Los amantes de las aventuras tienen la posibilidad de adentrarse en las misteriosas tierras de Gaia porque llega a nuestras Nintendo Switch la segunda entrega de Oceanhorn, juego que irrumpió en el mercado móvil con fuerza debido a su calidad poco común en esos sistemas. Ahora con Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm la experiencia de expande, pero sigue sin saber encontrar una identidad propia.
Eres el héroe
Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm es un juego de aventuras en el que exploramos un basto mundo y nos adentramos en peligrosas mazmorras. Para disfrutar de esta segunda parte no hace falta haber jugado a la anterior entrega. La historia nos vuelve a poner en la piel de un héroe, que se adentra en mazmorra en busca de tesoros. La historia no tiene mucho peso, se siente contada con prisas y es un mero pretexto para dar paso a la propuesta jugable.
Las mecánicas jugables que encontramos en Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm no son ajenas para aquellos que hayan jugado a alguna de las últimas entregas de la saga The Legend of Zelda pues son una reproducción 1:1 de la mayoría de ellas. Surcamos un frondoso y colorido mundo con espada y escudo en mano, recolectando coleccionables y adentrándonos en peligrosas mazmorras.
Me suenas de algo
En estas mazmorras, que como no podía ser de otra manera cuentan con un diseño laberíntico, hay que ir resolviendo puzles para poder avanzar en ellas. La mecánica de estos puzles consisten en su mayoría en mover objetos de un punto a otro, utilizar las nuevas herramientas y habilidades que vamos desbloqueando o derrotando enemigos.
El principal problema de querer parecerse a un título que cuenta con mucho mimo detrás es no conseguir mejorar nada de lo que hacía ya dicho título. Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm es incapaz de evitar que pensemos en otros juegos, básicamente porque no tiene mucho más que aportar. Dentro de los puntos que lo diferencian podemos encontrar algunas armas secundarias como pistolas o la posibilidad de mejorar nuestros parámetros.
Explora un bello mundo
Gráficamente Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm luce un acabado bastante atractivo, compuesto de un diseño de modelos sólidos y detallados. Entramos aquí uno de los mayores atractivos del título ya que es la fuerza que nos invita a explorar su mapeado. En lo sonoro también es un título bastante potente, con melodías que nos adentran en un estado emocional épico y nos conduce hacia la aventura.
En cuanto a la duración la aventura principal nos va a durar más de 15 horas, pero además contamos con una amplia cantidad de contenido coleccionable y un rico mapeado que explorar que duplica la duración. Siempre y cuando su ritmo anodino y lo poco inspirado de la mayoría de situaciones nos motiven a ello.
Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm cuenta con el gran problema de no tener alma. Toma demasiada inspiración de una de nuestras sagas favoritas (por no decir que incluso la calca en numerosas ocasiones) y algunos elementos puntuales de otras, lo que da como resultado la constante sensación de haber jugado ya a lo mismo antes, pero con un desarrollo menos pulido y más torpe en ritmo. Al menos su mundo es interesante de explorar.
