Hoy tenemos otra muestra más de la inspiración que ha creado en el mundo los videojuegos la saga Dark Souls. Habiendo creado una marca propia, que hace que infinidad de compañías, se empapen de la magia de los títulos de Fromsoftware para crear sus obras. Gracias a eso, hemos podido disfrutar de grandes títulos como The Surge, Dark Devotion o Salt and Sanctuary. Amplify Creations, un estudio independiente portugués, ha querido emular la formula soulslike en su nuevo título, Decay of Logos. Un juego que durante su fase de desarrollo, incluso llegó a ser comparado con el gran The Legend of Zelda: Breath of the Wild, sobre todo por su apartado gráfico, que recuerda en gran parte a los verdes prados de Hyrule que recorrimos en la última y magnífica aventura de Link.
Decay of Logos, una historia de venganza
La aventura comienza en pleno ataque a la aldea de nuestra protagonista. La joven Ada ve como su hogar es destruido por unas malvadas criaturas, junto a la imagen aterradora de sus padres yaciendo en el suelo. Es entonces cuando el odio y rencor toma el control sobre el futuro de Ada, comenzando una aventura con un único fin, la venganza. Por suerte no estará sola en esta hazaña. La acompaña un alce majestuoso, el cual nos ayudará en nuestra aventura. Recorriendo los fantásticos lugares que se ven amenazados por la decadencia, Ada armada con su espada, plantará cara a sus enemigos hasta llegar a descubrir toda la verdad y los secretos que esconde Decay of Logos.
Estamos ante un RPG de acción táctica con un vasto mundo interconectado, repleto de localizaciones secretas y tesoros por descubrir. Nada más comenzar el juego, tendremos una especie de tutorial no guiado, en el que descubriremos rápidamente las mecánicas del juego. Además unos pequeños tótems, nos servirán de ayuda para descubrir los movimientos básicos, así como algunos consejos sobre el juego. Si ya has jugado antes a juegos del estilo, los interiorizarás rápido, pues estamos ante un juego de acción/reacción, en el que no solo vale machacar el botón de ataque para acabar con nuestros enemigos. Los combates pasan a ser auténticas batallas tácticas en las que debemos de leer los movimientos de nuestros enemigos para saber cuando atacar, cuando defendernos y cuando esquivar.
Durante nuestra aventura nos acompaña nuestro fiel amigo, un alce que Ada encontró poco después de que arrasaran su aldea y que en poco tiempo, se convirtió en su mejor amigo. El alce nos sirve de montura para movernos por los extensos campos de Decay of Logos, pero eso sí, el animal se ve sometido a un nivel de estrés, que tenemos que reducir alimentándolo y cuidándolo. Cuando vamos avanzando en la historia, vemos como cada vez ese nivel sube más lento, pero cuando estemos rodeados de enemigos, el estrés del alce aumenta rápido, llegando incluso a tirarnos de él si llega a subir al máximo. Nuestro compañero también tiene otra función y es que nos sirve de equipaje, pues en su alforja podemos guardar un número, limitado, de ítems. Ada por su parte, puede cargar con un arma principal, una secundaria y un tercer espacio que se reserva a cualquier tipo de objeto, ya sea armadura o arma. Por otro lado, podemos guardar un total de 5 pociones y equiparnos 5 distintos tipos de armaduras. Además, llegados a un punto del juego, disponemos de un pozo donde sí podemos guardar de forma ilimitada todos los objetos que queramos.
Los objetos tienen una peculiaridad, que además también nos recuerda a Breath of the wild, y es que tienen una determinada duración. Tanto armas como armaduras, tienen una barra de resistencia, que hace que se rompan cuando se vacía. Por suerte, todos los enemigos nos sueltan distintas partes de armadura, cada una con sus estadísticas y su estética única, que nos sirven para ir reponiendo las más desgastadas. Encontraremos infinidad de armas de distintos tipos y elementos, en los cofres que vamos abriendo por el mapa y las mazmorras, cada una con su set de movimientos, dependiendo de si es hacha, espada, armas de una mano o de dos… Como colofón, aunque tampoco son muchas, disponemos de 3 magias distintas, llamadas “Magicae”, que nos otorgan otra forma de atacar a nuestros enemigos. Con una podemos aturdirlos al mismo tiempo que iluminamos salas oscuras, con otra podemos empujarlos para apartarlos cuando nos acorralen y con la última podemos quemarlos, elemento que es muy útil además en algunas de las batallas más duras.
Luces y sombras
En cuanto a los enemigos, estamos ante un bestiario quizá algo escaso, aunque tampoco es que sea insuficiente, dependiendo de la localización encontramos unos enemigos u otros, siendo bastante temáticos de la zona, por ejemplo en los primeros compases, estando en zonas de pantanos y bosques, encontramos enemigos que son una especie de árboles con forma de humanos, abejas, larvas o incluso plantas agresivas. También encontramos distintos tipos de jefes finales y mini jefes, que quizá es donde vemos un poco más de escasez. Estamos ante poco más de 5 jefes finales y otros tantos mini jefes, que son unos gigantes que iremos encontrando conforme avancemos en el juego. Las comparaciones son odiosas y en este tema, si te basas en algo como Dark Souls, la cantidad de jefes y sub jefes es mínima respecto a la obra de Miyazaki. Siendo una parte tan importante en este tipo de juegos, se echa en falta algún boss final más.
