Tras dos entregas en Nintendo Switch de la serie Mario Party, una apostando por innnovar y otra siendo la fórmula clásica que bebe de sus orígenes, Nintendo Cube ha encontrado el término medio en Super Mario Party Jamboree. Este juego coge de ambas vertientes, deja que los minijuegos de Joy-Con sean opcionales y de paso ofrece la posibilidad de jugar con normas competitivas que minimizan los factores al azar.
Eres la súperestrella
Jamboree cuenta con diversos modos, que son los que le dan la vida. El primero de ellos es el clásico Party de siempre, con siete tableros variados en función de la complejidad (siendo dos de ellos provenientes de los primeros juegos de la saga). Podemos jugar en solitario contra la CPU u online, o bien subir el número de jugadores locales hasta 4 (los huecos los ocupa una CPU). Se ha cambiado el HUD bastante para hacer más consciente a los jugadores del momento de la partida.
El objetivo es, en el número establecido de turnos, conseguir el máximo número de estrellas (se compran en una casilla del tablero por 20 monedas), necesitando para ello movernos según un dado y ganar dinero en minijuegos y eventos especiales. El ritmo es más ágil que en los primeros juegos de la serie, y una partida corta dura unos 45 minutos, aunque el juego del menú marca el doble (como máximo de tiempo).
Hay casillas de suerte, malas, buenas, de evento, de Bowser y de otros tipos, y es importante contar con la bendición del azar para salir airoso, aunque hay ciertos elementos que se pueden adquirir en la tienda para que nos sea más sencillo avanzar la cantidad deseada. Todo ello sin olvidar los minijuegos extra entre los que se incluyen duelos 1 vs 1 y la posibilidad de robar dinero o estrellas. También hay unos personajes (del plantel no escogido) llamados compis Jamboree que se unen a nosotros si llegamos a reclutarlos y nos ofrecen ayuda extra de diversa índole, como rebajas en la tienda.
Jamboree, con amigos siempre mejor
Además de la fiesta clásica, que combina tablero y minijuegos, hay otro modo pensado para un jugador a base de resolver misiones basadas en juego, otro para jugar minijuegos sueltos según cierta agrupación (con posibilidad online), otra variación para tener pruebas exclusivas para el uso del Joy-Con y modos cooperativos también. Todo ello viene acompañado de logros que parecen pases de temporada de un MMO.
El estilo gráfico ha sufrido un cambio respecto al anterior juego, con nuevos modelos de personajes y muchas más animaciones renovadas y ampliadas (aunque el diseño de Daisy es mejorable). Todo ofrece unos buenos colores, aunque el movimiento de la cámara es más intenso ahora. La música acompaña bien a los diferentes momentos que ocurren, pero no suele tener un papel protagonista.
En general, todo funciona y te hace sentir estar ante un Mario Party más pero distinro a la vez. Hay aspectos mejorables como la IA de la CPU, pero los minijuegos y modos se hacen muy amenos. Todo al final es caótico y azaroso, como ocurre en un juego de mesa tradicional, pero con minijuegos y pruebas que le dan variedad y contenido caótico que puede cambiar todo en unos minutos.
Super Mario Party Jamboree tiene muchos minijuegos en su repertorio (más de 110), y en general el contenido que hay en modos es bastante completo. Hay margen de mejora (como la posibilidad de bajar los zooms que se hacen al cambiar de personaje u otros aspectos de presentación) pero el conjunto es sólido, disfrutable tanto en solitario como con gente y, si disponemos de varios amigos, estamos ante el juego de las navidades.
Versión del juego analizada: 1.1.0
