Konami no tiene la presencia en el mundo de los videojuegos que tuvo hace más de una década, pero sabe que su historia tiene fuerza. Tras dos previas colecciones que reunían muchos títulos de la saga de los Belmont contra Drácula, llega ahora Castlevania Dominus Collection a NIntendo Switch para traer los tres juegos de Nintendo DS y el arcade Haunted Castle (con versión renovada), dejando así casi todas las entregas 2D de la franquicia (seguimos esperando Symphony of the Night) en las nuevas consolas.
Dominus Selection
Esta colección de juegos incluye Dawn of Sorrow, Portrait of Ruin y Order of Ecclesia traídos desde Nintendo DS con la opción de colocar en nuestra consola o TV varias pantallas. Es decir, podemos colocar la pantalla de juego y una más (al estilo DS pero en horizontal), o bien colocar dos secundarias y dejar que la de juego sea más grande, y así disponer de información adicional y el mapa en cualquier momento. La manera de hacerlo está bastante bien y es cómodo a la vista. Además, la emulación es bastante decente y, teniendo en cuenta la resolución original y la calidad de audio, el resultado es más que positivo.
Además de estos juegos, una galería y un modo para escuchar música de todos los juegos, se incluye Haunted Castle, el juego arcade de la franquicia que ya estaba en el recopilatorio arcade de Konami. Sin embargo, esta vez llega no solo en su versión original, sino en una Revisited, con un trabajo similar al que se hizo con la Rebirth de Castlevania Adventure en Wii. Es decir, mejora el estilo gráfico, se incluyen adaptaciones en el control para huir de los estándares de la época (deja moverse un poco en el aire tras hacer el salto) y, en general, se siente más cómodo. Sigue siendo una experiencia de una hora que puede ser de las peores de la saga, pero ahora lo es siendo un título decente.
Antes de hablar de cada título de los principales en sí mismos, se debe hablar de los cambios y mejoras introducidos en todos ellos. Además de las variaciones de las pantallas (entre la que echamos de menos un TATE mode para portátil y emular mejor a DS), tenemos la posibilidad de guardar la partida en cualquier momento, un rebobinado de los últimos segundos de juego, un bestiario completo (cuidado con los spoilers) y opciones de control táctil o con un puntero para las acciones de la pantalla táctil de la consola original. Otras acciones que requerían mayor rapidez (especialmente en Dawn of Sorrow) han añadido la posibilidad de poder ejecutarse con botones en un QTE, por lo que al final encontramos que esta versión hace que sean muy disfrutables los juegos en la actualidad.
Drácula, Vampire Killer y la ausencia de los Belmont
Dawn of Sorrow es el primer juego de la lista, y una secuela de Aria of Sorrow de GBA. Situado en el año 2036, casí 37 años después de que Drácula muriera para no poder resucitar nunca más, encarnamos a Soma Cruz, un joven que debe detener al mal una vez más haciendo uno de diferentes armas, pero también de las almas de los monstruos que derrota (no siempre aparecen). Su jugabilidad es la clásica del género, con caminos que se van abriendo conforme avanzamos, derrotamos jefes y conseguimos almas que nos dan habilidades para acceder a lugares antes inaccesibles. Además, incluye un Boss Rush y un final malo que nos da la posibilidad de jugar con Julius Belmont, Yoko Belnades y Genya Arikado.
Portrait of Ruin es un título en el que los jovenes Jonathan Morris (“heredero” del Vampire Killer pese a no ser digno de su uso) y Charlotte Aulin deben, siguiendo los pasos de los protagonistas de Castlevania Bloodlines, del que es secuela, hacer frente al mal en plena Segunda Guerra Mundial. En este juego podemos manejar a ambos personajes y tener al segundo de apoyo manejado por la IA, y cada uno de ellos cuenta con sus propios objetos y habilidades únicas para avanzar y atacar. Su desarrollo cuenta con un castillo grande abierto y con varios cuadros que, si nos adentramos en ellos, nos ofrecen escenarios más lineales que serían la evolución de la fórmula retro de la saga.
Por último está Order of Ecclesia, ambientado entre Symphony of the Night y Portrait of Ruin, en un mundo en el que no hay Belmont y por lo tanto son órdenes religiosas las que hacen frente a Drácula a través del uso del Dominus. Nuestro papel es el de Shanoa, una chica que tiene el poder de absorber y utilizar glifos para atacar mágicamente (consumiendo magia que se va rellenando, como la estamina que hoy vemos en mil juegos), por lo que estamos ante un híbrido entre los dos anteriores juegos, pero con más opciones de movimiento, un estilo visual mucho más llamativo y original y un mundo distribuido por zonas (incluyendo una ciudad con personajes con los que hablar y misiones a lo Simon’s Quest que le sienta muy bien. Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores juegos de la franquicia y su historia guarda giros interesantes.
Todo en Castlevania Dominus Collection demuestra un gran trabajo de optimización y cuidado. Además todos los juegos pueden jugarse en su versión japonesa u occidental, por si alguien quiere ver los originales. Eso sí, hay presentes algunos pequeños errores en la traducción de los menús que esperamos ver corregidos pronto. Por su parte, los tres juegos están en castellano y con la traducción de su momento, fiel y bastante buena. Por lo tanto, sin barrera de idioma, estamos ante una colección que es imprescindible para cualquier amante de la saga o del género, haya o no jugado a las ediciones de Nintendo DS. Y si no te gustan pero eres seguidor de la música de videojuegos, piensa que te llevas unas señoras bandas sonoras que vienen con varios juegos de regalo.
Versión del juego analizada: 1.0.0