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Análisis de ROBOBEAT

Sí, puede que vivamos en un momento plagado de rogue-likes clónicos pero de vez en cuando se hace la luz para ver ideas diferentes como ROBOBEAT. Un shooter en primera persona que llega con todo el ritmo del mundo para los que quieren una experiencia distinta en el género.

Al son de la música

La híbrida de Nintendo se ha quedado sin algunos de los grandes exponentes en esto de repartir balas siguiendo el ritmo. El demoníaco Metal Hellsinger o el virtual Pistol Whip llevan un tiempo haciendo las delicias de los jugadores en otros sistemas pero por fin podemos catar en nuestro bolsillo las mieles de un producto nacido bajo los mismos ideales. La música es clave en la propuesta de Inzanity y es que si disparamos con el timming del beat musical el impacto hará mucho más daño al enemigo, una mecánica a la que es fácil acostumbrarse.

Comenzamos el juego cayendo desde las alturas mientras dejamos atrás pisos y pisos de un edificio que como imagináis tenemos que volver a subir. Una introducción que marca estupendamente bien nuestro objetivo y que a lo largo de cuatro niveles iremos consiguiendo mejoras y armas para hacer el camino algo más fácil. Porque como en todo rogue-like en ROBOBEAT al principio no somos más que unos mindundis sin habilidades y armas demasiado básicas para enfrentarnos al desfile de enemigos que debemos derrotar para salir airosos de allí.

ROBOBEAT no reinventa la rueda ni mucho menos pero sí ofrece diversión directa y funcional.

La estructura es la que todos imagináis. Niveles divididos por salas procedimentales en las que derrotar a las criaturas allí presentes para pasar a la siguiente, toparnos con mejoras temporales para la run actual y llegar lo más lejos posible para que nuestra siguiente partida sea más llevadera. Porque morir es algo habitual pero si por el camino nos llevamos la posibilidad de obtener habilidades o monedas para mejorar armas para el próximo intento, mejor que mejor. ROBOBEAT no reinventa la rueda ni mucho menos pero sí ofrece diversión directa y funcional.

Lo que más nos gusta es la presentación de la sala inicial donde sin necesidad de menús vemos una galería de todo lo conseguido hasta el momento expuesto por sus paredes. Cuatro puertas frontales que nos dan acceso directo a los niveles desbloqueados y… a la acción. Como colofón en cada uno nos esperan unos jefes finales bastante duros de pelar pero para llegar a ellos sufriremos un sistema de progresión excesivamente lento que alarga demasiado nuestras horas con el juego. Muy poco a poco conseguiremos que nos parezcan esas salas con mejores, esquemas para rebotar por las paredes, obtener el gancho…

ROBOBEAT

Un proceso al que sentimos que le falta perfilarlo mejor y que hemos visto en otras ocasiones como puede echar a perder un producto. ROBOBEAT no se desmorona pero sí se tambalea por una repetición de enemigos y salas muy acentuada. Además en lo visual si bien es resultón por ese intento de jugar con neones, no destaca en lo técnico ni artístico por lo que tampoco es ese paseo visualmente deslumbrante que nos motive a intentarlo de nuevo. Al menos no tanto como propone. Por suerte su banda sonora sí encuentra el camino de la motivación con uno temas que también desbloqueamos jugando.

Es al principio de cada run (así se denomina a cada intento de superar el juego) donde seleccionamos la cinta de cassette que nos acompañará en el recorrido. A mayor velocidad del beat, mayor será también la velocidad de acción de los enemigos por lo deberemos elegir bien qué tema se adapta mejor a nuestro estilo de juego. No tenemos un caballo ganador en esto de los shooter rítmicos pero sí un curioso candidato que además rinde de fábula en la híbrida, sea en portátil o dock, y que se atreve también con el control por giroscopio lo cual siempre es bienvenido.

ROBOBEAT

Versión el juego analizada: 1.0.25

Resumen
ROBOBEAT es rápido y divertido pero su lento progreso hará fruncir el ceño a más de uno. En lo visual le falta algo del gancho que sí tiene su banda sonora aunque también es cierto que la parte rítmica se nos queda algo corta y a veces hasta anecdótica. Una buena propuesta ideal para partidas rápidas en cualquier momento.
Bueno
  • Ágil y divertido
  • Intensa banda sonora
Mal
  • Lento sistema de progresión
  • Visualmente demasiado funcional
  • El ritmo puede dar mucho más juego
6.5
Justo
Escrito por
Jugador de corazón, amante del arte y enamorado del metal.

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