Entre tanto resurgir de géneros perdidos, desde la línea Playtonic Friends han pensado que los juegos de conducción arcade también necesitan una oportunidad. Y nosotros no podemos estar más de acuerdo.
¡A toda mecha!
Victory Heat Rally es un juego muy rápido. Así es como se resume su estilo de vida y así han traducido el espíritu arcade de los noventa a nuestros días. Juegos que siempre se han caracterizado por la velocidad para captar la atención en partidas rápidas e intensas que pongan a prueba nuestros reflejos y nos apetezca volver a ellos por su inmediatez. Una estela que también hemos visto en otros lanzamientos como Horizon Chase 2, por mentar alguno de aspecto retro. El aquí presente hace lo propio pero recordándonos en parte a la extinta serie Choro Q.
Puede que algunos de por aquí no sepan de qué hablamos pero fueron unos títulos de la era 32-64 bits cuyos protagonistas eran unos pequeños coches producidos por Takara de aspecto chibi. Algo así es lo que encontramos en Victory Heat Rally con circuitos repletos de color, un aire a los primeros años de los polígonos y, por qué no, algo de ese modo 7 tan característico de SNES. Decimos estos porque sus circuitos, lejos de ser complejos enrevesados de desnivelados túneles y alturas, basan su atractivo en las curvas con un diseño que acaba por resultar demasiado similar.
A toda velocidad, el gameplay se basa en no perderla, aprovechándose de un sistema de derrapes simplificado inspirado en Mario Kart 8 Deluxe (con tres niveles de color) con el que tomar impulso hasta la siguiente curva para encadenar otro, otro y otro turbo. Así hasta la meta. Los coches contrarios, a excepción de nuestro rival reconocido, no dejan de ser meros obstáculos que saldrán despedidos al empujarlos con el máximo impulso. Por contra, si pisamos suelo fuera del circuito la velocidad se verá muy reducida provocando que un mar de vehículos nos pasen de largo.
Una filosofía arcade muy intensa a la que lamentablemente pronto se le acaba la pólvora. Jugablemente no va más allá de ese espectáculo y superficialidad pero para remediarlo en Skydevilpalm, sus desarrolladores, a sabiendas de ello han optado por una estructura de juego que le saque provecho. Más allá del clásico torneo de varios circuitos su modo principal es una campaña que nos recordará al de títulos como Hot Wheels Unleashed 2 donde contamos con un mapa que irá desvelando carreras con diferentes objetivos.
Cada uno de los mapas se compone de tres zonas con cuatro carreras individuales, con sus medallas de oro, plata y bronce, para dar paso a un torneo final compuesto por esas mismos circuitos. Estos se completan con algunas misiones secundarias donde lejos de competir con otros conductores se nos propone derribar un número determinados de conos o cruzar arcos repartidos por el nivel. Todos estos ingredientes sirven para darle a Victory Heat Rally ese toque de variedad tan necesario para el medio plazo mientras una simpática reportera nos introduce a cada prueba y rival con unas líneas de texto.
A medida que jugamos conseguimos nuevos corredores que se unen a la plantilla con sus propias características y colores adicionales para un coche al decidimos qué amortiguadores y motor utiliza. ¿Queréis más? Victory Heat Rally también cuenta con modo multijugador a pantalla partida para hasta cuatro jugadores. Lo bueno es un rendimiento no se resiente en absoluto con sus 60 fps y ayuda a que su fantástica sensación de velocidad, con una inclinación de cámara muy interesante, haga que nos apetezca volver a él aunque sea para cortas sesiones de juego.
Versión del juego analizada 1.0.0