Vambrace: Cold Soul es un título un tanto peculiar. Se trata de un desarrollo roguelike que viene acompañado de batallas por turnos al más puro estilo RPG. Una aventura en la que tenemos que liberar a la ciudad de Icenaire de una maldición usando el legendario artefacto Aetherbrace. Nos espera mucho texto y algunas referencias a títulos clásicos, todo ello liderado por Evelia, nuestra heterocroma protagonista.
Cuando el grajo vuela bajo…
La historia se lleva a cabo a través de siete capítulos en los que además de la trama principal, nos esperan varias misiones secundarias que nos permiten desarrollar más a los personajes y desbloquear nuevos conjuntos para Evelia. Hay, eso sí, muchos diálogos que acompañan nuestra pericia que se muestran a través de cuadros de diálogo e ilustraciones de los personajes.
Podemos hablar de dos partes bien diferenciadas en Vambrace. Por una parte, exploración y combates. Por otra, visitas a la ciudad, en la que encontraremos a gente pidiéndonos que cumplamos misiones, a otras personas que se quieran unir a nuestro grupo, y donde prodremos realizar forja de equipo y obtener elementos curativos. Los personajes con los que hablamos son interesantes y se desarrollan bien, aunque la estructura del pueblo se mantiene siempre igual, algo que nos da cierta sensación de monotonía.
En la fase de exploración, investigamos diferentes barrios “abandonados”, en los que podemos encontrar diferentes zonas. Cada una de ellas nos lleva a descubrir un nuevo evento, un campamento, un vendedor o una batalla. El combate es bastante clásico, con pocas opciones de ataque y con un indicador de turnos que funciona bien. Se llevan a cabo en 2D, y la posición de nuestros héroes importa.
Vambrace del carajo
A pesar de que cada vez que salimos a explorar contamos con un mapa, hay que pisar con pies de plomo cada lugar nuevo que visitamos, ya que si el azar no nos acompaña, caeremos en combate. Cualquier miembro del equipo que no sea la protagonista fallece si es elminado en la lucha, y Evelia vuelve a la ciudad si es ella la derrotada. Además, no hay que vigilar solo la barra de vida, sino también la de vigor ya que, de perderla, ocurre lo mismo que si perdemos la de vida.
Por lo tanto, se crea una frustración bastante fuerte al ver que hay tantos elementos que vigilar y que el éxito no depende solo de nuestras acciones, sino que la colocación aleatoria de elementos y trampas puede jugar en nuestro favor o muy en contra. Pero el azar también afecta al funcionamiento de los campamentos, ya que puede que no siempre nos curemos al estar en ellos, sino que existe siempre una posibilidad de fallo que aumenta el miedo del equipo (esa probabilidad puede verse mejorada si tenemos un personaje especialista en ello).
Al final, se juntan demasiados elementos que tener en cuenta en los que encima importa el azar. Para completar cada capítulo es necesario recorrer varios barrios y hacer frente a un jefe final. Por suerte, contamos con viajes rápidos entre barrios, pero no podemos volver a la ciudad en mitad de un viaje porque los barrios se “reiniciarían”. Es un juego que tiene ideas interesantes, pero que es bastante difícil y que se vuelve algo injusto y repetitivo con el tiempo, aunque por suerte cuenta con buenos personajes y al final nos consigue atrapar si somos capaces de salvar las diferencias iniciales que las mecánicas y la interfaz, bastante obsoleta, nos ofrecen.
Dar un veredicto firme a Vambrace: Cold Soul es bastante complejo. Tiene mecánicas e ideas clásicas, pero también muchos factores para ofrecer algo único en un mundo en el que la muerte está a la orden del día. Podemos afirmar que no es para todos los públicos, y que requiere mucha paciencia y preparación. Así que, si estás preparado para un desafío peculiar, este juego es para ti.
