En 2021, Nintendo sorprendió a propios y extraños trayendo de vuelta en forma de remakes una saga que llevaba olvidada más de 30 años, desde los tiempos de la NES. 35 años después, Nintendo vuelve a sorprendernos lanzando Emio, la tercera entrega de Famicom Detective Club, con una historia llena de misterio, un acabado que luce tan bien como los remakes de las dos primeras entregas e incluso con una producción más elaborada y, con la satisfacción de muchos, con un lanzamiento en físico y totalmente traducido al castellano. Si los milagros existen este debe ser uno de ellos.
Honor de detective
Este titulo nos lleva a investigar al autor de una serie de asesinatos cometidos a lo largo de 18 años en donde las víctimas son halladas estranguladas y con una bolsa de papel con una cara sonriente colocada sobre sus cabezas, lo que parece ser el sello del asesino y el punto de partida de la investigación ¿Quién será el responsable de estos actos tan macabros?
La propuesta jugable de esta saga anda a medio camino entre las aventuras gráficas y las novelas visuales, sin terminar de casarse con ninguna. La dinámica es sencilla y deja poco espacio para variaciones. En concreto, nos dedicaremos a conversar con los personajes que aparecen en pantalla y a observar los diferentes escenarios que visitamos en busca de detalles de interés. Para así, poco a poco, recabar más información que nos lleve en dirección a encontrar a nuestro culpable.
Para poder interactuar con todos estos elementos que aparecen en pantalla, Emio – El sonriente: Famicom Detective Club pone a nuestra disposición una serie de comandos con el que poder seleccionar las acciones que realizar nuestro joven detective protagonista. De este modo, se rompe la barrera que nos hace creer que tan solo estamos leyendo una serie de diálogos, haciendo partícipe al jugador en la historia que nos están contando mediante la toma de decisiones y aumentando la inmersión en el juego.
Lejos de entorpecer la narración del relato o de ser una excusa para dotar la propuesta de un formato más videojuego, lo cierto es que favorece la inmersión y nos ayuda a ponernos en la piel del protagonista. Me explico. La acción principal y más habitual es la de hablar con los diferentes personajes sobre diferentes temas de interés hasta que la conversación llegue hasta un camino sin salida. Momento en el cual debemos otro comando, ya sea ‘’Pensar’’ para destacar algo que se haya dicho o ‘’Examinar’’ a los personajes cuando manifiesten una emoción en función de los hechos observados. Desbloqueando, así, nuevos indicios y caminos por donde hacer avanzar la trama.
Tu papel en esta historia
Uno de los aspectos que se debe destacar de Emio – El sonriente: Famicom Detective Club es la caracterización que se le ha dado a todos y cada uno de los personajes. Todos están bien escritos, son carismáticos y no caen en tópicos ni comportamiento excéntricos, lo que otorga mayor realismo a la trama.
Por otro lado, no podemos dejar pasar la oportunidad de alabar al increíble trabajo de doblaje que se ha llevado a cabo que, aunque solamente está en japonés, nos ayudan a contextualizar y enfocar el tono con el que se llevan a cabo las conversaciones y las diferentes situaciones que viviremos en esta intrigante aventura. Además de demostrar los altos valores de producción que se han llevado a cabo en comparación con otras propuestas similares dentro del género.
El apartado artístico recupera el diseño presentado en los remakes de las anteriores entregas mostrando imágenes estáticas de carácter animado de gran calidad y detalle, en el que de vez en cuando sorprende con animaciones realizadas con técnicas cel shading bastante llamativas por lo chulas que quedan. A pesar de su carácter colorido, el tono que se le consigue dar a la aventura es pulcro y serio.
A pesar de que no podemos ocultar nuestro entusiasmo con Emio – El sonriente: Famicom Detective Club, lo cierto es que hay varios aspectos a destacar dentro de sus puntos negativos. Por un lado está en que se trata de una propuesta sencilla dentro de su plano jugable y con un desarrollo extremadamente lineal. Aquí lo importante es conocer la historia de Emio, el sonriente y el motivo por el cual ha cometido todos esos escalofriantes asesinatos. Así que nos podemos ir olvidando de resolver ningún tipo de puzle o acertijos extremadamente rebuscados. Aquí las pistas se dan a cuentagotas y es mediante la propia lectura como se va produciendo el avance en la aventura.
También podemos achacar que ciertos tramos se alargan más de lo necesario con conversaciones que no llevan a ningún sitio y diálogos estirados como un chicle que entorpecen el ritmo de la narración. Por otro lado, está la necesidad incesante de recapitular todos los sucesos importantes, que a pesar de ser un juego con una calificación PEGI de +18, parece ser que no se tiene demasiada confianza en que el jugador tenga una comprensión lectora desarrollada.
De esta manera, se pone a nuestra disposición una historia de misterio muy bien escrita, que nos mantendrá pegados a la pantalla de principio a fin, sabiendo mantener la intriga sin engaños hasta el final, mostrando respeto en todo momento por el jugador y la historia que nos están contando. Puede que no arriesgue ni innove nada dentro del género, pero existe bastante valor en querer hacer las cosas bien y conseguirlo de la forma que lo hace Emio – El sonriente: Famicom Detective Club.
Versión del juego analizada: 1.0.0