Que Xenoblade Chronicles se ha convertido en una de las sagas de referencia en el mundo de los JRPG no lo duda nadie. Buena prueba de ello son su sistema de combate marca de la casa, una narrativa excepcional, un elenco de personajes inolvidables y unos mundos tan vastos como bellos, detallados y explorables. Quizás donde se podían albergar más dudas era sobre si veríamos un nuevo título de la saga tan pronto después de su maravillosa segunda entrega numerada, un DLC tan grande como un juego y una remasterización del original. Porque sí, Xenoblade Chronicles está en buena forma y ya tenemos aquí Xenoblade Chronicles 3.
Ambicioso, mastodóntico, interesante, emocionante, … son algunos de los objetivos con lo que podemos definir este Xenoblade Chronicles 3, con el que Monolith Soft confirma lo que muchos ya sabíamos, son una de las mejores desarrolladoras del mundo a día de hoy. Porque no se ha hecho una secuela al uso manteniendo demasiadas cosas, sino que apuestan por la evolución, por hacer que cada juego sea diferente y, ya sea por mecánicas, o por su tono más serio, este Xenoblade Chronicles 3 brilla con luz propia en prácticamente todo lo que intenta.
Una guerra, rivales que colaboran y el significado de la vida
Uno de los puntos fuertes que ha caracterizado a la saga han sido sus grandes historias y grandes personajes, así que hoy quiero empezar por ahí. Xenoblade Chronicles 3 nos traslada hasta Aionios, el escenario en el que tienen lugar sus acontecimientos. El juego nos presenta un mundo en guerra, donde dos naciones llamadas Keves y Agnus se enfrentan en una contienda sin fin ni razón aparente, son simplemente rivales y han de matarse unos a otros. Hasta ahí parece una premisa simple, pero no podía ser tan simple. Los soldados que combaten batalla tras batalla, nacen de una incubadora y tienen una esperanza de vida de 10 años, o ciclos como los llaman en el juego, si no perecen antes de tiempo en el campo de batalla. Pero no todos, la reina de Keves, lugar que conocemos primero parece no ser así. Siguiendo sus órdenes y sin más motivos, deben matarse unos a otros para extraer la energía vital de sus enemigos.
De esta manera, se conforman los ingredientes de una fantástica epopeya con tintes filosóficos en los que la razón de la existencia, aprovechar el tiempo que nos queda y saber ver más que enemigos, salvar las distancias y descubrir los secretos de un mundo que va mucho más allá de las fronteras que les habían contado, no las que habían visto. Incluso hay cosas que se escapan a lo que conocían, poderes y enemigos mucho más peligrosos que Keves y Agnus, que no tardarán en aparecer frente a nosotros. Las dudas sobre lo que los protagonistas creen saber ya están presentes desde el principio y poco a poco se irán disipando con muchas sorpresas. Y esto es Aionios.
De este modo, Xenoblade Chronicles 3 nos va a presentar dos grupos de personajes, tres de Keves y tres de Agnus. Los primeros son Noah, Eunie y Lanz, habitantes de Keves. Noah es en lo que en el juego se conoce como un Eximio, una persona que, mediante el uso de la música de su flauta, ayuda a pasar las voces de los muertos al más allá. Pronto se encontrarán con el otro grupo de tres de Agnus, al principio intentarán matarse, pero el grupo conformado por Mio, Taion y Sena son más parecidos de lo que podían pensar en un principio a ellos mismos. Mio es una Eximio también, en este caso de Agnus, y las dudas, al igual que en el caso de Noah, no harán más que aumentar conforme se conozcan y tengan una experiencia que les cambiará la vida y les unirá para siempre. Entre los otros cuatro las similitudes tampoco se quedan atrás, puesto que son guardianes y sanadores por igual.
Un ritmo apasionante que te hará querer seguir adelante capítulo tras capítulo, una historia más seria y oscura que sus predecesores y que nos hará pensar y toneladas de acción y de emoción que hará que más de un momento se marque en nuestra memoria. Xenoblade Chronicles 3 hace todo eso y más y es digno de admirar. Como decía en los primeros párrafos, cada juego de la saga tiene sus propios rasgos y aquí no es menos. El humor queda relegado a un segundo plano, solo los nopon, esas pequeñas criaturas, aportarán esos tonos más distendidos, que pocos, pero están presentes. El grueso de la historia se cuenta mediante cinemáticas, con algunas secuencias excepcionalmente largas, pero que suelen contener una gran carga narrativa. Más allá, nos encontramos con una historia que nos deja siempre con ganas de más y que nos mantendrá pegados al televisor durante las más de 80/100 horas que dura el juego.
