Tras una temporada con escasez de títulos dentro del género de terror, llevamos en los últimos días varios lanzamientos de algunos exponentes para demostrar que el género sigue en forma, y algunos además llegan con ideas nuevas bajo el brazo. Este es el caso de The Sorrowvirus: A Faceless Short Story, un juego que promete darnos lo que dice en su titulo: una corta aventura de terror.
En el purgatorio
La historia de The Sorrowvirus nos pone en la piel de Wyat Heyll, un joven chico que padece cáncer terminal, cuyos padres le han administrado un virus creado científicamente con propiedades extraordinarias que permiten regresar de la muerte a aquellos quienes lo padezca. Comienza así esta trágica historia, en donde debemos conocer la vida de Wyat para comprender que a veces la vida puede ser más dolorosa que la propia muerte… o no.
La jugabilidad de The Sorrowvirus es la propia de las aventuras gráficas, en donde debemos explorar escenarios llenos de detalles buscando audios y textos en donde nos cuentan el trasfondo de la historia, y resolviendo sencillos puzles para poder avanzar por el purgatorio.
El principal problema del título no es la historia, ya que en sí es interesante y nos la cuentan envolviéndola en misterio, si no el propio desarrollo del juego. En donde todo se desarrolla sobre escenarios lineales, de forma lenta y sin una premisa clara sobre qué hacer o a donde dirigirnos desde el comienzo.
Escondido en las sombras
En cuanto al apartado gráfico, destacamos la cantidad de detalles que componen los escenarios llegando a ser incluso perturbadores, así como los efectos luminosos que se han transportado sorprendentemente bien a la híbrida de Nintendo.
En el otro lado de la balanza tenemos texturas demasiado simples y repetidas congelaciones de pantalla que suceden a menudo cuando va a aparecer algo en pantalla reduciendo el efecto sorpresa del acontecimiento. También pensamos que tanto colorido en la imagen rompe algo con la ambientación tenebrosa que se intenta conseguir.
En lo sonoro, tenemos buenos efectos y composiciones tan buenas como escasas, pudiendo llegar a cansar. La duración del The Sorrowvirus es la prometido, rozando casi las tres horas de misterios y sobresaltos varios.
The Sorrowvirus: A Faceless Short Story nos da lo que nos promete, una historia perturbadora que en sí resulta interesante, pero que se ve empañada la experiencia por un desarrollo jugable poco intuitivo, aún por lo lineal de su ejecución. A pesar de todo sigue siendo una opción a tener en cuenta en el género cuando ya hallamos devorado todo.
