Nightdive Studios sigue remasterizando viejas glorias y trayéndolas al presente de la mejor forma posible. Tras su notable trabajo con el también notable Shadow Man Remastered ahora le toca el turno a este PowerSlave Exhumed, la versión moderna del clásico de Sega Saturn y Play Station en el que Doom y el Egipto de Stargate se dan la mano.
De momias y aliens
Como muchos de los juegos de la época, en especial los shooters en primera persona, PowerSlave Exhumed no necesita una gran historia detrás para entretenernos, y es verdad que no la tiene, aunque sí cuenta con una excusa para que nos liemos a tiros, que no es otra que una invasión extraterrestre con rapto de Ramsés incluido.
Como vemos, algo tan extraño como poco sólido, pero qué más da si aquí a lo que hemos venido es a disparar y a deleitarnos con su sistema de backtracking (desandar lo andado al obtener nuevas habilidades para, ahora sí, acceder a zonas antes inaccesibles) y con su sistema de recuperación de vida y munición. Ambientado en un Egipto como el que nos mostraban las películas de ciencia ficción de los 90, léase Stargate o La Momia, este PowerSlave nos soltaba en unas zonas cerradas pero llenas de pasillos en las que nos enfrentábamos a escorpiones, versiones de Anubis, momias (cómo no) y otra suerte de enemigos que, eso sí, no brillaban precisamente por su diversidad. Ahora tampoco lo hacen, pero al menos se ven mejor que nunca gracias al buen hacer de Nightdive.
Pero antes de entrar en aspectos más técnicos, sabed que estamos ante un juego que es más lineal de lo que parece aunque tenga, como ya hemos comentado, ese componente de backtracking que tan bien le sienta y que tan poco se veía por aquel entonces, haciendo de este un título muy especial para aquellos que supieron apreciarlo en su momento. Porque el tiempo ha puesto en su lugar a PowerSlave, y esta es sin duda la mejor forma de disfrutarlo.
Ya en su día mostraba elementos impropios de su género más allá de su ambientación (que podrá gustar más o menos al ser un no parar de clichés). Por ejemplo, el apuntado era libre, no solo de izquierda a derecha como en DOOM 64, por poner un ejemplo, y destacaba asimismo el sistema de regeneración de vida y armamento. Aquí, al matar a enemigos o romper vasijas, aparecen orbes, y estos recuperarán salud o repondrán munición, pero ojo porque solo la del arma que llevemos equipada, y hay muchas armas; ninguna especialmente original, pero todas válidas. Al principio no nos preocuparemos demasiado por la munición y casi siempre iremos a tope, pero más tarde, cuando además los enemigos serán más duros, esta escaseará y habrá que saber bien cuándo escoger qué arma. Por suerte, esta remasterización ha añadido una ruleta de selección de armas, algo que, junto a los checkpoints, inexistentes en la versión original (y que se pueden desactivar si así lo deseamos), son sin duda dos mejoras de vida más que agradecidas.
A todo esto hay que sumarle unos controles precisos y un nuevo aspecto de 16:9 en el que no se ha estirado de forma artificial la imagen sino que todo se ha rehecho casi de cero. Eso sí, en Nightdive han querido ser lo más fieles posible al original y, aunque han cambiado texturas, el aspecto retro sigue ahí. Es más, podemos forzarlo con multitud de opciones visuales (hay hasta un submenú solo para el filtro CRT), y también podemos toquitear toda serie de parámetros que tienen que ver con el apuntado, mirilla, zona muerta, profundidad de visión y un largo etcétera.
Por su parte el sonido y pese a que los efectos están bien, no es el punto fuerte de este PowerSlave, y eso que está incluso doblado al castellano. Son pocas líneas de diálogo, básicamente las de Ramsés, pero ni la voz elegida ni sobre todo el volumen son los adecuados. La banda sonora, del estilo, sonando como suenan otras obras artísticas que tiene a Egipto como telón de fondo pero sin destacar aunque cumpliendo su cometido.
Por los menos de 18 € que cuesta en la eShop, bien merece la pena este pedacito de historia escondido, aunque también deberéis tener en cuenta que no es especialmente largo pese a su sistema de juego y en 6 o 7 horas habréis visto todo lo que tiene para ofrecer, ya que tampoco es demasiado difícil.