Los maestros de las novelas visuales Spike Chunsoft han querido ir un paso más allá en el género con su, hasta ahora, última propuesta. Master Detective Archives: RAIN CODE es en esencia un juego de leer y de ir desenrollando una historia, solo que esta vez nos moveremos por una ciudad recreada enteramente en 3D mientras recabamos pistas y conocemos a personajes de lo más variopinto.
Que no pare la lluvia
Puede que el principio de este RAIN CODE (permitidnos acortar así su nombre) no parezca de lo más original, con un chico, Yuma Kokohead, despertando en una estación de tren sufriendo amnesia, pero todo lo demás sí lo es, aunque con matices, porque no tardaremos ver influencias de otros productos audiovisuales o incluso de otros videojuegos que también tengan al misterio como base, pero es innegable que, pese a todo, el título que nos ocupa tiene entidad propia; y ojalá los suficientes mimbres como para convertirse en toda una saga.
Da comienzo así una aventura cuyo primer misterio es a la vez un tutorial de todo lo que nos vamos a encontrar más adelante, y es que en las 25 o 30 horas que estemos frente a la pantalla el esquema tenderá a repetirse, aunque el equipo se las ha ingeniado para que cada caso tenga sus particularidades, especialmente en las fases de investigación, más libres y donde tocará ir con la lupa a cuestas escudriñando bien cada rincón. Recabar pistas es fundamental para después enfrentarnos con garantías al Laberinto Misterioso, una materialización de ese mismo misterio y que guarda bastantes paralelismos con los palacios de Persona 5 y Persona 4. Aquí Shinigami, un fantasma que nos acompaña desde el principio y que solo nosotros podemos ver, se transformará en una despampanante chica de pelo rosa que además resulta ser una deidad de la muerte. Imaginad por tanto, y más viniendo de un equipo japonés, la cantidad de chascarrillos picantes que puede haber, y es que RAIN CODE hace muy bien en mantenerse fiel al principio de diversión y no se deja arrastrar por corriente alguna. ¿Es Shinigami un cliché? Y Yuma siendo tímido, y cualquier personaje de cualquier obra de los últimos 50 años, lo importante es llevar bien esos tópicos y no caer en las banalidades, y aquí se rozan, pero no se ahonda en ellas.
Por supuesto no son los únicos personajes, porque formamos parte de la Organización Mundial de Detectives, en la cual todos sus integrantes tienen lo que se ha dado en llamar un talento forense, o lo que es lo mismo, una habilidad especial que, bien entrenada, sirve para resolver misterios que de otra manera quedarían relegados a un cajón con los culpables campando a sus anchas. Esta es la gracia del juego, y es que nosotros no parecemos tener ningún poder particular, por lo que, al menos al principio, tocará tirar de pura deducción. En RAIN CODE no se da nada por supuesto (sorprende hasta qué punto se contraargumenta) y, una vez en los Laberintos Misteriosos, lo que tocará será combatir a base de usar las pistas que antes hayamos descubierto en los duelos conocidos como razonamiento a muerte, llamadas aquí claves. Estas las vomita literalmente Shinigami, y es que la diosa no se corta un pelo, nunca. Una vez en combate contra quienes traten de encubrir el misterio tocará esquivar sus argumentos para, en el momento oportuno y al percatarnos de una contradicción, dar una respuesta cortante (literal, con una espada) que haga tambalearse al enemigo. Un sistema particular donde se agradece enormemente que hasta los textos ingame se hayan traducido al castellano. Las voces por su parte son en inglés y japonés, con una sincronización labial, especialmente en el idioma de Shakespeare, bastante deficiente, todo sea dicho.
No es esta la única mecánica que nos encontraremos en los Laberintos, pues en ellos también habrá tiempo para elegir entre bifurcaciones, resolver puzles (sopas de letras más bien) con un toque picantón, tirar de reflejos y completar QTE (Quick Time Events, pocos y que no están mal en cuanto a animaciones, al menos). Todo ello mientras no paramos de conversar, claro está, porque esto sigue siendo una novela visual, no sabemos si camuflada, pero sí evolucionada. Una lástima que las misiones secundarias no estén a la altura (¿cuándo lo están?), sobre todo porque son extremadamente guiadas. En el mapa hay un icono que nos indica quién tiene una misión, otro para saber con quién hemos de hablar para continuarla y así hasta que la resolvemos. El trabajo detectivesco aquí queda reducido a leer las conclusiones que sacan Yuma y Shinigami por sí mismos, ya que apenas participamos en estos pequeños casos. La miga, evidentemente, está en las misiones principales, con la organización Amaterasu viendo cómo nos adentramos en sus entrañas y tratando de pararnos los pies, no sea que trunquemos sus aspiraciones de seguir gobernando con mano firme la ciudad de Kanai, una urbe que a su vez será la clave de un misterio de proporciones globales.
Esta, la ciudad, es la otra gran protagonista de RAIN CODE. Aquí siempre llueve, por lo que encontraremos desde apasionados por la lluvia a gente harta de la humedad, y nos lo harán saber. No es un juego de mundo abierto como habréis podido leer, sino que Kanai es una ciudad dividida en distritos interconectados por los que ni siquiera podemos andar libremente. Los muros invisibles son una constante, y es a veces ridículo cómo tenemos que ir hasta un paso de cebra para cruzar al otro lado. Por fortuna contaremos con servicio de autobús (teletransporte), aunque no siempre estará habilitado y tocará patear. No pasará nada, así encontraremos los coleccionables que nos desbloquearán charlas con otros detectives y conoceremos a gente de lo más particular que ayudarán a conformar un ambiente muy bien llevado solo ensombrecido por la inexperiencia del equipo en cuestiones técnicas.
Y es que RAIN CODE tiene unos valores de producción bastante altos, sobre todo para el género en el que nos encontramos, pero tiene detalles que lo alejan de la excelencia. Para empezar, el uso del Unreal Engine 4 siempre es peliagudo en una máquina como Nintendo Switch, sistema que ha recibido en exclusiva el juego por ahora, ya que no se comporta mal pero a veces crea un efecto granulado no demasiado atractivo. También falla a la hora de representar la lluvia (parece mentira), ya que esta en ocasiones no es más que una textura en primer plano que quiere parecer agua cayendo y donde el suelo no se moja como tal, sino que es otra textura que gira en sentido antihorario simulando el caos que producen las gotas al impactar contra el suelo. No se da siempre este efecto tan poco agraciado, solo en contados escenarios, pero cuando se da, lo ves. Igual ocurre con la iluminación, que no es mala pero donde faltan reflejos, sobre todo en una ciudad gobernada por los neones. Esas son las pegas a un apartado artístico por otra parte muy logrado donde destacan los diseños de los personajes, protagonistas y secundarios, y el de la ciudad en sí, con sus callejones, subterráneos, comercios y un largo etcétera de puntos que merecerá la pena visitar.
Ya hemos visto por lo tanto que RAIN CODE no es perfecto, pero es todo un soplo de aire fresco igual que en su día lo fue Ghost Trick: Detective Fantasma, título que acaba de llegar remasterizado a la consola y que hará que los entusiastas de los detectives y lo sobrenatural estén de enhorabuena.
