Tras dos años de su primera incursión en el mundo de la agricultura, el gato cósmico por excelencia vuelve en un conservador DORAEMON STORY OF SEASONS: Friends of the Great Kingdom. Esta vez en un lejano planeta pero bajo la misma premisa para ayudar en todo lo necesario junto al resto de la pandilla.
Aquí como en la Tierra
Afincados en un mundo en el que no parece avanzar para ellos, la eterna serie Story of Seasons / Harvest Moon sigue en sus trece, emperrada en mantener prácticamente intacta la fórmula que les llevó a la fama. De ese nacimiento hace la friolera de un cuarto de siglo y por el camino, el pelotazo de Stardew Valley hizo cada vez más importante la vida en la granja de un u otro modo. Y es precisamente su influencia la que nos hace mirar con recelo el título que nos ocupa, por mucho Doraemon que lo protagonice.
Los inventos de Doraemon nos ayudan a lo largo del juego, pero echamos en falta algo más.
Y ni mucho menos por ser un mal título, que no lo es, pero sí por no atreverse en lo más mínimo a dar un paso al frente y explorar nuevos horizontes que le saquen de su propio encasillamiento. Esta vez viajamos a un planeta descubierto por Nobita, que curiosamente es idéntico a la Tierra y se encuentra habitado por otras especies humanas de diferentes lugares. Aquí, como en su precuela, Shizuka, Suneo y Gigante se pondrán a trabajar en el pueblo en diferentes áreas que se sumarán a la capitaneada por el propio Nobita que encarnamos.
Arar la tierra, plantar semillas y regarlas será nuestro principal objetivo, además de labores de pesca, minería o la crianza de animales de granja entre algunas otras. Para ello tenemos un precioso mapa por explorar, con su pueblo, bosques y montañas donde conseguir materiales y alimentos de todo tipo antes de acabar el día. Un día en el que cada acción reduce nuestra resistencia y que bien preparando alimentos, comiendo en el restaurante o simplemente descansando hasta el día siguiente se verá recuperada.
Durante las primeras horas seremos testigos de una historia insípida sin dar prácticamente pie a la práctica
Eso sí, antes de que todo esto ocurra y nos dejen ponernos manos a la obra nos toca pasar por uno de los tutoriales peor llevados a cabo de los últimos años en DORAEMON STORY OF SEASONS: Friends of the Great Kingdom. Durante horas seremos testigos, igual que nuestro pulgar para pasar los textos, de conversaciones de una historia insípida donde se nos explican los conceptos básicos sin dar prácticamente pie a la práctica.
Sin duda, un gran hándicap para los más jóvenes de la casa, y los no tanto, que busquen un producto asequible sobre su personaje favorito. Esto hace que una vez pasado el trauma, a la hora de la verdad uno se sienta desorientado, sin saber muy bien cómo utilizar las herramientas, qué hacer ni a donde ir. Poco a poco veremos las misiones a cumplir, como visitar todos los establecimientos del poblado (con su correspondiente y larga conversación con los tenderos) o plantar un determinado número de cultivos.
Ya con el tablón de anuncios en marcha encontramos misiones de los aldeanos, cada uno con sus necesidades, y la fecha fecha límite para cumplirlas. Esto hará que nuestra relación con ellos aumente, y que obtengamos mejores objetos para mantener el pueblo feliz. Eso sí, sin nada de bodas ni noviazgos.
Cada estación tiene sus cuidados y cultivos propios.
CULTIVOS EN FAMILIA
Como decíamos, lo continuista de su propuesta hace que la fórmula se expanda de forma demasiado limitada frente al anterior título del gato azul y su licencia, una vez más, sea una simple excusa de la que poco se saca partido durante la historia y sus épocas del año. Épocas que contienen sus propias restricciones y particularidades cómo qué insectos podemos cazar o qué podemos cultivar en la tierra durante los treinta días de juego que dura cada una de ellas.
Todo de una forma demasiado rígida que incluso, si somos avispados, nos permite hacernos ricos sin muchos problemas. Eso sí, esta vez para que todo sea mucho más divertido y ameno sobre todo para los más jóvenes encontramos un modo cooperativo en el que un segundo jugador se puede sumar a nuestra partida en cualquier momento. Bajo la piel de Doraemon, podrá ayudarnos en labores con las herramientas básicas para aligerar los trabajos más rutinarios de DORAEMON STORY OF SEASONS: Friends of the Great Kingdom.
Un segundo jugador se puede sumar a la partida para ayudarnos en labores básicas
Un gran aliciente para un título donde el farmeo, nunca mejor dicho, está a la orden del día y más presente que nunca si queremos mejorar las herramientas de trabajo o incluso fabricar muebles para decorar nuestra casa. Horas y horas de juego muy meditadas, bien medidas y que satisfarán a los habituales del lugar pero que sabrán a un “más de lo mismo” demasiado acusado para otros muchos.
Su preciosismo gráfico con ese gran componente ilustrativo de todos los elementos que aparecen en pantalla será suficiente para cautivarnos durante horas. El detalle puesto en cada rincón del título le hace entrar por los ojos de forma inmediata con algunos rincones especialmente bonitos mientras se acompañan de ilustraciones durante la historia, y alguna que otra animación, que hará sentirnos partícipes de un capítulo más de la longeva serie de televisión. Sólo podemos reprocharle un scroll poco suave, algo que se acusa menos si alejamos la cámara.
Además su excelente doblaje al japonés y unas melodías muy agradables y bien elegidas ponen la guinda al cariño puesto para pasar tanto tiempo como deseemos con Nobita y sus amigos. La nota negativa se va para unos tiempos de carga excesivamente altos reduciendo ese factor de inmediatez que tan bien encaja en nuestro bolsillo.
Es un juego precioso y las pinceladas le dan mucha personalidad.
