Una de las cosas que más relaja en el mundo es ver una habitación ordenada, dejándolo todo bien colocado y en su sitio. Aunque también es cierto que es algo que cansa, y más aún cuando hay una mudanza y toca empaquetar y desempaquetar. Unpacking nos ofrece esa experiencia sin tener que reventarnos la espalda, lo que se traduce en un puzle muy zen apto para todos los públicos, y que además cuenta una historia. No hay mejor análisis para empaquetar el año que acabamos y desempaquetar el que viene.
Unpacking, como la vida misma
A través de diferentes niveles se nos propone organizar diferentes habitaciones en las que va viviendo una chica. Comenzamos con un cuarto pequeño, pero poco a poco se amplian los tamaños y también la cantidad de habitaciones que podemos organizar. Para colocar cosas, basta con tocar las cajas que tenemos en pantalla y de ellas sacar todo lo que hay dentro para colocarlo hasta que se queden vacías y desaparezcan.
Cada vez que sacamos un objeto hemos de colocarlo en algún lugar de la pantalla en el que tenga sentido y en la posición que queramos. Así, por ejemplo, un libro puede colocarse sobre una mesa o en una estantería, lugar en el que podría estar en horizontal o vertical. Hay muchas opciones y realmente no hay nada que esté mal salvo algunas excepciones (como una olla, que no debe estar en una bañera), las cuales podemos desactivar también dentro de las opciones de accesibilidad. Dentro de esas opciones también podemos retocar el tamaño de los iconos y otros aspectos.
El juego también sabe esconder algunas sorpresas, y premia nuestra dedicación. Una vez que hemos decorado una zona, podemos ver en vídeo a cámara rápida (en distintas velocidades) todo lo que hemos hecho, y también podemos hacer fotos de los resultados de nuestra “aventura” (además de capturas propiamente dichas). De hecho las fotos del juego tienen una serie de filtros y de pegatinas especiales, algunas de las cuales se consiguen solo al realizar ciertas acciones con un objeto, buscando así tener un pequeño factor coleccionista.
Para todo el mundo
Una de las virtudes de Unpacking es que sabe narrar a través de lo que vamos haciendo. Puede que no sea necesario atender a ello para disfrutar de la experiencia zen, pero entenderlo le da al título también un factor de juego narrativo. Su historia tiene que ver principalmente con lo que inglés se conoce como “coming of age”, y lo hace muy bien.
Respecto a lo técnico, encontramos un píxel con detalle para todos los elementos. A pesar de que todo es estático, se cuidan cambios como el de que una camiseta pueda dejarse colgada, o doblada en un cajón. La música busca relajarnos y lo consigue, aunque puede que para algunos pase inadvertida. Por último, respecto a sus modos de control, tenemos tres (y todos ellos funcionan bien). Dado que el juego está pensado para jugarse con un puntero en el PC, aquí puede manejarse dicha flecha con el stick, la pantalla táctil o con el giroscopio del Joy-Con. De esta manera, hay un control para cada tipo de persona, y eso se agradece.
Unpacking es una experiencia sencilla pero efectiva que busca relajarnos y dejarnos un mensaje con algo que es básico en nuestras vidas, aunque más para aquellos que se mudan varias veces en su historia. Nos llega además con textos en español, por lo que no hay ninguna barrera de entrada para ningún jugador.
