Menudo Halloween más bueno nos ha tocado disfrutar a los poseedores de una Nintendo Switch este año con todos los juegos de ambientación terrorífica que han llegado a la consola estos dos últimos meses. Ahora nos toca hablar de Call of Cthulhu, un juego que nos invita a ser auténticos detectives en un universo de Lovecraft muy bien representado.
https://www.youtube.com/watch?v=_bOkFTOShE0
Alma Lovecraftiana
En Call of Cthulhu encarnamos a Edward Price, detective privado, antiguo veterano de guerra y alcohólico empedernido. En un momento triste de la vida del detective en el que el alcohol le controla, provocándole sueños extraños, acude a el un cliente desesperado que suplica que investigue la muerte de su hija. Edward Price no duda en aceptar el caso de la muerte de Sarah Hawkings, en donde las piezas no parecen encajar.
De esta forma nos embarcamos hacia la isla de Darkwater, donde ha tenido lugar la misteriosa muerte de Sarah Hawkings. La base jugable de Call of Cthulhu, como buenos detectives que somos, se basa en explorar los escenarios, entablar conversaciones con los habitantes de la isla y recolectando pistas que nos ayuden a esclarecer las distintos sucesos que van sucediendo a lo largo de la aventura y sobre la muerte del caso que investigamos en particular.
No tardamos en conocer a los habitantes de Darkwater, mayoritariamente hombres dedicados a la vida pescadera, mercaderes y hombres de negocios. Son personas creyentes, temerosas, que viven momentos decadentes y que parecen ocultar más de lo que aparentan. Se ha hecho un buen trabajo en transportar la atmósfera de las obras de Lovecraft al juego, esencia que impregna a los habitante y los escenarios. En determinadas situaciones, a la hora de investigar escenarios concretos, nuestro detective puede hacer una mirada al pasado para comprender los sucesos que han tenido lugar en el lugar.
Detectives expertos
De esta forma comenzamos a explorar los entornos en busca en objetos que llamen la atención de nuestro detective, al más puro estilo de las aventuras gráficas. A menudo nos encontramos con pequeños puzles que consisten en relacionar nos elementos del escenario. Nos ha llamado la atención que algunos de estos rompecabezas tengan más de una manera de solucionarse, o bien siguiendo las pistas de una manera más concisa y sesuda, o bien de una forma más burda pero igualmente resolutiva.
Cuando mantengamos conversaciones con los distintos personajes, siempre lo hacemos de forma activa, pudiendo elegir una respuesta entre las opciones que se nos ofrecen, dirigiendo así la dirección de los diálogos. Dependiendo de las respuestas que elijamos conseguimos sacar información de interés a los personajes o, por el contrario, nos quedamos en la superficie del tema. Nos ha gustado mucho como están llevadas esta parte de (muy predominante) de la jugabilidad, aunque realmente nuestras decisiones no producen cambios muy importantes en el desarrollo de la historia.
De cabeza hacia la locura
Call of Cthulhu cuenta con elementos de rol. Podemos mejorar los parámetros de Edward Prince o sus habilidades como detectives. Alguno de estos parámetros son: fuerza, investigación, elocuencia, psicología o empatía. Ha medida que avanzamos en la historia, y según nuestro desempeño, conseguimos puntos de habilidad para mejorar nuestras habilidades a nuestra elección.
Así, podemos conseguir un personaje más elocuente, que consiga llevar las conversaciones a donde quiera; un personaje fuerte al que no se le resiste ninguna cerradura, o un un detective al que no se le escape ningún dato de la investigación porque es capaz de verlas a simple vista. Este elemento típico de rpgs nos ha gustado porque nos permite elegir la forma en la que queramos vivir la historia, pero, como os comentábamos anteriormente, no deja de ser una interesante inclusión ya que al fin y al cabo la historia se desarrolla de una única manera.
A pesar de los diferentes opciones en las que Call of Cthulhu nos permite vivir la historia que nos quiere contar, es importante resaltar que todo se desarolla de manera lineal. Algo que contrasta con las aventuras con las que comparte género, y sobre todo con los juegos ambientados en la mitología de Lovecraft. De hecho, en el último tercio del juego se siente como un pequeño Frankenstein, en el que la jugabilidad está compuestas por elementos de diferentes géneros, ya sea con partes de sigilo, acción a tiros o secuencias de correr hacia delante como pollos sin cabeza, dejando de lado la interesante exploración inicial.
En cuanto al apartado gráfico, en la conversión a Nintendo Switch notamos una reducción de la resolución general el juego y tiempos de carga mayores al comienzo de cada capítulo. Aun así opinamos que estamos ante una buena conversión, con unos gráficos muy sólidos en los que destacan efectos luminosos, así como efectos ambientes y sobre todo su fantástica ambientación. El apartado sonoro pasa muy desapercibido, pero aplaudimos que a todas las conversaciones se les haya dado voz (voces en inglés, textos en castellano). Y sobre la duración esta ronda las 7 u 8 horas.
A pesar de su desarrollo rocambolesco a partir de la segunda mitad del juego, hemos disfrutado mucho de Call of Chtulhu. Posee los elementos suficientes para diferenciarse de aquellos títulos con los que comparte género y transfondo. Su desarrollo lineal puede gustar más a unos que a otros, pero para nosotros ha conseguido que el juego sea más ameno de seguir. Tanto para los amantes de Lovecraft como para aquellos que no están tan familiarizados con la obra, Call of Cthulhu tiene una historia muy interesante que te mantiene pegado a la consola de principio a fin.
