Los grupos e ídolos virtuales son reales y aunque su forma corpórea real no sea su cara visible cada vez están más presentes entre los fans de la música. Es así como We are OFK nace a modo biográfico para conocer más sobre la banda que da nombre a esta narrativa historia por capítulos.
UNA SERIE “INTERACTIVA”
OFK ya ha lanzado su primer single a través de diversas plataformas de streaming y es por esto que, bajo las palabras de su director creativo, aparece We are OFK: “Una oportunidad para saber más sobre la banda que muchos acabarán de descubrir”. No es la primera vez que se realiza una acción similar pero sí aprovechando la industria del videojuego. La interactividad que proporciona el medio ha favorecido a ello ofreciendo al jugador una toma de decisiones, que no afectan al desarrollo, pero que favorecen a la cercanía con los miembros del grupo. Sí, porque esta es la historia de cómo OFK, una banda de pop independiente, se formó contada a través de las vivencias de sus integrantes.
En cada uno de los cinco capítulos asistiremos al crecimiento de todos ellos con un enfoque muy cercano donde conoceremos sus pensamientos, responderemos por ellos en conversaciones de texto vía móvil o en una suerte de QTE contra el crono. Como decíamos no afectan para nada al desarrollo pero sí nos hacen recapacitar sobre qué decir en cada momento en base a nuestras percepciones de lo que ocurre.
Las decisiones no afectan al desarrollo pero sí nos hacen recapacitar sobre qué decir en cada momento.
EL NACIMIENTO DE OFK…Y DEL AMOR
Es momento de comenzar una nueva etapa para Itsumi. Su relación amorosa ha llegado a su fin, la mudanza a Los Ángeles y pagar el alquiler parece un nuevo obstáculo que no le ayuda a salir de dicho bache y las condiciones del proyecto que tiene entre manos además de sus amigos siempre proponen nuevos quebraderos de cabeza. Bajo esta premisa en We are OFK conocemos al resto de integrantes de la banda, viviremos su problemas y cómo las relaciones humanas y laborales pueden romperse o abrirse en los momentos más inesperados. Puede sonar interesante y así lo será para más de uno, pero lo cierto es que más allá de funcionar como una buena propuesta transmedia no terminar de despegar como videojuego.
Su desarrollo pausado y escaso dinamismo visual no ayuda a digerir algunas conversaciones intrascendentes y un peso de la historia demasiado atado a los sentimientos amorosos de los protagonistas, poniendo especial énfasis a las relaciones homosexuales entre adolescentes. Quizá con una importancia que muchas veces confiere un halo especulador a los capítulos para saber quién será el próximo en ligar relegando el mensaje principal de OFK a segundos planos.
We are OFK es un interesante proyecto transmedia que no terminar de despegar como videojuego
Es una lástima que los más de 50 minutos de duración de cada capítulo, y que van en aumento, no avancen más de lo que lo hacen, ni que sepan aprovechar todo ese tiempo para tener escenas o momentos memorables. Por un lado no se consigue por las escasas animaciones que vemos durante ese tiempo optando por cambios de plano constantes (muy bien elegidos por composición y estilo) pero carentes de interés por la escasa expresividad de los personajes. Por otro, el reclamo de los temas musicales, y momento álgido de cada capítulo, decepcionan por su planteamiento jugable siendo meros compañeros de una propuesta que no sabe muy bien cómo aportar algo.
Cabe destacar es esfuerzo depositado en el doblaje de todas las conversaciones del juego, en inglés, que acompañan estupendamente bien junto a los temas ambientales. Eso sí, esta vez nos quedamos sin subtítulos a nuestro idioma, lo que será un verdadero hándicap para muchos y poder disfrutar del título.