Lone McLonegan: A Western Adventure es uno de esos títulos que no dejará indiferente a nadie. Con una clarísima inspiración a títulos como Monkey Island o Day of the tentacle, esta aventura gráfica trata de transportarnos a una época donde el género creó verdaderas obras maestras. Pero, ¿logra cumplir su objetivo o se queda en el intento? Acompañadnos a lo largo de nuestro análisis para saber si lo han conseguido.
Una aventura muy disparatada
Lone McLonegan era el forajido número uno del salvaje oeste, pero Bragg Badass le ha robado el puesto. Con un robo sin precedentes, Bragg ha logrado arrebatarle también el puesto del más buscado, y Lone no está dispuesto a permitirlo. Para ello, Lone va a robarle a Bragg todo el oro que le ha hecho alcanzar el primer puesto. Nuestra misión es sencilla, robar el banco más seguro del viejo oeste y donde está guardado todo ese oro.
Con esta historia tan sencilla, Lone McLonegan: A Western Adventure nos invita a resolver diferentes puzles y situaciones tal y como se hacía en las aventuras gráficas de la edad de oro. Su jugabilidad es muy sencilla, aunque en ocasiones nos va a poner en más de un apuro. El título es un point&click en toda regla, donde tenemos que llevar el cursor con el stick izquierdo al lugar donde queremos realizar la acción. Las acciones suelen ser las clásicas del género: desde mirar o hablar, hasta coger un objeto o interactuar con ellos. Tenemos nuestro inventario con los elementos que hemos ido recolectando a lo largo de la aventura y que vamos a poder usar para salir airosos de las diferentes situaciones que vamos a ir encontrando.
Como podéis observa, Lone McLonegan: A Western Adventure es una aventura gráfica que imita a las creadas en los años 90 y que trata de trasladar a la actualidad las mismas sensaciones y jugabilidad de esa época. Esto también se puede trasladar a la dificultad del título, ya que desde el minuto 0 vamos a encontrarnos con situaciones que nos hacen estrujarnos el cerebro para tratar de encontrar la solución a los diferentes problemas que vamos a ir encontrando y que nos van a permitir continuar la historia. Como punto positivo, el juego está en castellano, por lo que todo aquel que decida jugarlo va a enterarse perfectamente de su historia y de los continuos guiños que van a ir apareciendo.
Imitando a los grandes clásicos
A nivel gráfico, Lone McLonegan: A Western Adventure intentar ser similar a los juegos más clásicos de LucasArts, por lo que los jugadores más veteranos vamos a encontrarnos con un título que nos recuerda a grandes juegos como Monkey Island o Day of the Tentacle. El pixel art es prácticamente similar, simulando así la estética más reconocida de las aventuras gráficas de los años 90.
En el apartado sonoro es quizás donde más flojea el título. Su banda sonora en ocasiones es un poco repetitiva, aunque eso también ocurría en los años 90. Desgraciadamente no vamos a encontrarnos con un tema que sea tan icónico como el de Monkey Island, pero su ambientación cumple bien y nos acompaña a lo largo de toda la aventura sin ser excesivamente pesada.
Lone McLonegan: A Western Adventure es uno de esos juegos que se agradece poder jugar en modo portátil en Nintendo Switch, ya que no se nota ningún cambio a la hora de jugarlo en modo sobremesa o no.
Lone McLonegan: A Western Adventure. Por un puñado de dólares
Es difícil recomendar un juego así para aquellos jugadores que no deseen complicarse mucho jugando, pero Lone McLonegan: A Western Adventure es una aventura gráfica que se debería tener muy en cuenta si os gusta el género. Con una clara intención de homenajear a los juegos más importantes, este título está plagado de guiños y referencias a la cultura popular.
Desde Revogamers os animamos a que le deis una oportunidad a este título, ya que sus desarrolladores han demostrado el gran cariño que le tienen a las aventuras gráficas de los años 90 realizando un homenaje en forma de videojuego. Sin lugar a dudas, y posiblemente no nos equivoquemos, tanto los jugadores más veteranos como los más jóvenes van a disfrutar de este juego si deciden darle una oportunidad.
