Entre el extenso catálogo de la exitosa Wii figuran algunos títulos que si bien no alcanzaron una gran popularidad y pasarón relativamente desapercibidos, sí que consiguieron ganarse un buen hueco en las bibliotecas de muchos jugadores, que a día de hoy los siguen recordando con cierto cariño. Uno de estos es de Blob, desarrollado por la ya desaparecida Blue Tongue y el cual el próximo mes de septiembre cumplirá la década desde su lanzamiento en la consola de sobremesa de Nintendo.
Conocedora del buen producto que tienen entre manos, THQ Nordic no ha dudado en extender el número de plataformas disponibles para este título gracias a Blitworks, desarrolladora especializada en la adaptación de videojuegos a diferentes sistemas. De este modo, la rebelde bolita de pintura se acerca ahora a los jugadores de Nintendo Switch con el mismo divertido y colorido plataformas de 2008, el cual si bien no es para nada perfecto no lo necesita para garantizar muy buenas dosis de diversión.
Hay tinta más allá de Splatoon
Es probable que al oír hablar de tinta dentro del terreno de los videojuegos muchos automáticamente piensen en Splatoon, pero antes de que esta saga irrumpiera en Wii U hubo otro gran exponente para ello, de Blob. Si bien este también cuenta con multijugador, únicamente mediante pantalla dividida, y el objetivo a grandes rasgos se puede reducir también en regar neutros escenarios con color, este es el único mínimo común denominador entre ambos.
¡Abajo los deberes, y fuera los uniformes! Del mismo modo que aquel capítulo de los Simpsons en el que el director Skinner consigue oprimir a los alumnos mediante grises uniformes, acabando con tal régimen una lluvia que devolvió los colores a tan monótono escenario, la premisa seguida por de Blob es la misma. Nuestro enemigo es una malvada Corporación I.N.K.T., que irrumpe en la colorida Ciudad Chroma eliminando todo rastro de gama cromática y sometiendo a sus alegres habitantes. Pero no todo está perdido, ya que la resistencia no tardará en aparecer, con Blob como principal protagonista y personaje que controlaremos para tal tarea.
De esta manera, a base de cargar a Blob de pintura, saltar y deslizarlo por todos los edificios, mobiliario urbano y demás elementos repartidos por el escenario, el cual se irá ampliando poco a poco en cada misión abriendo diferentes puertas, impregnaremos todo con tinta, estando esta limitada en usos mediante puntos de pintado. Pintura que además se combinará cada vez que recojamos un color distinto al que ya tenemos. Además de su historia, también tienes la posibilidad de pintar por libre en los escenarios visitados durante la campaña o de hacerlo en compañía mediante pantalla dividida para hasta cuatro jugadores.
Bota, bota, la pelota
Sin lugar a dudas estamos ante un título con escasa o nula profundidad, cuyo modo principal se basa en recorrer un espacio abierto con el único fin de conquistar el territorio a base de golpes de tinta antes de que el cronómetro marque cero, pero esto no conlleva en absoluto que acabes aburriéndote pasadas unas pocas horas. Para fomentar que te mantengas pegado a la pantalla cuentas con pequeños desafíos que miembros de la resistencia te invitarán a completar, como cubrir con una determinada pintura una zona con la mayor rapidez posible, existiendo además algunas grandes estructuras que nos requerirán directamente grandes puntos de pintado para hacerte con ellas, ganando a cambio tiempo extra. No faltan tampoco los enemigos, los cuales como no podía ser de otra manera son combatidos también a golpes de pintura, enturbiando estos con sus ataques a Blob y pudiendo acabar con él, aunque el verdadero rival a batir es el tiempo.
Es necesario además hacer mención especial también al hecho de que al colorear una manzana liberaremos a sus habitantes, los radiantinos convertidos por los I.N.K.T. en tristes grisianos, que tendremos que pintar. Con ello desataremos eufóricas celebraciones, haciendo que esto junto a la propia alegría que ofrece el escenario tras nuestro paso hagan que el propio ambiente desatado nos llame a continuar nuestra misión, algo que la tonalidad de grises y aspecto vacío de su comienzo produce el efecto opuesto. Y es que en de Blob el diseño es otro de sus puntos fuertes, con un apartado artístico que cumple en buena medida y destila personalidad. Estos se ve enriquecido además con el trabajo sonoro, en el que cabe reseñar que al comienzo de cada misión tienes que escoger la banda sonora, en la cual nuestros movimientos marcan sus compases, pequeños detalles que en su conjunto hacen más redonda la experiencia.
Remasterización de claroscuros
Pese a que en su conjunto es innegable que estamos ante un producto más que correcto, de Blob debe evaluarse manteniendo la misma línea seguida para todo este tipo de trabajos, ya sean remasterizaciones o remakes, exigiéndose un plus de trabajo que lo mejoren respecto al original a cada cual de ellos más. Es por esto que aquí encontramos los principales puntos negativos, pues a pesar de que visualmente cumple, a excepción de los menús, habiéndose hecho para ello un trabajo más que suficiente teniendo en cuenta el punto de partida, seguimos encontrando pequeñas limitaciones ya reseñadas hace diez años.
En este sentido destacamos como más acentuado el problema con el control, el cual no solo peca de falta de precisión sino que en combinación con las dificultades a la hora de mover la cámara, indócil y vaga aun con la sensibilidad al máximo, hacen que el desplazarte resulte igual de tedioso que hace años, distando en buena medida de la fluidez de otros títulos de plataformas, como todos aquellos a los que nos tiene acostumbrados (o malacostumbrados) la propia Nintendo. No es una limitación que empañe en gran medida la experiencia, pero sí que era una de las principales exigencias que se hacían a esta revisión.
Por otro lado, y ya no dentro de los requisitos indispensables demandados para esta remasterización, no habría estado de más algún nuevo modo o añadido extra a los ya existentes, como puede ser la incorporación del multijugador local a la propia historia, en donde siempre viene bien la ayuda de otra persona.
Conclusiones sobre de Blob
de Blob es un título para todos los públicos cuya mayor virtud es el buen rollo que transmite, lo cual mediante su jugabilidad sencilla en combinación con el colorido y divertido diseño y, más importante aún, su nada desapercibida música, no cesan en su motivación para que continúes jugando, pese a lo repetitivo que puede parecer la propuesta sobre el papel. En contrapartida, los pocos esfuerzos en corregir las limitaciones del original hacen que aquellos que ya lo hayan disfrutado antes vean motivos insuficientes para volver aquí, salvo que la nostalgia sea su principal baza.
Desconocemos hasta qué punto podría ser posible un tercer capítulo de esta saga tras el cierre de sus responsables Blue Tongue en 2011, pero la principal pregunta que nos ha dejado en el cuerpo tras finalizarlo es cómo luciría una nueva y evolucionada entrega acorde con los avances de la industria estos años, tanto en materia jugable como técnica.