que se van introduciendo los primeros aspectos de la jugabilidad, sin demoras innecesarias. El Jefe Onma hablando como Yoda, Dan siendo el mismo, y el nerviosillo felyne Navirou que siempre tiene alguna ocurrencia. Desde el primer momento, podemos intuir que el humor va a ser nuestro acompañante a lo largo de la historia.
Monster Hunter Stories se sirve del inmenso potencial de la franquicia para construir un juego completamente diferente a sus predecesores, reinventado o simplificando mecánicas clásicas y seleccionando cuidadosamente que armas y monstruos encajan con la propuesta. Mientras que sólo contamos con cuatro armas diferentes, hay más de cien monstruos por descubrir, gran parte de los cuales podemos criar para obtener su versión monstie.
Nuestro primer contacto con el mundo exterior y los primeros combates, comienza a lomos del monstie Velocidrome. Ante nosotros se extiende un inmenso prado, con Aptonoth pastando libremente, Velociprey al acecho, un temible Yian Kut-Ku en la lejanía, zonas a las que por ahora no sabemos como acceder, materiales para recolectar y sospechosas guaridas que ocultan los codiciados huevos. Hay mucho por descubrir, empezando por su sistema de combate por turnos.
Las bases del combate giran entorno al vínculo con nuestro monstie y a un sistema de piedra-papel-tijera con tres tipos de ataque básico que son potencia, técnica y agilidad. Al atacar a un enemigo que se dispone a atacarnos, se produce un enfrentamiento. Si perdemos, recibimos daño extra y, si ganamos, causamos daño adicional y sube el vinculo con nuestro monstie. Cuando el vinculo alcanza su clímax, podemos montarlo para desatar un ataque especial. Pero la cosa no queda ahí: objetos, naturalezas, tipos, habilidades … cartas no le faltan para ganar en profundidad.
Por último, Monster Hunter Stories es un juego que sabe como dosificarse y oculta mucho más de lo que se ve a simple vista. Nos vemos en el análisis.