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Análisis de Ys X: Nordics

Falcom, convencidos de su fórmula, regresan con una nueva entrega de la legendaria serie Ys que cumple la friolera de 37 años en el mundillo. Su inconfundible toque arcade sigue presente incluso con Ys X: Nordics, un título que afianza la serie en occidente.

Dupla nórdica

A pesar de tantos años de títulos protagonizados por Adol Christin, no es necesario haber disfrutado de sus aventuras previas para ponerse a los mandos de Ys X: Nordics. Hay pequeñas referencias pero su historia, como suele ser habitual, es independiente al resto por lo que no debe asustar ese X en el título. Lo único a tener en cuenta antes de adentrarse en él son, al igual que Ys VIII: Lacrimosa of Dana, sus textos en inglés acompañado de voces también en dicho idioma o japonés. Fácil de seguir para los neófitos, a pesar de gran cantidad de diálogos, gracias a las constantes indicaciones visuales.

El primer encuentro de Adol con Karja Balta hace presagiar que estamos ante nuestra rival más fuerte. Pero nada más lejos de la realidad ya que se convierte en la mejor aliada que podría encontrar y núcleo jugable de esta entrega. Ambos se enfrentan a los Griegers para salvar, como no, al mundo de su amenaza. Como cualquier RPG oriental el camino el héroe es inevitable pero a su vez Ys X: Nordics, sin olvidar clichés de personajes y desarrollo, los maneja de forma que no todo resulte tan evidente y mantenga el interés hasta el final. Y la verdad que lo consigue.

Ys X: Nordics apuesta por la acción rápida, arcade e inmediata, una base que ha generado miles de seguidores en todo el globo y que sabe sacarle los colores a juegos como Trials of Mana o la serie Tales of con sus desarrollos más pausados. Además de esa velocidad que por momentos se asemeja a la de un musou, la dupla de Adolf y Karja tiene mucho que decir. Los dos personajes están siempre presentes siendo de ellos controlado por la CPU. Eso sí, en cualquier momento podemos alternar entre ellos sacando partido de sus particulares ataques y combos.

Tarja es de ataques fuertes y algo más lentos además dominar el elemento del hielo mientras que Adol ataca con fuego y son más ágiles. Un golpe básico sumado a los elementales que consumen maná asignados a Y, X y A completamente personalizables a medida que consigamos nuevos más potentes. Pero como buen equipo de ataque si mantenemos ZR ambos atacarán al unísono codo con codo ejecutando otros ataques incluso más poderosos. Eso sí, limitando la movilidad y facilitando recibir daño, algo que podemos evitar esquivando o protegiéndonos en el momento justo.

Ys X: Nordics

El apartado técnico se nota vetusto pero su jugabilidad lo compensa.

Surcado los mares

Esta pequeña bomba jugable se reparte por “mazmorras” que saben evolucionar a medida que la historia avanza adquiriendo habilidades precisamente fuera del combate: ganchos, skates de energía y otros poderes que se combinan sin perder un ápice de agilidad en su propuesta. Es cierto que los mapas tienen una estructura demasiado viejuna con sus espacios reducidos y fundidos a negro, pero consiguen enganchar a los jugadores sin muchos problemas una vez “superamos” sus limitaciones.

Además de su tamaño, el diseño tampoco es para tirar cohetes por sus encorsetados caminos de barreras invisibles y caminos muy acotados que hemos vivido cientos de veces… pero al ofrecer diferentes caminos y secretos con cofres que contienen dinero y útiles, incitan a recorrer todo los rincones gracias, de nuevo, a la velocidad de movimiento. Lo peor de Ys X: Nordics en Nintendo Switch es la limitación a 30 fps por contra del doble de otras versiones y que sin duda favorecen la experiencia en juegos tan rápidos como este.

Lo peor de Ys X: Nordics en Nintendo Switch es la limitación a 30 fps por contra del doble de otras versiones

En cualquier caso el juego de Falcom se nutre de un océano a surcar sobre el Sandras, un barco al que poco a poco se unirán compañeros de viaje que no facilitarán nuevas armas, objetos o materiales varios a modo base de operaciones. Igual que ocurría en Assassin’s Creed III, el vehículo marino sirve para viajar de una isla a otra y batallar con otros navíos sobre las aguas. A cañonazo limpio y algún que otro poder haremos frente a sus peligros… pero no como nos gustaría. El combate es mecanizado y aburrido en parte debido a un barco que se mueve absurdamente lento en contra del control a pie de los protagonistas.

