Si quedastéis embaucados con Celeste, os alegrará saber que hoy se lanza el anterior trabajo de su creador en Nintendo Switch. Se trata de TowerFall, un juego que es muy popular por su sencillez y mecánica jugable que tiene en mente el multijugador local, el de la vieja escuela. Esta versión cuenta además con todas las expansiones que ha recibido el título hasta la fecha, por lo que estamos ante su versión Deluxe o Ultimate (nombres que últimamente escuchamos mucho). Se encuentra disponible en inglés, pero no supone un problema porque el número de textos es mínimo ya que casi todos los menús funcionan con iconos.
Super TowerFall Bros. Ultimate
La jugabilidad del juego se parece a la de un plataformas, pero está muy orientado a los combates. Nuestra acción principal es el salto, pero también podemos disparar flechas para atacar. Nuestro carcaj tiene límite, por lo que no podemos ir a lo loco, pero las flechas quedarán clavadas en la zona del escenario en la que cayeron y podrán ser recogidas (aunque también por nuestros rivales). Además, el juego añade premios especiales en cofres que otorgan escudos o flechas especiales de algún tipo, motivando así que no se juegue de modo campero, sino que haya un poco de “salir a la aventura” y un elemento de azar.
El modo principal del juego es un versus, en el que desde dos hasta seis jugadores se dan de flechazos en distintos escenarios. No solo los disparos acaban con nuestros enemigos, ya que saltar sobre ellos también los mata. Las partidas son rápidas ya que de un toque morimos, y al final se cuenta el número de KOs de cada jugador. El juego está hecho para jugar de tal forma que el que llegue a cierto número de muertes primero se proclame ganador. Pero ojo con las ansias, si nos sucidamos en un intento de matar a más contrincantes, perderemos un KO de nuestro contador.
Towerfall es un título que, pese a ser multijugador, partes de su contenido pueden jugarse solo, concretamente dos: por un lado, una versión de desafíos similar a las dianas de Super Smash Bros., en los que tendremos que disparar a varios objetivos en el menor tiempo posible; y en el modo CO-OP, que como su propio nombre indica, puede jugarse en compañía (hasta cuatro jugadores). Es un modo tipo misión en el que principalmente tenemos hordas de enemigos a los que derrotar sin morir. Tiene varios modos de dificultad y resulta un reto en cada uno de ellos. Pese a que puede ser un buen modo de entrenamiento o para darle vida al jugador solitario, también es mejor en compañía.
Flecha movida, flecha perdida
Pero lo mejor de TowerFall es la posibilidad de personalización de las partidas VS. Como en su día ocurría con Perfect Dark, podemos ajustar un montón de parámetros para que cada partida sea distinta, e incluso hacer que cada una genere una configuración aleatoria. Entre todas las opciones tenemos el hecho de modificar la capacidad del carcaj, añadir doble salto, ajustar nuestro movimiento o aumentar el número de cofres. Son muchísimas las variables, y todo eso hace que cada partida sea única. Pero además de eso disponemos de muchos escenarios, y cada uno nos ofrece una forma de plantear la partida.
Cada escenario tiene las plataformas de una manera, y otros añaden elementos nocivos y cambiantes, pero hay por encima una cosa en común para todos: salir por la derecha nos hace aparecer por la izquierda, salir por abajo nos hace salir por arriba, y también en sentido contrario. Todo esta diseñado para que tenga sentido, nos ofrezca diferentes estrategias y nos obligue a estar pendientes de todo. De hecho, la última muerte de cada partida puede verse en una repetición, lo cual nos sirve para revivir el momento y analizar la situación. Es bastante divertido, caótico y rápido, pero el juego es considerablemente mejor con un mayor número de personas, ya que un 1 vs 1 es bastante más pobre.
El estilo del juego es el pixelado que tan de moda está últimamente, muy similar al de la aventura de Madeline. Los diferentes elementos en pantalla se diferencian bien y hay variedad a pesar del estilo escogido. La velocidad del juego es adecuada y el ritmo es continuo, contando el espacio entre partidas, de forma que no tengamos cargas pesadas que rompan la fluidez tras cada combate. De hecho, solo se carga al inicio. La música es buena, variada y con estilos distintos según el escenario, y los efectos de las diferentes armas están muy bien, como el de cuando dos flechas se chocan entre ellas (la mejor defensa es un buen ataque).
En definitiva, estamos ante un juego que es entretenido, está bien hecho y toda su configuración ofrece un montón de posibilidades. Pese a que hay contenido para que un jugador disfrute un tiempo, su verdadero potencial reside en el mutlijugador local, que mejora con el mayor número de personas posibles. Variado en modos y escenarios, TowerFall puede ser ese juego al que siempre se le echen unos minutos en cualquier quedada con los amigos antes de ponerse con otra cosa.