The Game Kitchen es un estudio español al que le tenemos el ojo echado especialmente por Blasphemous, su próximo lanzamiento. Sin embargo, antes de traernos la Semana Santa oscura, se adentraron en el territorio de las aventuras gráficas tradicionales con The Last Door, un título dividido en dos temporadas de varios capítulos que ahora llega a Nintendo Switch con una primera parte completamente renovada y varios ajustes para hacer la experiencia lo más jugosa posible.
Hold the door, the last door
En The Last Door nos embarcamos en una aventura en la piel de Jeremiah Devitt que, tras recibir una carta muy especial de un amigo, decide ir de viaje a investigar una muerte particular y un fenómeno paranormal con el que parece guardar relación. La inspiración en Edgar Allan Poe y en H. P. Lovecraft es obvia, pero no se queda solo en eso y las ideas propias para crear su propio puzle.
Lo mejor de la aventura es su ambientación oscura y lúgubre, algo que nos atrapa del inicio al fin de la historia. Es algo que acompaña muy bien a nuestro intercambio de objetos permanente en la resolución de los puzles que vamos encontrando, los que requieren a veces mucha paciencia y visión, ya que es posible que no recordemos bien algún lugar u objeto por el que pasamos hace tiempo, o que incluso tengamos que tirar de ensayo y error ante la duda real sobre qué tendríamos que realizar.
Para adelante y para atrás
En Nintendo Switch, The Last Door incluye control táctil y también tradicional con botones, una serie de extras en forma de galería y todo el lote de capítulos con función de autoguardado. En total nos esperan entre diez y doce horas con una buena historia, buenos elementos narrativos y de diseño, pero con otras decisiones de planteamiento de puzles que podrían estar mejor hiladas, algo que puede frustrar en pequeños momentos, sobre todo cuando vemos pantallas de carga una y otra vez sin saber lo que queremos hacer.
El estilo píxel del juego es un arma de doble filo a la que hay que mirar con cuidado. Por una parte ayuda a crear cierta ambientación y tono para fijarnos en los detalles y no en los personajes, pero por otra a veces no distinguimos bien elementos que resultan importantes o se nos queda una sensación algo pobre en presentación. Gracias al “marcaje de puntos” esto se soluciona en cierta medida, pero está claro que no es un estilo que contente a todo el mundo.
The Last Door Complete Edition llega a Nintendo Switch con una propuesta variada de terror psicológico bien elaborado, pero con pequeños detalles de planteamiento, falta de guía y presentación que le impiden llegar a ser sobresaliente. A pesar de ello es una apuesta dentro de su género muy a tener en cuenta en la consola de Nintendo, y una experiencia con contenido atractivo y llamativo.
