Casi dos décadas después de protagonizar su propia aventura en Nintendo DS, la princesa Peach bajo un prisma mucho más atrevido y versátil hace lo propio en Princess Peach: Showtime!. Un juego que quiere hacer ver como la eterna secuestrada es capaz de todo lo que se proponga en una aventura teatral destinada, principalmente, a los más jóvenes de la casa.
Una actriz polifacética
Una inocente velada en el teatro se tuerce desde el principio por culpa de Doña Grape, la malvada de turno cuyos quehaceres nos son otros que secuestrar a los Esplendis, actores principales de las múltiples funciones. Peach, con la ayuda de Lucy, un lazo con poderes mágicos, es la encargada de protagonizar cada representación tomando el papel de dichos personajes. Así se da forma a una estructura de juego tradicional dividida por niveles (obras) protagonizados por un Esplendi diferente en cada caso.
Claro, tomar el papel de la protagonista de la actuación conlleva una gran ventaja: adquirir nuevas habilidades. Cual Kirby al tragarse enemigos o Mario con la ayuda de Cappy, nuestra princesa cambia las reglas del juego haciendo de Princess Peach: Showtime! una amalgama de géneros jugables ideal para que las princesas y príncipes de la casa se adentren o continúen su andadura en los videojuegos con multitud de ideas y propuestas distintas. Todas muy básicas eso sí, pero también lo suficientemente satisfactorias como para convencer.
Una amalgama de géneros jugables ideal para que las princesas y príncipes de la casa se adentren o continúen su andadura en los videojuegos con multitud de ideas y propuestas distintas
Así, Peach podrá convertirse en una espadachina tocando el género de los beat’ em up, una detective en niveles donde prima la curiosidad e investigación, o una Ninja que utiliza el escenario para ocultarse. Por lo general comenzamos cada nivel siendo la ya conocida princesa en un juego de avance lateral, con profundidad de movimiento, donde las plataformas son mayormente anecdóticas y se da prioridad a la recolección de monedas y la búsqueda de secretos por el nivel. Todo siempre con un tono ligero y evidente.
Con Lucy rehabilitamos partes del escenario defectuosas premiándonos con monedas o brillantes estrellas (igual que al hacer poses en ciertos lugares). Cada obra contiene 10 de estas últimas si la queremos completar en su totalidad, además de un lazo secreto para cambiar el patrón visual del traje de la protagonista. No resulta demasiado complicado dar con todas si estamos atentos y tener que rejugar los niveles para conseguirlo nos dará algo de pereza debido a su extensa duración y reducida dificultad. De diez a quince minutos por cada uno si somos coleccionistas y vamos sin prisas.
¿Quién será el responsable de todo esto? Toca hablar con testigos y recabar pistas.
Espectáculo juvenil
Good-Feel bajo la batuta de Etsunobu Ebisu, cuyo último trabajo como director fue Mystical Ninja Starring Goemon para Nintendo 64, ha dado todo para ofrecer un espectáculo del cual la variedad es su leitmotif. No hay mayor pretensión en Princess Peach: Showtime! que evitar el aburrimiento y la monotonía, al menos para un público menos experimentado. Y es que los jugadores con alguna cana no encontrarán una motivación real ni desafío alguno a pesar de su directa y efectiva propuesta más allá del simple disfrute por ver qué será lo próximo.
Todas y cada una de sus mecánicas, dada la variedad de las mismas y la alternancia entre ellas, se quedan en la superficie de lo que podrían dar de sí, lo que acaba lastrando la experiencia para los asiduos a los mandos. Sin embargo, los zagales lo sabrán disfrutar de principio a fin precisamente por dicho motivo. Quizá demasiado cursi en ocasiones, tal vez poco valiente por cómo representa a la princesa y sus hazañas (sin esa confianza que demuestra en Super Mario Bros.: La Película) e incluso, lo peor, a sabiendas de su finalidad, demasiado comedido con la idea.
No tiene mayor pretensión que evitar el aburrimiento y la monotonía en un público menos experimentado.
En pleno 2024 con tantos y tantos productos, incluso de coste reducido, que apuestan por una narrativa pensada para edades tempranas Nintendo continúa con los globos de texto donde pulsamos un botón para continuar. Una voz en off y aprovechar mejor sus cinemáticas para hacerlo un producto real para todas las edades hubiera sido lo suyo y un narrador de la obra, algo así como lo visto en Puppeteer, sería una excusa perfecta si no es todavía el momento de que Peach medie palabra alguna.
Pero más allá de esto, que ya casi asumimos por completo en los de Kioto, Princess Peach: Showtime! es un producto redondo para su público objetivo. El cuidado puesto en todos esos escenarios con atrezos de cartón, simulando una obra real, y los pequeños detalles en cada personaje o vestimenta de la princesa también son seña de identidad de los japoneses. Quizá no destaque en lo técnico, incluso rasca a veces, pero cumple con su propuesta juvenil y redondeada de tonos apastelados encajando estupendamente cada ambientación y dirección artística incluso cambiando algo el tono y enfoque si la acción lo requiere.
Hay diferentes patrones para Peach y Lucy por desbloquear.
De Sirena o Cocinera
Precisamente en la variedad está el gusto y es por ello que plantear cada tipo de nivel y asociarlo a una interpretación ayuda a identificar a qué vamos a jugar y al mismo tiempo, para otros jugadores, lo encasilla demasiado. Poder elegir con qué Peach afrontar los actos, entre una selección, hubiera sido un acierto para dar mayor poder de elección al usuario. Sin embargo están tan centrados en lo que ofrece cada interpretación que estaríamos hablando de otro juego y también de otro público. Sabemos que un vestido va relacionado a unas mecánicas y por tanto, a lo que haremos durante ese nivel al completo.
Decíamos que no todos serán igual de atractivos para todos porque pasar de una parte de acción en pleno Japón feudal a una detectivesca hablando con personajes e intentado desenmascarar al culpable (niveles por tanto más lentos y longevos) pueden romper el ritmo de la aventura en más de una ocasión. Un par de pantallas por cada habilidad, más una extra, no son demasiadas por lo que no da tiempo a odiar ni tampoco a degustar lo que pueden llegar ofrecer una Peach ninja, furtiva o luchadora de kung-fu siendo estos precisamente los más profundos, plataformeros y atrevidos.
Plantear cada tipo de nivel y asociarlo a una interpretación ayuda a identificar a qué vamos a jugar y al mismo tiempo, para otros jugadores, lo encasilla demasiado.
Y esto probablemente sea uno de sus grandes peros: no sacar provecho de cada planteamiento. Algo que, de nuevo, achacaremos los más viejunos del lugar. Seremos nosotros precisamente los que más valoremos ese esfuerzo por introducir unas mecánicas tras otras hasta llegar a unos jefes finales muy inspirados. Seguramente lo mejor de un título que, en dichos momentos, da protagonismo a la Princesa Peach que todos conocemos y a unos enemigos dignos de mención con mecánicas exclusivas para ellos que saben poner la guinda a cada piso, o mundo, del propio teatro.
Además, el cambio estético en cada nivel afecta no sólo al escenario y su acabado, si no también a las animaciones de Peach, poses e incluso el ritmo que lleva en la sangre y que demuestra al dejarla respirar en el escenario. Princess Peach: Showtime! es un juego que entra por los ojos, se queda con nosotros unas ocho horas mientras nos acompaña con melodías simpáticas, meramente cumplidoras, que encajan como un guante con su filosofía de tocar todos los palos y estilos posibles, tal como demuestra en lo jugable.
Variado y bonito.
Versión del juego analizada 1.0.0
