BioShock es un nombre con mucha fuerza en la industria, pero que difícilmente volverá a aparecer de la misma forma tras la desmantelación de su empresa. Sin embargo, su talento no se ha perdido, y varios de sus trabajadores siguieron andando sus caminos y montando otros estudios más indie. Uno de ellos nos trajo el peculiar juego de terror Perception, y ahora otro de ellos nos trae City of Brass a Nintendo Switch.
Las mil y una City of Brass
Al igual que en los otros dos juegos que se han mencionado en el primer párrafo, City of Brass es un título en primera persona, pero que busca un enfoque distinto, no siendo su principal pilar su narrativa. En esta ocasión se busca una jugabilidad sencilla y en el que hay que ir con pies de plomo, pues la muerte supone tener que empezar desde el inicio con otro personaje, sin que se conserve nada de lo que hemos conseguido.
Los controles son muy sencillos e intuitivos, usando ambos gatillos para cada una de nuestras manos (y el arma que tengamos en ella) y los otros dos botones superiores como acción extra para empujar o tirar. Todas las acciones son clave, pues no solo tendremos que avanzar por varios mapeados llenos de trampas en los que tenemos que usar nuestro látigo cual gancho, sino que los enemigos acechan tras cada esquina (no son complicados de derrotar) y a veces es más rápido lanzarlos hacia una trampa que ponerse a darles tajos y que vengan más y nos liquiden.
Sin embargo, tenemos otro gran enemigo: el tiempo,ya que si pasamos el límite en cada nivel empezarán a salir enemigos letales a porrillo. Nuestra misión de llegar hasta cierto punto de la ciudad nos obliga a ser rápidos, y a tener que colocar estratégicamente cebos que nos ayuden. Por lo tanto, pese a que su planteamiento es sencillo, la presión nos obligará a sacar lo mejor de nosotros mismos y seguramente, si no estamos muy atentos, sea lo que nos haga caer y obligarnos a repetirlo todo.
Un final que te atrae
Si bien hemos dicho que la historia a priori estaba en un segundo plano, lo cierto es que su final se convierte en una meta que nos motiva a descubrirlo. Pero en su contra juega el hecho de tener que repetirlo todo si morimos y sin guardar nada. Es una dualidad que se enfrentará, y nuestra pericia y paciencia decidirán si el juego nos invita a completarlo o si nos hartamos de él. Por suerte, hay ayudas como pociones que pueden adquirise dentro de la aventura, por lo que también hay que ir con ojo para suministrarlas bien.
La apariencia del juego no es puntera, y se nota que hay mucho contenido reciclado, pero el diseño de niveles se ajusta muy bien a la presión que sentimos por avanzar, con zonas muy cerradas y pasilleras, pero también con otras más extensas. La música está principalmente para localizarnos mejor, ya que es muy del ambiente de la zona arábica representada en el juego.
City of Brass es un título entretenido y que atrapa durante sus más de cinco horas de viaje, además de que ofrece varios personajes que podremos desbloquear y que cambian algo su forma de jugar. Cuenta con un guardado al completar cada nivel para que no haya que hacerlo todo de golpe, pero el gran dilema que trae consigo el juego es el tema de tener que repetirlo todo en caso de muerte.