Gigantosaurus: Dino Kart pone sobre la mesa una nueva propuesta juvenil con la base instaurada por Mario Kart hace años. La popular serie infantil protagonizada por unos simpáticos dinosaurios da el salto a los videojuegos de velocidad.
Para los más peques
Hace poco, visitamos Villa Pitufo con un juego que parece casi calcado al que tenemos entre manos. Gigantosaurus: Dino Kart propone tres copas de cuatro circuitos para alzarnos con la victoria. Y como no podía ser de otro modo las carreras estarán repletas de ítems a recoger para lanzarlos contra alguno de los cinco rivales que compiten con nosotros. Obviamente adaptados visualmente al mundo prehistórico, al igual que los vehículos, pero con las mecánicas que ya conocemos.
El multi local funciona muy bien.
Conociendo su base jugable, el modo de afrontar los circuitos es algo distinto conceptualmente pero no en la práctica. Aquí contamos con un modo historia, sin historia, que simplemente permite jugar todos los circuitos de forma secuencial, uno tras otro, para desbloquear nuevos personajes y skins visuales de sus vehículos tras la finalización de cada torneo. La lástima es que este modo está limitado a un sólo jugador, dejando relegado divertirse con otros amigos a los clásicos torneos o carreras independientes e impidiendo desbloquear cosas en compañía.
Gigantosaurus: Dino Kart es un título muy enfocado al público juvenil: las carreteras son amplias, las curvas asequibles e incluso los ataques son claramente visibles y de fácil acceso, presentándose más como bifurcaciones o caminos alternativos. Si a esto le sumas que la dificultad, a pesar de contar con tres categorías, no suponen ningún tipo de desafío queda claro quienes serán los que más lo disfrutarán.
Es un título muy enfocado al público juvenil: circuitos amplios, curvas asequibles y baja dificultad.
Un producto comedido
Por todo esto que comentamos, no esperéis más contenido fuera del ya mencionado. Al menos, la posibilidad de competir hasta cuatro jugadores al mismo tiempo hará más amenas alguna que otra tarde en familia porque es precisamente lo que pretende el título. Echamos en falta más variedad de personajes (se suman unos pocos al escueto elenco inicial) u otros alicientes para seguir jugando más tiempo.
Y en esencia, se deja entrever demasiado pronto el descuidado aspecto visual en la híbrida. Todo se encuentra demasiado borroso, el trato de los sombras hace que los personajes se vena poco definidos, y las texturas son claramente mejorables. A cambio el juego muestra una buena fluidez en todo modo y se permite algún que otro efecto visual resultón. Eso sí, en ningún momento se aprecia el particular y identificativo estilo visual de la serie lo que es una auténtica pena.
Técnicamente es un producto poco cuidado.