Análisis de Dragon Ball Z: Kakarot

Namco Bandai es una de las compañías que mejor nos lo está haciendo pasar este año gracias a todos los lanzamientos que ha realizado. En esta ocasión traen a nuestras Nintendo Switch la última gran aventura de Son Goku en Dragon Ball Z: Kakarot + A New Power Awakens Set, en donde libraremos los combates más épicos de la serie en un juego que saca músculo técnico en la híbrida de Nintendo.

Tu y yo, siempre juntos

Dragon Ball Z: Kakarot es un juego de acción y rpg en donde libraremos las batallas más míticas de la serie y muchas más. Controlamos a Son Goku, Piccolo Son Gohan y a más personajes principales, a la par que nos reencontramos, e incluso nos enfrentamos, con muchos otros conocidos durante el arco argumental que va desde la llegada de los Sayans a La Tierra hasta la lucha definitiva contra Cell y mucho más.

El componente principal de la jugabilidad de Dragon Ball Z: Kakarot son los combates, y la que más nos ha gustado. Este ofrece múltiples posibilidades. Tenemos los comandos básicos que consisten en atacar con puñetazos y patadas; el botón de bloqueo y el de esquivar, siendo este último esencial pues al realizarlo en el momento justo coloca al contrincante en una posición de debilidad; podemos bolas de energía (que consumen Ki) y tenemos un botón para rellenar la barra de Ki.

Mantener esta barra de Ki lo suficientemente llena es de suma importante para poder realizar los ataques especiales, como el famoso Kamehameha de Goku. Nuestros personajes cuentan con una cantidad considerable de ataques especiales, que se van desbloqueando a medida que realizamos misiones o eventos secundarios. Podemos asignar hasta un total de cuatro de estos ataques al mismo tiempo y para ejecutarlo solo hace falta la combinación de dos botones.

También habrá batallas bastante épicas en las que combatimos junto a un compañero y tenemos que ejecutar el ataque de los dos personajes al mismo tiempo y en tiempo real. Otros de los momentos más épicos que nos vamos a encontrar en el juego es el protagonizado por los combates finales, en el que nos enfrentamos a los adversarios más poderosos en combates de lo más impresionantes y variados.

Volando, siempre arriba

A medida que ganamos combates y superamos misiones nuestros personajes suben de nivel, haciéndose más fuertes al aumentar su cantidad de vida y realizando ataques más dañinos. También podemos darles alimentos y materias primas que encontramos en el mapeado con el que aumentar sus atributos. Además, podemos asignar objetos para ser utilizados en combates, ya sea para regenerar vida o para generar alguna alteración de estado, que nos permite diseñar estrategias para los combates más difíciles.

Tenemos a nuestra disposición en Dragon Ball Z: Kakarot un enorme mapa por explorar. Recorreremos los bastos mundos, los escenarios más emblemáticos y los lugares más especiales del mundo de Dragon Ball. Sorprende la gran fidelidad con la que se han recreado todos los lugares.

En nuestra exploración por este enorme mapeado vamos a encontramos con personajes con los que hablar, las misiones secundarias, enemigos, infinidad de orbes que recoger y con los que mejorar nuestras habilidades, e incluso algunos secretos. Y con todo esto el mapa no deja de dar una enorme sensación de vacío, siendo uno de los puntos negativos del título. Contemplar está muy bien, pero queremos más chicha.

Luchando siempre hasta el final

El estilo artístico de Dragon Ball Z: Kakarot utiliza una estética manga muy fiel a la serie. Los combates lucen más espectaculares que nunca y la recreación del mundo refleja un gran amor por Dragon Ball que ilusionará a los fans. Se ha hecho un gran trabajo con la versión de Switch, donde técnicamente es sólido como una roca, pudiéndose considerar una versión idéntica a lo visto en otros sistemas de mayor potencia y en el que no hemos podido encontrar objeción alguna (o al menos fallos que no estuvieran en las versiones para dispositivos de sobremesa), lo cual es todavía más sorprendente.

En cuanto a la duración, el juego base nos ofrece más de 25 horas de diversión junto a nuestros personajes favoritos de Dragon Ball, y eso sin contar el contenido adicional que viene incluido ya directamente en la versión de Nintendo Switch. Esta duración tan longeva presenta sus inconvenientes, pues no veremos envueltos en multitud de combates clónicos contra enemigos menores, por lo que en los momentos de menor intensidad a la larga se puede hacer repetitivo. Además, los combates alejados de la línea principal de la historia presentan escaso rato para el jugador.

Estamos ante el mejor y más completo juego de Dragon Ball en lo que a historia se refiere. Sin duda, Dragon Ball Z: Kakarot ofrecerá una gran cantidad de horas de diversión tanto a los seguidores de la serie como aquellos que busquen un buen juego. Además, nos llega a Nintendo Switch con una versión de gran calidad, en la que nos resulta imposible encontrarle fallo alguno y, por si fuera poco, con todo el contenido lanzado hasta la fecha.