Si hay un personajes intergenaracional en la historia de la televisión ese posiblemente sea Doraemon. Durante largos años ha estado acompañando a muchas familias y marcando con ello el desayuno, comida o merienda de tantos hogares que aún recordarán muchos de los líos de Nobita y los anhelados artilugios del gato cósmico. Tan numerosos como lo son los productos derivados de esta franquicia, todo un icono de la cultura japonesa, pero que por desgracia no siempre han acabado llegando a estos lares. Es por ello que el lanzamiento y localización de Doraemon Story of Seasons supone una grata noticia que no cabe duda que atraerá a jugadores de todo tipo de perfiles, no solo por el lugar que se ha conseguido hacerse en todos nosotros sino por llegar ahora a través de un género tan accesible y adictivo.
El viaje a ninguna parte
Una de las cosas que más nos ha llamado la atención de Doraemon Story of Seasons, nada más empezarlo, es su historia. Algo que debemos matizar debido al resultado que tenemos delante.
En primer lugar, como no podía ser de otra manera, Nobita vuelve a verse en problemas junto a sus amigos. Mediante una cuidada cinemática que consigue captar toda nuestra atención somos tesigos del hallazgo de una misteriosa semilla que acaba atrapando al grupo en una misteriosa tormenta que los transporta a un lugar desconocido. Tras ese viaje Doraemon se ve desprendido de gran parte de sus herramientas, por lo que no queda otra que explorar la zona para buscar una forma de volver.
Lo que el grupo descubre es un pueblo en el que, pese a sus edades, les va a tocar arrimar el hombro con el resto de habitante en lo que dan con una solución. Sobra decir que aquí Nobita, el personaje a quien nosotros manejamos, le toca hacerse cargo de una granja abandonada. El objetivo final es por lo tanto escapar de este lugar, pero hasta entonces hay que hacer florecer cuanto esté en nuestra mano esta pequeña parcela y ayudar de paso al resto del pueblo.
Pese a ser un claro punto a favor el querer ofrecer una línea argumental a nuestras labores agrícolas y ganaderas, lo cierto es que esta carece de interés. Tanto es así que en algunos momentos como las primeras horas de juego no cesan los diálogos, sin aportar en su mayoría nada, tanto que puedes llegar a sentir por ello la tentación de omitirlos para ir directos al campo.
Fuera tecnología y bolsillo mágico
Una vez superadas todas las presentaciones comprobamos como este es un género que se presta a todo tipo de jugadores, y es que ante todo consigue atraparte e implicarte. Además, todo ello con una formula en la que ante todo reina la tranquilidad y sirve para hacerte pasar un largo rato relajado. No son pocas las veces que incluso retomando las pequeñas labores que tenías pendientes acabas enfrascándote en mucho más.
Las horas de juego transcurren así con total fluidez por lo conocido que resultan sus mecánicas. Ni que decir tiene ya para los que vengan directamente de Harvest Moon o Story of Season, pues sus responsables han trabajado aquí. De manera casi automata ya entramos a interactuar con un entorno del cual somos plenamente conocedores de sus reglas, algo por lo que quizás su no tan llamativa historia y exceso de explicaciones le restan valor.
Tenemos con ello distintos espacios bien marcados a los que prestar atención, siempre bajo el estricto control del tiempo y la energía. El pueblo donde encontramos a la mayoría de personajes y tiendas, los terrenos adyacentes a la granja en los que labrar la tierra o cuidar del ganado y nuestra pequeña cabaña, suponen el núcleo de Doraemon Story of Seasons. No falta, como no podía ser de otra forma, otras zonas como el bosque, la playa o una cueva.
Ya podrás imaginar que no ofrece ningún aspecto rompedor que lo haga despuntar de otros. Pero esto no le llega a pesar demasiado, ya que no solo aúna muchos de los elementos vistos hasta ahora sino que hace lo hace francamente bien.
Rutina digital
Día tras día has de hacer que Nobita dé el callo. Labra la tierra, esparce semillas, riega, recoge lo sembrado, vende y con lo obtenido compra mejores herramientas o elementos que te permitan aspirar a más el día siguiente.
Además de estas tareas más obvias también están las de la cría de animales, como ovejas y gallinas, y en este sentido no faltan aquellos domésticos. No falta tampoco la minería y la pesca, actividades que además de permitirte ganarte la vida te hacen romper con la monotonía de las otras. Pero aquí no queda la cosa, puedes incluso preparar recetas de comida o cazar insectos. De igual forma también tendrás que salir a recoger materiales con los que por ejemplo construir muebles para tu cabaña o buscar otros coleccionables, a destacar los inventos de Doraemon.
Pero no todo se resumen en el cuento de la lechera en Doraemon Story of Seasons, además de comerciar con los dependientes de las tiendas puedes relacionarte con todas las personas del pueblo. En este sentido no faltan las tareas que ellos o tus amigos te encomiendan. No suponen nada realmente especial pero resultan otra buena oportunidad para salir de la burbuja de la rutina. Y ya no solo eso, es que dispones de un sistema de amistad, de forma que las interacciones con tus vecinos harán que este aumente. Una oportunidad perfecta para reunirte con ellos se encuentra en los eventos y festivales, desde los cumpleaños hasta celebraciones como año nuevo.
Distensión audiovisual
Es precisamente en estos últimos aspectos donde tenemos que hacer especial mención a los menús del juego, los cuales no resultan del todo intuitivos. Basta precisamente con entrar en ellos nada más arrancar el juego para saber que estamos ante una propuesta realmente profunda pero fallan a la hora de simplificar y facilitarnos las actividades.
Una vez aclarada su jugabilidad toca incidir en el envoltorio, pues estamos ante un diseño realmente llamativo. Sus entornos coloridos con un estilo que se asemeja a las acuarelas le dan un toque especial y desenfadado que acentúa el juego en su conjunto, en espcial su virtud para abstraerte y ofrecer un entretenimiento completamente relajante. Como contrapartida solo es posible hacer mención al difuminado marco blanco que está siempre presente, aunque tras unas horas pasara completamente inadvertido.
Saltando ahora al apartado sonoro, por un lado tenemos que Doraemon Story of Seasons cuenta con voces en japonés. Mientras que en cuanto a sus composiciones musicales si bien son acertadas no varían en exceso y tras un rato resultan un tanto repetitivas.
No podemos irnos sin mencionar su funcionamiento en Nintendo Switch, donde no es posible señalar ningún desperfecto. Tanto desde el dock como en su modo portátil estamos ante una propuesta cuidada y robusta en lo técnico.
Tú siempre ganas
Doraemon Story of Seasons no engaña nadie, no ha llegado para innovar el género ni intenta aparentarlo. Sus responsables han optado por ofrecer un juego de granjas realmente completo más que en explorar nuevos caminos dentro del género. Pero esto no es algo malo en absoluto. Tanto si estás familiarizado con estos títulos como si es la primera vez que te acercas, el factor Doraemon resulta crucial y le otorga un toque de frescura que es fundamental. Nos habría gustado que exprimiesen más esta licencia, en especial en lo referido a las misiones y su argumento, pero incluso con todo ello derrocha muchísimo encanto.
