Auténticos héroes verdes. Eso es lo que fueron para muchos jóvenes tres décadas atrás los protagonistas de Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge. Serie de televisión, figuras de acción, películas… pero también una fantástica Coin op a la que rinde tributo el título de, como su nombre anuncia, Tribute Games.
¡COWABRAWLER!
No queda mucho lugar a la imaginación si decimos que nos encontramos con un Beat ‘em up clásico, de esos tan frecuentes últimamente que atraen las miradas en parte gracias a Streets of Rage 4, publicado también por DotEmu. En este caso hasta 6 jugadores pueden recorrer las calles y cloacas de Nueva York con un apartado visual retro de lo más inspirado.
No tan retador como otros, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge, plantea su modo campaña para ser un viaje sin mucho desafío, aunque con selector de dificultad, en el que capítulo tras capítulo subimos de nivel a los personajes mejorando nuestros stats combativos. Los coleccionables que encontramos sirven también para esto, algo que podría haber dado mucho más de sí para otorgarle mucho mayor recorrido a un producto que se puede superar en un par de horas.
La variedad de animaciones otorga mucha fluidez a la acción.
Fuera de las flaquezas que podríamos presuponer lo cierto es que tenemos entre manos un título divertidísimo, con mucho buen y saber hacer que demuestra la importancia del apartado visual y sonoro en una experiencia como esta. Los fans de las tortugas estamos de enhorabuena ante tal derroche visual: animaciones cuidadísimas, con retazos de movimientos característicos de la serie de tv e incluso de juegos de lucha de la época que rememora y personajes casi caídos en el olvido. El colorido puesto en cada sprite y el aspecto estilizado de los héroes encaja perfectamente con lo desenfadado de un título claramente “para todos”.
Un título divertidísimo, con mucho buen y saber hacer que demuestra la importancia del apartado visual y sonoro.
Cabe destacar el fantástico trabajo realizado con su banda sonora que sabe remezclar el popular tema principal de la franquicia con chip tunes, midis y composiciones mucho más complejas y modernas permitiéndose temas vocales y rockeros de lo más ochenteros adecuándose perfectamente al nivel en el que suenan. Todo por supuesto con sonidos de golpes contundentes y gritos y frases varias mientras soltamos mamporros al inmortal Clan del Pie.
Los escenarios están llenos de vida y amenazas… ¡como esos monos lanzadores de plátanos!
DIVERSIÓN SIN SORPRESAS
¿Hay vida fuera de la nostalgia? Pues no tenemos otra opción que decir que sí. Un sí pero con matices. Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge destila diversión, inmediatez y calidad, algo que no se puede decir todos los días. Pero también es cierto que no aporta nada nuevo a un género, que como Rafael y compañía, cuentan con muchos años a sus espaldas.
No ayuda mucho a que todos los personajes se controlen de la misma forma, y aunque visualmente se diferencien mucho entre sí (algo a elogiar), a la hora de la verdad no supone nada para el jugador más experto que pretenda dominar a todo el elenco de luchadores. Por suerte, la variedad de ataques y posibles combinaciones saben acompañar haciendo que se nos pase volando cada momento solo o en compañía en el juego de Tribute Games.
También es cierto que no aporta nada nuevo al género y sus personajes se controlan todos del mismo modo.
Además de recoger los mencionados coleccionables, se incluyen retos en cada nivel pero se superan casi en su totalidad durante la primera partida. Fuera de la historia nos queda el tradicional modo arcade que nos propone superar los niveles con vidas limitadas. Con hasta cinco compañeros más (algo caótico, todo hay que decirlo) podemos completar el juego y obviamente es la excusa que hará volver a él superando los niveles una y otra vez sin importar tanto su escaso contenido sin casi extras a desbloquear. Niveles que no siempre aportan algo y se antojen pesados en la recta final con algunos jefes poco inspirados.
La nota negra de toda su propuesta la encontramos en un modo online que hemos sido incapaces de poder disfrutar en condiciones, obligándonos a cerrar el juego casi en cada intento y que esperemos que se solucione lo antes posible en la que parece ser la única versión del juego con este problema. En los pocos casos de éxito hemos notado cierta pesadez en las partidas más multitudinarias, que no afectan a la experiencia, pero es cierto que la suavidad no es la misma que al hacerlo con menos jugadores.
Los fans de estos reptiles estamos de enhorabuena. Y por supuesto, los fans de April.