Stela es el enésimo juego inspirado por Limbo o el más reciente Inside. Un título que nos invita a acompañar a una misteriosa mujer mientras recorre un mundo desolador repleto de plataformas donde acecha el peligro en cada esquina.
El misterioso viaje de Stela
En realidad, no sabemos si su nombre es Stela, todo lo que sabemos de ella es que viste una túnica blanca y está sola en una cueva. Stela no es un juego que recordaremos por su historia, la cual hace poco esfuerzo por contarnos al carecer por completo de cualquier tipo de texto o diálogo. Prácticamente todo queda en manos de nuestra imaginación.
Los bellos escenarios con ruinas de lo que se intuye fue una otrora gran civilización. Las horrendas criaturas de largas extremidades que ansían devorarnos. Y como no, unos misterios monolitos con escrituras indescifrables que evocan imágenes que resultan en cierto modo familiares. Todo ello, junto a la genial banda sonora, da lugar a una excelente ambientación que nos invita a un mundo de lo mas interesante. Pero quizás resulta demasiado misterioso, hasta el punto de preguntarnos si el viaje ha merecido realmente la pena al no obtener respuesta a dichos misterios.
Sombras
Stela es un plataformas atmosférico repleto de rompecabezas que se desarrolla en un entorno 2.5D. Sus controles son sencillos: movernos, saltar o usar un objeto del escenario con el botón de acción. Pero tiene dos grandes problemas, el movimiento es torpe y los saltos imprecisos. No han sido pocas las ocasiones en las que, con cierto nivel de frustración, no hemos conseguido medir bien un salto por los desajustes en su control. Hay plataformas que te permiten saltar desde el borde, a veces puedes saltar incluso estando ya en el aire y otras veces tienes que saltar medio metro antes de llegar al borde.
Sin embargo, la cosa no acaba ahí. En principio, el desplazamiento es en horizontal a lo largo de un plano, pero en ciertas ocasiones podemos movernos hacia el fondo para subir a rocas u otras estructuras. El problema reside en que la señalización es inexistente y no es raro quedarse bloqueado en una sección porque, aparentemente, no hay a donde ir.
Luces
Pero no todo son sombras en Stela. Además de su magnífica ambientación, cuenta con algunas ideas muy buenas en sus rompecabezas. Algunos de ellos nos ponen contra las cuerdas para que reaccionemos rápido y consiguen elevar ligeramente nuestras pulsaciones. Otros utilizan los clásicos interruptores o la típica caja que hay que empujar para llegar a un sitio elevado. Los hay también que plantean situaciones totalmente nuevas y originales que merece la pena descubrir. En lineas generales y defectos del control aparte, no son especialmente complicados en una aventura que no supera las dos horas.
Al final, nos encontramos con un juego bonito con multitud de escenarios completamente diferentes entre sí que es una maravilla contemplar y visitar. Además, la música ambienta a la perfección. Sin embargo, una historia tan misteriosa como poco memorable y un control impreciso le hacen un flaco favor.
