Bugsnax es ese tipo de productos que contienen algo especial. De esos que además, bajo su apariencia infantil, contienen un duro y adulto mensaje que puede pasar inadvertido.
Esto es algo que no pillará por sorpresa a los conocedores del anterior título de Young Horses, Octodad, y su irreverente puesta en escena. En este caso, como un periodista desesperado en busca de un buen reportaje viajamos hasta la isla Tentenpié, donde además de Gruñecos (los “humanos” del juego) habitan los extraños Bugnax, o Bichisnax en su fantástica traducción al castellano.
Hazte con todos
Por desgracia, el caos inunda la isla ya que la la exploradora Elisaberta Higochumbo, con quien nos debíamos entrevistar, ha desaparecido, todos los Bichisnax andan sueltos por la isla y los habitantes del poblado también andan desperdigados.
No nos queda más remedio que salir en busca de Elisaberta siguiendo las pistas de los aldeanos mientras les ayudamos en el proceso alimentándoles de esos Bichisnax tan apetitosos. Al hacerlo estos volverán al poblado donde les podremos entrevistar y preguntar cosas del Gruñeco desaparecido y acceder así a nuevas zonas hasta dar con la exploradora y completar nuestro reportaje.
Los Bichisnax son criaturas salvajes con aspecto de alimento.
Bugsnax es un juego en primera persona en el que para cazar a los Bichisnax salvajes (teniendo hasta una suerte de Pokédex) debemos atraerlos a las trampas que colocamos en su camino. Todos ellos tienen unas rutinas y patrones de movimiento muy básicos a aprender para hacernos con ellos.
Gracias a diferentes artilugios y sobre todo unas deliciosas salsas, debemos llamar su atención para capturarlos y así pasar a formar parte de nuestra colección. Lo curioso de estos Bichisnax es que además de ser la fauna de la isla, son el alimento más delicioso para los Gruñecos que allí habitan. No solo calman su apetito, también transforman partes de su cuerpo, a elegir, dándoles un aspecto comestible que parece apasionarles.
La mecánica de caza es su base jugable y sabe madurar durante toda la aventura a pesar de su pronta rigidez
Aprendiendo a cazar
La mecánica de caza es su base jugable y va madurando a media que el juego progresa con patrones de enemigos más complejos, haciéndoles interactuar entre ellos para sacarlos de sus escondites o sacando partido de nuevos artilugios como cuerdas o los mencionados tipos de salsas.
A pesar de esa variedad todo se torna mecánico y rígido relativamente pronto ya que estas criaturas tienen zonas de acción demasiado delimitadas y más allá de averiguar cómo capturarlos, no hay demasiado intríngulis en su búsqueda.
Hay criaturas para todo tipo de hábitats.
Las diferentes zonas no son demasiado amplias y únicamente sirven para albergar nuevas especies propias de ese área. Si bien es cierto que entran en juego otros factores adicionales como la franja horaria en la que aparecen (el ciclo día / noche avanza mientras jugamos) y hay, además, ciertas particularidades en zonas heladas o cálidas, lo que también ayuda a que siempre tengamos que poner en práctica alguna técnica nueva.
Estas mencionadas zonas siempre tienen algo en común: un Gruñeco que no quiere volver al poblado. Así cumpliremos sus deseos para hacerlo volver a él y movernos hasta la siguiente zona como antes mencionamos.
La isla BIGSnax añade una nueva zona, más criaturas y mecánicas jugables adicionales
Como adición junto al lanzamiento en Nintendo Switch se incluye su gran expansión: La isla BIGSnax. Con ella se alarga unas cuantas horas la duración del mismo, cerca de la veintena si somos completistas, gracias a esa nueva zona mucho más amplia repleta de nuevas especies gigantes a atrapar incorporando de paso nuevas mecánicas jugables.
Gruñecos, esas entrañables criaturas
SI algo llama la atención de Bugsnax es su personal puesta en escena. Lejos de su colorido y atrevido apartado visual se ha intentado darles una personalidad adulta a unas criaturas con motivos suficientes como para abandonar su hogar. Ayudándoles descubriremos qué les ha llevado a actuar de ese modo y las motivaciones que pueden llevarles a volver a su casa con un serio trasfondo detrás.
Su aspecto nos puede recordar a los populares Muppets asociando además colores y personajes con su forma de ser. No sólo eso, si no que también los Bichisnax, esas criaturas salvajes, tienen aspecto de comida (como una hamburguesa / escarabajo) haciendo más crudo el mensaje de la captura de los mismos y su fin.
Una de nuestras tareas será reunir de nuevo a los Gruñecos en su aldea.
La isla tentempié sigue con esta línea visual acercando el producto así a los usuarios de plataformas Nintendo.
Desarrollo y técnica irregular
Con todo el esfuerzo puesto en la construcción de su mundo, es una lástima que Bugsnax se sienta tan limitado y dicho sea de paso, arcaico. La estructura de los niveles queda demasiado manida y no beneficia a la caza de unas criaturas que siempre se comportan de forma restringida echando en falta ese factor de exploración, que aunque fuera mínimo, le sentaría como un guante.
Los recortes técnicos son más acusados en sobremesa, pero se deja jugar estupendamente bien
Por otro lado, la versión que tenemos entre manos funciona muy bien en portátil y es en sobremesa cuando vemos los recortes técnicos sufridos respecto a la versión original: Distancia de dibujado, pop-in, resolución, rendimiento…
Aún así, se deja jugar bien en general y la adaptación gráfica es buena sabiendo que tampoco era un portento técnico.
Especial mención para el uso de la vibración, que sin llegar a lo que se ofrece con un DualSense entre manos, se ha querido poner énfasis en transmitir mayor inmersión en escenas de corte, superficies y otras situaciones.
La nueva isla aporta criaturas gigantes con nuevas formas de captura
