Más de tres millones de ventas en Japón en su primer fin de semana nos indican que estamos ante un título que realmente era muy esperado, y que no solo era una idea vista en Famitsu. Splatoon 3 trae de regreso la saga que debutó en Wii U con un título continuista, caótico (así lo decidió el Splatfest final de Splatoon 2) y que ha crecido mucho en varios apartados. ¿El mejor de la saga? La respuesta es sí.
Splatoon 3, la octosecuela
Splatoon, a grandes rasgos, es una saga centrada en el multijugador local y online (tanto informal como competitivo) en el que dos equipos de cuatro jugadores tienen que enfentarse en combates shooter en tercera persona de tres minutos utilizando armas con el objetivo de pintar de su color la mayor parte del escenario posible. Una idea tan sencilla y rápida que resulta adictiva y perfecta para partidas cortas, aunque obviamente no se queda solo en eso.
En función de la hora a la que juguemos lo escenarios y tipo de combate cambian, para así hacer la experiencia más dinámica. A veces hay combates territoriales, otras veces de mantener una zona o de llevar un objeto, y más que seguramente vayan llegando porque nos esperan dos años de actualizaciones tanto gratuitas como de pago (sin crear separación de jugadores).
La experiencia en esta ocasión ve como el nuevo online de Nintendo sirve para ofrecer una expriencia mucho mejor. No solo en la rapidez en los combates, sino en la agilidad para encontrar salas, y en que se nos permita estar jugando mientras esperamos. Todo ello también se nota en el modo Salmon Run, el modo cooperativo en el que tenemos que hacer frente a hordas de enemigos y recoger los premios que los grandes salmónidos nos dejen. En general, tenemos lo de siempre, pero mejor.
Mejora todas las pequeñas cosas
Otros pequeños detalles que se han pulido incluyen la aparición de nuestro personaje fuera del escenario (así se evita que nos puedan “comer” irremediablemente si están en nuestra base) y nosotros nos lanzamos al punto que queramos, que también puede ser un compañero. Se elimina la necesidad de escuchar el discurso del grupo del momento, el Clan Surimi, sobre los escenarios cada vez que entramos (podemos escucharlo como siempre, pero también verlo solo en una esquina mientras nos movemos).
Además de todo esto, las clásicas tiendas, que aumentan stock según subimos de nivel, de armas y ropa siguen ahí, para crearnos nuestro look propio (las opciones de personalización han crecido mucho y ya podemos ser octoling de inicio) y buscar las habilidades y mejoras que queramos. El modo foto nos permite hacer bonitas imágenes por el mundo quitando el HUD y añadiendo filtros, y los amiibo nos permiten desbloquear atuendos varios.
¿Qué pasa con el modo historia? En esta serie, hasta el momento, el modo historia podía considerarse un tutorial de las diferentes dinámicas de los escenarios, con una narración leve, que radicaba en coleccionables sobre todo, sobre el mundo poshumano en el que se vive en Splatoon. Sin embargo, y siguiendo los pasos de la Octoexpansión, en esta ocasión el modo historia nos sorprende y, sin decir nada sobre él, encontramos más exploración en el mundo, fases más variadas y un desarrollo más cinemático casi desde el inicio. Y por si fuera poco, tenemos a cenutrín, una criatura a la que le ponemos el pelo que más nos guste y que nos ayuda en neustro viaje, además de que nos permite que podamos acceder al contenido de cajas e interruptores que están lejos de nuestro alcance.
Splatoon 3 es, sin lugar a dudas, una secuela bien construida y que da ese salto esperado desde el inicio, algo que al anterior título le costó varias actualizaciones empezar a conseguir. Su estilo gráfico es similar pero algo más cuidado en pequeños detalles, la música sigue siendo extraña pero maravillosa (aunque personalmente algo por debajo de la anterior).
La pregunta clave es, ¿merece la pena haber creado un nuevo juego o simplemente es lo mismo por tercera vez? Al margen de la comunidad online activa, aquí, como ya se ha comentado, el avance en todos los apartados es notorio desde el segundo uno, por lo que la respeusta es sí. Si obviamente habeís trillado hasta la saciedad el 2 y su expansión puede que de inicio os sepa a lo mismo en parte porque hay bastante reciclaje en modos, escenarios y armas, pero incluso con eso, merece la pena, mucho más que el salto del 1 al 2 de primeras.
