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Thumper

Eres un escarabajo metálico que avanza por un carril infinito mientras suena una música estridente, en un universo oscuro, monstruoso, sólo iluminado por luces de neón. Tu único objetivo: Avanzar sin morir. Seguro que no te has visto en otra igual, esto es Thumper.

Los desarrolladores lo publicitan como un juego de “violencia rítmica”, pero tranquilos, no hablamos de reguetón. Estamos ante un juego musical, sí, pero no esperes que tenga mucho que ver con otros títulos del género, estamos ante algo muy distinto. Nuestras reacciones dependen en parte de la música, y nuestras acciones provocan cambios en la música, pero en Thumper también tiene mucha importancia lo visual, tendremos que mantener los ojos bien abiertos para no estrellar a nuestro escarabajo.

Los apartados sonoro y visual, junto a una jugabilidad progresivamente adictiva y endiablada, crean una ecléctica combinación que hace de Thumper algo cuanto menos curioso. Veremos si cubre nuestras expectativas, o se queda en algo anecdótico.

Propuesta sencilla, con un gran reto detrás.

Empezar a jugar Thumper es muy sencillo, ya que el juego nos irá introduciendo las mecánicas jugables poco a poco con pequeños tutoriales casi exentos de texto. Sólo usaremos un joystick para agacharnos, elevar nuestras alas y girar a ambos lados, y el botón A, con el que realizaremos el resto de acciones.

Al ir avanzando por el infinito carril, nos encontraremos con obstáculos como pulsadores que deberemos presionar con el botón A, o con curvas, en las que deberemos dejar pulsado el botón A y la palanca en el sentido que queramos girar. Esto se irá complicando nivel a nivel, incorporando novedades de lo más curiosas que harán que no perdamos nunca el interés por llegar al final del túnel.

Thumper cuenta con 9 niveles, a su vez divididos en subniveles. En cada uno de esos niveles, según nuestro desempeño, el juego nos asignará una nota: C, B, A o S. Conseguir una S en los primeros niveles será pan comido, pero al llegar al tercer nivel la cosa se complica y mucho.

Al pasar cada uno de los subniveles o secciones, estos funcionarán como checkpoints, de tal forma que si morimos o nuestra puntuación no es la deseada, siempre podemos volver al checkpoint anterior para intentar mejorar nuestra partida.

El escarabajo cuenta con una coraza que al chocarnos con alguno de los elementos, se romperá creando una violenta explosión. Si volvemos a chocarnos, otra gran explosión nos anunciará nuestra muerte, volviendo instantáneamente al checkpoint anterior. Si por lo contrario, llegamos al siguiente checkpoint sanos y salvos y pulsamos la tecla en el momento adecuado, conseguiremos recuperar nuestra coraza.

Una pega que hemos encontrado es que en ocasiones no queda otra que aprender donde están los obstáculos de memoria, ya que se ocultan tras una curva cerrada y no los podemos intuir ni preveer, lo que resulta un tanto injusto.

Al final de los niveles, nos encontramos con jefes, que romperán la monotonía del juego. Para derrotarles, deberemos completar perfectamente cada una las secciones y presionar un pulsador más brillante que los normales, que lanzará un ataque contra el jefe. Tras unos cuantos ataques conseguiremos derrotarle.

Completar Thumper llegando al final nos llevará unas 7 horas, según nuestra habilidad o perfeccionismo. Si queremos conseguir la máxima nota en todos los niveles, necesitaremos bastante tiempo libre para llegar a completarlo.

Un universo envolvente y agobiante.

A la hora de enfrentarnos a Thumper nos encontramos con una gran contradicción. El planteamiento del juego es adictivo, mucho. Engancha y no quieres parar hasta completar niveles y conseguir las mejores notas. Pero por otro lado los desarrolladores han trabajado tan bien la agobiante ambientación que consiguen que tras una hora de juego, pese a tener ganas de seguir avanzando, tu cuerpo y mente te pidan una tregua de tanta violencia rítmica.

Es una sensación que había tenido con pocos juegos, pero Thumper realmente agota en todos los sentidos. Además de la ambientación, el juego exige un nivel muy alto de concentración y precisión. Es por eso que al llegar, como mencionaba antes, a la primera hora de juego, empiezas a fallar partes que en un comienzo de partida te hubieran resultado sencillas. El agobio y el cansancio hacen mella, pero no es nada que no pueda solucionar un descanso para volver con más fuerza a la partida.

La banda sonora es increíble. La música electrónica oscura se adapta por completo al título y es el elemento más importante del juego. Destaca la percusión y las melodías que creamos sin darnos cuenta al hacer nuestros movimientos. En ocasiones hay patrones de movimiento que se repiten creando en la música estribillos que iremos repitiendo a lo largo del nivel.

Al igual que comentábamos antes que el juego no deja de sorprendernos con nuevas mecánicas en cada nivel, el aspecto visual es demasiado parecido en todo el título, sin cambios que nos hagan distinguir una fase de otra, por lo que resulta demasiado monótono.

Thumper y Switch: Combinación ganadora.

No estamos ante un juego totalmente nuevo. Thumper ya salió hace meses en PC y PS4, pero llega a Nintendo Switch con novedades interesantes. Por supuesto, el modo portátil es un gran aliciente. Es un juego que puede jugarse perfectamente en partidas cortas y sólo tiene esa posibilidad en su versión de Switch. En este modo recomendamos encarecidamente el uso de auriculares para disfrutar al 100% de la experiencia. Aprovechamos para tirar de las orejas a Nintendo (Thumper, de esto no tienes la culpa) por no haber habilitado aún el uso de auriculares bluetooth, que tan bien nos vendrían para disfrutar más y mejor de títulos como este.

En Switch, Thumper sacrifica ciertos efectos visuales que sí vemos en PC y PS4, para mantener los 60 fps en cualquier estilo de juego. Ahora, tanto en 1080P conectado a la televisión, como en 720P en modo portátil, Thumper luce estupendamente, de una manera muy fluida.

Otro gran añadido es la Vibración HD, que acompaña a toda la atmósfera del juego de manera sobresaliente, aumentando aún más nuestra inmersión al sentir perfectamente cada golpe, y cada explosión.

Respecto al control, cualquiera de las combinaciones que nos brinda Nintendo Switch es adecuada para Thumper, debido a la simplicidad del control del escarabajo metálico.

Conclusión: Una apuesta muy original

En definitiva, estamos ante una apuesta muy novedosa, un juego de ritmo inusual que gustará seguro a los amantes del género y enganchará a más de uno que hasta ahora no había encontrado su hueco en este tipo de juegos.

Porque Thumper no es solo ritmo, es su banda sonora, sus estrambóticos escenarios y su jugabilidad adictiva. Es como si Rhythm Paradise y F-Zero hubieran tenido un hijo y les hubiera salido heavy, una mezcla muy rara, pero que sorprendentemente acaba funcionando. Merece la pena darle una oportunidad.

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