Esto hace que algo que podría aportar variedad se sienta más una molestia y aunque los combates obligatorios no abundan, si lo que queremos es explorar a nuestro antojo, la cosa sí va en aumento aunque estos se identifican por unos haces de luz morados fáciles de evitar si no queremos enfrascarnos en batalla. Una lástima que todo lo relacionado con el mar y su amplitud no sume tanto como nos gustaría al producto y se entorpezca además su exploración con fundidos constantes entre zonas tampoco demasiado amplias… aunque se hagan eternas navegándolas.

Ys X: Nordics

Las partes en barco son la gran decepción de la aventura.

Raíces fuertes…por florecer

Como véis, Ys X: Nordics es un juego con un potencial jugable enorme perjudicado por unas limitaciones de diseño demasiado evidentes pertenecientes a otra época. Si no fuera por su endiablada jugabilidad podríamos pensar que estamos ante un título nacido, y hay muchos similares para evidenciarlo, quince años atrás. Técnicamente resulta muy básico salvado por su vivo cromatismo y unos personajes resultones por diseño e iluminación. Pero todo lo que los rodea es francamente mejorable con escenarios y assets de polígonos más que evidentes y texturas meramente funcionales.

Además tampoco brilla por una gran variedad de escenarios y su ambientación nórdica se resume en algunos guiños de vestuario o menciones a su cultura y creencias lejos de lo que podría ofrecer. Porque luego nos topamos con un mar en calma absoluto (poco más que un plano azul) y unas islas excesivamente similares entre sí, algo que no le hace ningún favor para retener ninguna estampa memorable… porque directamente Ys X: Nordics no las busca. Todo su potencial radica en una jugabilidad marcada por demasiadas decisiones estructurales, y otras del propio motor, que le hacen lucir menos de lo que podría.

Ys X: Nordics es un juego con un potencial jugable enorme perjudicado por unas limitaciones de diseño demasiado evidentes pertenecientes a otra época

Decimos esto porque en más de una ocasión el borde de una calle empedrada impide el paso, el único poblado existente no permite visitar sus casas y en el océano las aguas poco profundas marcan unas restricciones innecesarias y poco visibles. Las secundarias tampoco aportan nada y hacerlas conlleva pasar por trámites que no queremos pero al final el árbol de habilidades donde encajamos esferas de colores en relación a defensa, ataque y otras tantas características nos hace seguir. Y aunque su historia tampoco sea destacable y acabe con un final más que previsible supera la barrera de los personajes de carácter manido que abundan en muchas producciones japonesas.

Quizá los jefes podrían estar más inspirados y en lugar de optar por una doble barra de vida, una de ellas hace de escudo, podría no ser todo machacar botones para ofrecer momentos que destacaran sobre el abundante número de combates con algunas mazmorras excesivamente largas. Hay colofón con las escenas de corte que, aunque no muy abundantes, saben dar esa emoción adicional a cada momento que además se acompaña de una música excelente durante toda la aventura que sin duda ayuda a seguir y seguir sin parar.

Nos gustaría visitar más pueblos y navegar sin límites para descubrir esos mercaderes que venden skins alternativas, adentrarnos en sus mazmorras secretas y, en definitiva, ser más libres por el Golfo de Obelia. Como todo JRPG acaba estirando más el chicle de lo necesario con algo más de 25 horas para superar la historia principal pero como su base jugable resulta tan satisfactoria, Ys X: Nordics se alza sobre sus debilidades para ofrecer un destacable título que, si es tu primera incursión en la serie, hará que al menos sientas interés por sus otras entregas y eso es dice mucho a su favor.

Ys X: Nordics

Karja se gana nuestro cariño desde el primer momento.

Resumen
Yx X: Nordics tiene absolutamente todos los ingredientes para enamorar a los fans del JRPG de acción. Los combates son dinámicos y fluidos, la bso un compañero rockero perfecto y las habilidades hacen que no queramos soltar el mando. Pero por desgracia su contenedor queda lastrado por una apariencia gráfica obsoleta, más limitaciones de diseño de las que nos gustaría que le impiden brillar más. Eso no quita que estemos de enhorabuena por recibir una entrega más de una saga cada vez más viva e importante fuera de tierras niponas, eso sí, en inglés.
Bueno
  • Jugablemente una bomba
  • BSO igual de vibrante que el combate
  • Habilidades que dan variedad a las mazmorras
Mal
  • Técnicamente pobre y a 30 fps.
  • Limitaciones de diseño y motor de otra época.
  • La parte naval y la poca variedad de escenarios.
  • Le sobran algunas horas y zonas demasiado largas.
  • Varias escenas importantes llegan con textos en japonés.
7.5
Bueno
Escrito por
Jugador de corazón, amante del arte y enamorado del metal.

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