Star Wars: Knights of the Old Republic II: The Sith Lords, KOTOR II para los amigos, llegó muy poco después de que el primer KOTOR nos maravillara a propios y extraños con un enorme juego de ROL que seguía las normas de D&D y que servía de precuela de todo lo que habíamos visto en el cine hasta entonces. Siendo así, y teniendo en cuenta que Obsidian era quien tomaba el relevo de la todopoderosa BioWare y que tenían tan solo un año de plazo, mejorarlo era algo casi imposible, y desde luego es algo que no se logró, pero casi se igualó la calidad e incluso se mejoraron algunos aspectos; claro, a base de sacrificar otros, pero lo querremos igual.
Matices, matices
Antes de empezar, dejar claro que KOTOR II es una secuela independiente, lo que quiere decir que no hará falta pasarse el primero para entender qué ocurre aquí, al menos a nivel argumental, aunque tampoco será una mala idea hacerlo porque habrá varios personajes que repetirán y tanto el sistema de combate como la navegación por sus numerosos menús os sonarán bastante, pero poco más.
Esta secuela nos coloca en un punto en el que los señores Sith están a punto de acabar con la totalidad de los Jedi y por lo tanto de acabar con la Antigua República (que en aquel entonces se conocía como República a secas, claro está). Nuestro deber, aunque seamos un caballero exiliado que busca reencontrarse con la Fuerza, será la de evitar que esto pase, abrazando de nuevo las enseñanzas Jedi, o por el contrario propiciar el ascenso de los Sith con nosotros a su lado.
Sin embargo y una vez metidos en la trama veremos que en realidad esto no es blanco o negro y que en la toma de decisiones hay muchísimos más matices que en el primer KOTOR, y eso está muy bien. Lo está porque se nota que Obsidian conocía muy bien la obra original y también porque se aprecia un empeño considerable en tratar de dar una vuelta de tuerca más al ya de por sí buen sistema que parió BioWare. Se dan además así diálogos con tintes filosóficos y existencialistas que ahora, más que hace 18 años, apreciaremos y comprenderemos e incluso compartiremos, pues en muchos aspectos seguirán vigentes hoy día.
Una lástima que el guion de este KOTOR II se vaya deshinchando tanto hacia el tramo final, acabando, sí, pero de aquella manera. Se nota aquí y en otros aspectos, como que las distintas zonas sean menos y estén menos logradas, que el equipo tuvo poco tiempo de desarrollo, y por eso es tan buena noticia que vaya a lanzarse, aunque aún no tiene fecha definitiva, una suerte de epílogo restaurado al que no le dio tiempo a salir en su día. Una de las pocas novedades de una remasterización que, como ya pasara con su antecesor, ha visto un aumento de resolución y un nuevo mapeado de botones para adaptarse a la consola y poco más. Dicho lo cual, el juego luce como lo viejo que es, e incluso puede salir perdiendo si lo comparamos con su precuela, pero por la mínima y llegados a este punto tampoco es que importe mucho. La banda sonora sigue al mismo alto nivel, y jugablemente no cambia demasiado de lo que ya conocíamos pero añade habilidades y equipo nuevos tanto para nosotros como para nuestros compañeros. Sí, volveremos a ver el menú infinidad de veces.
Estamos por lo tanto ante un título continuista pero con cierta alma propia que gana al original en la toma de decisiones, uno de los pilares de ambos juegos, pero que queda por debajo en varios puntos como son la historia o el carisma de sus personajes. Por suerte en otros muchos iguala a la obra maestra de BioWare, por lo que si os gustó la primera parte id sin miedo a por esta segunda, más ahora que ya han parcheado un fallo que impedía acabar el juego.