Vuelve lo clásico, con multitud de novedades
Xenoblade Chronicles 3, a nivel jugable, mantiene la base de los anteriores, es decir, nuestros personajes hacen ataques básicos de manera automática. A ellos se les acompañan las artes, los ataques especiales, que van recargándose de manera automática, exceptuando uno de ellos, el más poderoso, que tenemos que recargar manualmente haciendo determinadas acciones. De nuevo la posición desde la que realicemos nuestros ataques, así como algunos momentos, nos otorgarán diferentes ventajas en el combate, pudiendo hacer más daño o infligiendo algún estado alterado a nuestros enemigos. En nuestro HUD podemos tener hasta seis artes, comprendidos entre los botones direccionales y los cuatro A,B,X,Y. Estas artes las iremos aprendiendo según avancemos en las clases de los personajes y podemos personalizarlas e incluso combinar algunas de ellas para realizar un ataque devastador.
Sólo podremos manejar a un personaje a la vez durante el combate, pero en esta entrega podremos dar algunas órdenes básicas al resto de integrantes. Lo bueno es que, aunque solo podamos controlar a uno, podemos cambiar al protagonista al que queremos manejar. Por normal general, seremos seis integrantes en un mismo combate, aunque en ocasiones y por conveniencias de la historia, habrá momentos en los que un séptimo integrante se nos una. Aparte de las artes, durante los combates también podemos realizar combos que pueden dejar a los enemigos con estados alterados, pero hay que estar atentos por si alguno de nuestros compañeros lo inician y saber en qué orden debemos atacar nosotros. También existen las cadenas una mecánica que se presenta como un minijuego en el que, eligiendo una serie de cartas y con determinados puntos, podemos llegar a realizar un ataque devastador.
Una nueva mecánica que hay que dosificar es la fusión en Uroboros, una especie de mecha con un poder aplastante. Dicha unión se hace a partir de dos personajes, pero no dos cualquiera, sino los que determina la historia. Los ataques del Uroboros tienen el mismo patrón que los de un personaje normal, ataques automáticos y artes como golpes más fuertes, estas artes las determinan las personas que se fusionan, puesto que no son todas las fusiones iguales. No podremos hacer estas uniones tantas veces como queramos por lo que hay que elegir el momento idóneo para no malgastarlo y poder hacer el máximo daño posible.
Tres roles, muchas clases
El juego distingue entre tres tipos de roles en combate: atacante, defensor y sanador, cada uno con sus distintas funciones. Los atacantes, como su nombre indica, se encargan de hacer el mayor daño posible, el defensor atrae las miradas y les provoca, haciendo así que los compañeros sufran lo menos posible y los sanadores otorgan mejoras, curan y son los únicos que pueden revivir en combate. Puede parecer básico, pero dentro de cada uno de los roles hay clases que podemos aprender y que hay que ir mejorando y dominando.
Una vez lo hayamos hecho tendremos mejores o peores estadísticas en algunos parámetros según lo que nos interese y aprenderemos nuevos artes que podemos combinar con los de otras clases. Para conseguir las clases, ya que no estarán de inicio abiertas, se hará según avancemos en la trama o bien a través de las misiones de héroe, una especie de subtramas que no solo nos desbloquean estas clases, sino que tienen interés por sí mismas. Como vemos se trata de un sistema de combate muy profundo y con multitud de posibilidades para elegir.
Ya que hemos entrado en el tema de las misiones cabe destacar que, aparte de los encargos de la historia principal y las ya descritas misiones de héroe, tenemos las misiones secundarias, así como unas cartillas para reunir materiales. En el caso de las secundarias, quizás es el punto más flojo del juego, porque, aunque tengan algún trasfondo o pretendan contarnos algo, suelen ser tan simples como ir de un punto a otro y regresar, entregar un objeto o recolectarlo, derrotar a un enemigo, … cosas básicas en el fondo. Por otro lado, para hacer interesante el farmeo de objetos en los escenarios, se han introducido unas cartillas en las que nos pedirán determinados objetos a través de los cuales obtendremos recompensas y afinidad con las colonias.
