Hoy os traemos el análisis de Bo: Path of the Teal Lotus. Si sois seguidores de los proyectos de Kickstarter, la obra de Squid Shock Studios es una que os debe sonar, con inspiración en Hollow Knight, The Messenger y el arte y cultura japonesa. Su análisis llega algo más tarde de lo habitual porque el estudio se ha topado de frente con un grave problema la misma semana de su lanzamiento, algo que afecta a su promoción e incluso a las actualizaciones en proceso, y es que su publisher, Humble Games, ha despedido a todo su personal. Por lo tanto, es un buen momento para apoyar a esta obra.
Bo es Yokai Knight
Bo es una criatura mística nacida con de una flor de loto caída del cielo para cumplir un encargo de los dioses. Sin embargo, nuestro propósito no es claro y tendremos que descubrirlo mientras exploramos el mundo y conocemos a varios carismáticos personajes inspirados en la mitología nipona. Puede que la historia no tenga la complejidad de una obra catalogada como narrativa, pero tiene el punto suficiente para tener interés en descubrir lo que viene y a qué personajes vamos a conocer.
A nivel jugable esta misión se traduce en un plataformas con elementos de search action, lo que comúnmente se conoce como metroidvania, apoyado especialmente en una cadena de saltos infinitos. Para poder saltar de manera ilimitada es necesario golpear ciertos objetos o enemigos con el arma, lo cual reactiva el salto en el aire, y así podemos recorrer verticalmente distancias que sería imposible de otra manera. Es también lo que genera diversos escenarios complejos para aquellas personas que no son duchas en los plataformas, con saltos medidos y buscando el momento preciso para hacerlos.
De hecho el apartado plataformero es, durante la mayor parte del juego, muy satisfactoria (hay un momento en el que la dificultad sube de manera exagerada). Este componente también se ve evolucionado y potenciado con el aprendizaje de habilidades clásicas como el dash y la inclusión de puzles en el entorno no demasiado complejos para darle sentido y variedad a esos saltos.
Plataformeo por encima de la acción
Bo presenta un progreso bien medido y varias misiones de apoyo para darle variedad, y el movimiento por el mapa es fácil de seguir (aunque un mapa es casi siempre mejorable). Además, la experiencia puede adaptarse a nuestro gusto con los talismanes que nos equipamos, ya que hemos de elegir aquellos que sean más acordes a nuestro ritmo y habilidad.
Ahora, no todas las mecánicas se explotan bien, y algunas dan la sensación de se diseñaron con más uso del que finalmente tuvieron. La parte de combate, si bien queda bonita especialmente por los combos aéreos, no tiene la misma profundidad que la parte plataformera, aunque sí que presenta un desafío, especialmente en los jefes finales que nos dan poco margen para la curación, los cuales nos han convencido positivamente en casi todos los casos (hay cierta araña que es para echarle de comer aparte).
El apartado audiovisual es, sin ninguna duda, uno de los pilares del juego. Su diseño a mano por capas está muy cuidado y lo que vemos en el fondo no se queda atrás en nivel de detalle. Una buena paleta de colores y animaciones suponen el broche en lo gráfico, mientras que en lo sonoro los efectos sonoros son bastante notorios y tienen fuerza, y se complementan con una música inspirada en sonidos japoneses.
Bo of the Teal Lotus es un juego que puede completarse en algo más de 6 horas, pero cuya duración se ve aumentada si buscamos obtener los diversos coleccionables y secretos. Eso sí, no ignoréis las misiones y peticiones, puesto que sus recompensas son valiosas (el viaje rápido por ejemplo). En cualquier caso, es una experiencia muy satisfactoria siempre y cuando se tenga claro que no es un search action puro como Prince of Persia u Ori y que por tanto la exploración tiene un peso menor.
Versión del juego analizada: 1.0.0