Sin embargo, el equipo de Amplify Creations, ha sabido emular muy bien otras cosas de los Souls. Por un lado, la historia no es algo que esté narrada al uso, como solemos ver en los juegos hoy día, donde todo dato está más que remarcado y explicado durante el juego. Aquí tenemos que escuchar bien las historias que nos cuentan, debemos de fijarnos en los pequeños detalles si queremos enterarnos bien de todo el contexto de la historia del juego. Además durante nuestra aventura, encontramos unos ecos de recuerdos, que van desbloqueándonos textos que nos cuentan una importante parte de la historia, siendo vital leerla si queremos entenderla bien.
Por otro lado, existen algunas misiones secundarias, pero tampoco son misiones secundarias al uso, pues en ningún momento nos sale un texto que nos diga que hemos activado determinada misión, simplemente se van sucediendo distintos eventos en distintas partes del mapa, que sin saberlo los estamos activando. Por ejemplo, en un momento determinado del juego, encontraremos un personaje encerrado, que si salvamos, va ayudándonos en nuestra aventura en distintos puntos, llegando a tener un desenlace, que si no lo hubiésemos salvado, seria completamente distinto. Esto también es un guiño clarísimo a una de las misiones secundarias que encontramos en el primer Dark Souls, donde tenemos que tomar exactamente la misma decisión con un personaje que encontramos al principio del juego.
En lo que se refiere al sistema de combate, también hay que recalcar que no está todo lo bien medido que cabría de esperar de un juego soulslike, pero como ya hemos dicho, las comparaciones son odiosas, más aun si lo comparamos con el mejor. El combate a veces es algo tosco y desesperante, aunque tampoco es excesivamente complicado. Al principio puede que nos veamos un poco superados, pero conforme ganamos experiencia, los combates cada vez son más fáciles de superar. Tenemos distintos tipos de estadísticas, como vitalidad, vigor (resistencia), ataque… que aumentan conforme subimos de nivel. No podremos editarlos, pero tampoco se nota que estén mal balanceados, el juego en todo momento te lleva al nivel que debes estar en cada zona, para que no sea ni muy fácil ni muy difícil.
El precio del cansancio
Las estadísticas además varían en función de una mecánica añadida al juego que es bastante curiosa, el cansancio. Mientras jugamos nuestras estadísticas se ven disminuidas por distintos factores, el tiempo sin descansar en una hoguera, el ser golpeados o cada muerte. Todo esto hace que nuestros niveles de ataque, defensa, vigor etc se vean disminuidos y seamos más débiles frente a nuestros enemigos. Aunque esto pueda parecer una mecánica muy abusiva, tiene fácil solución. En el juego tenemos dos formas distintas de guardar partida, una en los altares, que además de guardar nos reponen la vida, y las hogueras, lugares donde además de guardar y curarnos, descansaremos para volver nuestras estadísticas a su estado normal. El juego incluso nos dice cuando necesitamos o no descansar, pues si descansamos sin ser necesario, puede que seamos atacados por una oleada de enemigos en la noche y tengamos que acabar con ellos para poder continuar.
En el apartado grafico estamos ante lo que parece ya, algo común en Switch con muchas obras independientes, la resolución deja muchísimo que desear. Estamos ante un juego que luce muy bien por su aspecto gráfico dibujado, por lo que es una lástima ver que el juego no llega a verse con una resolución HD. Si no lo juegas en una pantalla muy grande, o lo juegas solo en portátil, disimula un poco, pero el juego debería verse mínimo a 720p, pues tampoco estamos hablando de un título que tenga una carga poligonal excesiva, los gráficos aunque bonitos, son simples. Por otro lado, el juego tiene algunos bugs ocasionales que pueden fastidiarte la partida provocándote alguna muerte innecesaria. Aun así, si recordamos como estaba de optimizado el gran Dark Souls, que hasta su versión remaster, no se ha conseguido tener una versión oficial decente del juego, tampoco podemos ser excesivamente críticos con este tema. Podría ser incluso otra especie de guiño, quien sabe.
Para ser justos hay que decir que nos encontramos ante un juego humilde, sin el presupuesto del que disponen otros estudios. Puede que este hecho y las prisas por el lanzamiento, hayan sido los motivos por los que Decay of Logos haya salido a media cocción, sobre todo en esta versión para Nintendo Switch. Y es una pena, puesto que el título tiene muy buenas ideas y tiene un apartado grafico muy bonito. De todas formas, si eres un amante de este tipo de juegos como un servidor, seguro lo disfrutarás muchísimo.