Aionios un mundo enorme y bello… que hay que explorar
Y es que según vayamos avanzando por los escenarios nos iremos cruzando con distintas colonias. Si completamos misiones secundarias, hablamos con sus habitantes o completamos las cartillas mejoraremos nuestra afinidad con ellas. Y no es lo único que nos vamos a encontrar en estos vastos escenarios, puesto que también tenemos otras actividades como unirnos a un bando en reyertas entre dos facciones para también ganar afinidad con el bando al que nos unamos, así como soldados caídos de dichas colonias que ayudamos a pasar al más allá. Pero no solo de afinidad con las colonias se vive, también hay monstruos de la misma especie que las que habitan habitualmente en ese escenario, pero más poderosos, como presas a cazar que nos otorga mayor experiencia y recompensas. Y, como no podía ser de otra manera, hay todo tipo de objetos para recolectar y cofres ocultos por encontrar.
Cabe destacar que el mundo de Aionios es extensísimo y muy variado. En cada escenario que pisamos de nuevas es sencillo perderse durante horas y horas con las actividades que acabamos de descubrir, tratando de descubrir cada rincón y llegando a sitios con unas vistas asombrosas. Porque si, este Xenoblade Chronicles 3 asombra, sobre todo teniendo en cuenta la gran distancia de dibujado que hace que luzcan aún más vastos. Hay que aclarar también que Aionios no es un gran escenario de mundo abierto, sino que sigue una estructura más lineal en el sentido de que son escenarios gigantes con tiempos de carga entre sí.
Nunca olvides el sonido de la flauta
El apartado gráfico de esta tercera entrega de la saga deja un poco de lado ese estilo más amigable del segundo y su DLC, pero visualmente se ve espectacularmente bien. Ya hemos hablado de unos escenarios enormes, variados, vivos, con multitud de detalles y bonitos, que dan gusto de explorarlos y tratar de ver cada rincón. Donde a lo mejor puede dejar algo que desear es en algunos gestos faciales o movimientos de los personajes que se hacen con el motor del juego, pero ni mucho menos es algo desastroso. Los personajes son un gran ejemplo de lo bien que se ve el juego, brillos en ciertas partes, detalles en los ropajes, … no hay nada que denote dejadez. Hay que decir que a nivel resolución, se ve mejor que sus antecesores, sobre todo en modo portátil y din prácticamente problemas de rendimiento.
La banda sonora también juega un papel muy importante en el juego, sobre todo la música relacionada con la flauta y su significado dentro de la historia. Más allá de ello se trata de un apartado sonoro asombroso y embriagador, cada escenario cuenta con sus temas y cada momento épico viene acompañado de su motivo musical. No sería lo mismo sin un doblaje al nivel requerido, pero tampoco se queda atrás, en ninguno de los dos idiomas que podemos elegir, tanto en inglés como en japonés la actuación de los actores de voz es digna de alabar.
Conclusiones
Xenoblade Chronicles 3 ya está entre nosotros y no podía haber llegado de mejor manera. Es un juego que derrocha detalle y talento de Monolith Soft y hace alarde de ello. Es probablemente uno de los grandes exponentes a día de hoy en el mundo de los JRPG, por su gran historia, por esos personajes inolvidables, por su gran y extremadamente profundo sistema de combate, por ese mundo tan vasto y explorable como pocos, razones no faltan para darle una oportunidad. No hace falta haber jugado todo lo anterior para poder adentrarse en Aionios, puesto que, aunque las referencias y los nexos existen, el juego cuenta una historia por sí mismo.
Está claro que no todo es perfecto, algunas misiones podían tener más interés o algunas animaciones podían estar mejor, pero no empañan ni mucho menos una experiencia única digna de experimentar. Y es que horas y horas de diversión, exploración, realizar misiones, descubrir y mejorar todas las clases, … el juego tiene contenido para quien quiera darle una oportunidad y seguro que no son pocos, puesto que sin lugar a dudas estamos ante uno de los mejores juegos de Nintendo Switch.