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Análisis de POST VOID

YCJY Games sigue en su línea y nos trae un curioso juego en primera persona que poco o nada se parece a otros títulos que hayamos visto antes. POST VOID es frenético, tanto que te lo puedes pasar en poco más de 10 minutos, pero creednos, no será la primera vez que juguéis.

Mucha sed de sangre

Os voy a ser sincero, no tenía yo demasiadas esperanzas de que me gustara este juego cuando me tocó analizarlo, tanto por la premisa como por lo que se ve en pantalla. Pensé “disparos sin ton ni son en pasillos de colores chillones con pixelacos y encima roguelike; lo que más me gusta, vaya…”, pero por suerte me equivoqué, aunque también es precisamente eso.

POST VOID no se pone filosófico salvo en su introducción, pero dura poco, quizás medio minuto, e instantes después todo serán tiros, esquivas, cuchilladas, saltos, muerte… Y ya, pero repetido muchísimas veces. Porque aquí lo que hay que hacer será matar y matar, aunque lo haremos por un interés tan noble como el de no morir, ya que el ídolo con forma de cabeza reducida que llevamos en nuestra mano izquierda se alimenta de lo que sea sueltan los enemigos al caer, y si estamos unos segundos sin suministrarle lo que necesita acabará con nosotros. No hace falta mucho más para entretener, y de hecho en YCJY Games lo saben, por eso tan solo han añadido un puñado de potenciadores a una fórmula que funciona, como pueda ser una brújula para encontrar la salida del nivel, balas que rebotan, enemigos explosivos… Todo ello en pro de la diversión más directa.

Lo único malo puede ser que nos frustremos antes de empezar a descubrir todo su potencial, ya que morir no será difícil (el tiempo y también los enemigos de dificultad creciente van en nuestra contra). Eso, y por supuesto un estilo visual y sonoro que no será del agrado de todo el mundo. POST VOID es singular, lo cual puede ser bueno, pero también sumamente repetitivo en cuanto a escenarios se refiere, y estos además se generan procedimentalmente, es decir, de manera aleatoria siguiendo unos cuantos patrones, lo que asegura dos cosas: variedad en los recorridos y falta de la misma los diseños.

Por suerte lo compensa con unos enemigos muy imaginativos y con un control sumamente preciso, y menos mal, porque apuntar a la cabeza será clave si queremos no perder nuestro valioso tiempo, o si no somos muy duchos siempre podremos tirar de cuchillo y cuerpo a cuerpo. Además, su banda sonora de corte psicodélico  compuesta por el artista Daniel Deluxe presenta una mezcla de sintetizadores, beats electrónicos y sonidos ambientales que se adecuan a cada nivel y que ayudarán a transportarnos a su mundo y sobre todo a evadirnos de lo que nos rodea, que eso lo hace divinamente.

Resumen
No da demasiado de sí pero el rato que da casi lo sudas. Mejora cuanto más juegas y aunque puedas acabarlo en 10 minutos eso será algo que solo lograrás tras mucho practicar, morir y repetir.
7
Bueno
Escrito por
Señor Bichos para ti.

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