Son malos tiempos para los vampiros en el mundo de los videojuegos. Atrás quedan las sagas Legacy of Kain o Vampire: The Masquerade que tantos buenos momentos nos han dado, presentándonos historias sobre estos seres de ultratumba que tanto interés han generado a lo largo de las décadas en el mundo de la literatura y el cine. En los últimos años son pocos los videojuegos que han tocado esta temática, por eso Dontnod Entertainment, creadores de Life is Strange, han querido darnos un poco de variedad y ofrecernos Vampyr. Un juego distribuido por Focus Home Interactive, que aun siendo de un modesto presupuesto, ha conseguido convertirse en una obra ambiciosa con una buena ambientación.
Nos encontramos ante una aventura de RPG de acción que nos lleva a meternos en la piel del doctor Jonathan Reid, un reputado cirujano que regresa a su Londres natal tras haber servido a su país en Francia durante la Primera Guerra Mundial. A su regreso, el doctor Reid descubre que su nación se haya sufriendo una grave epidemia de gripe española. Una enfermedad que está acabando drásticamente con la población y que ha convertido los barrios donde se crió en zonas desoladas por el vandalismo. Por si esto no fuera poco, Jonathan despierta un día desorientado sin saber muy bien que le ha pasado, hasta que descubre tras un fatídico incidente, que se ha convertido en un vampiro.
Desorientado y huyendo de todo tipo de cazadores que quieren atraparlo, el doctor Reid se encuentra con otro ser de su especie y un hombre que le guía hasta el hospital de la ciudad. Es en este momento cuando por fin encuentra un lugar donde poder esconderse y, sobre todo, una nueva motivación. Jonathan no recuerda nada sobre el accidente que le llevo a convertirse en vampiro, por lo que se lanza en una aventura en la que intenta descubrir la verdad, además de intentar crear una cura para poder sanar la epidemia que asola Londres.
Vampyr presenta un mapa con cuatro distritos diferenciados que iremos desbloqueando según avancemos en la historia principal, cada distrito dispone de sus propias localizaciones y personajes que aportan mucha información a la historia. En el menú podremos ver la cantidad de personajes que hay en cada distrito y según vayamos hablando con ellos, nos van apareciendo en el menú del distrito correspondiente. Cuando hablemos con cada ciudadano, podemos ir seleccionando distintas preguntas que nos van aportando información sobre la historia de cada uno, pero muchas preguntas estarán bloqueadas porque necesitaremos pistas para desbloquearlas. Estas preguntas las iremos desbloqueando conforme hablemos con otros personajes o encontremos objetos y cartas sobre ellos en la ciudad. Para ayudarnos a investigar, el doctor Reid dispone de unos sentidos vampíricos que podremos activar para poder ver pistas o sangre en el mapa.
Es aquí donde se nota un gran trabajo por la gente de Dortnod en Vampyr. Existe una gran variedad de personajes en cada distrito que hacen pasar un buen número de horas investigando sobre ellos y realizando sus misiones secundarias. Además, en todo momento tenemos que estar pendientes del estado de salud de cada ciudadano, pues este influye en el estado de salud del distrito al que corresponden. Si vamos sanando las enfermedades de los ciudadanos, el estado del distrito mejora, pero, si por el contrario, no los curamos, dejamos que más ciudadanos enfermen, o incluso acabamos con sus vidas, el estado de salud del distrito va empeorando hasta el punto que puede verse sumido en el caos, convirtiéndose los npc en hostiles para nuestro protagonista.
Vampyr: Comer o no comer, esa es la cuestión.
Este es el punto de inflexión más importante sobre el desarrollo que queremos darle a la historia y el rol que queremos tomar para nuestro protagonista. En nuestra base, además de poder crear los medicamentos que necesitamos y mejorar nuestras armas, podemos mejorar nuestras habilidades mediante un árbol que iremos completando con la experiencia que obtenemos en el juego. Esta experiencia la obtenemos mientras vamos sanando a los ciudadanos, completando las misiones secundarias o acabando con enemigos.
Pero también existe un método más fácil de obtener experiencia, la senda del vampiro. Cada ciudadano veremos que puede otorgarnos un número (bastante importante) de puntos de experiencia si acabamos con su vida. De esta manera estamos antes la posibilidad de tomar la vía fácil, que sería acabar con los ciudadanos de los distritos para ir avanzando más rápido nuestro nivel. Al mismo tiempo estaríamos perdiendo la posibilidad de realizar las misiones secundarias que muchos aportan y dejando por los suelos el estado de salud de los distritos. Además el rostro de nuestro protagonista se irá deshumanizando conforme consumamos más almas.
Un mar de luces y sombras
La historia de este videojuego se nota muy trabajada y se ve que el estudio que la realiza sabe darles mucha importancia a los personajes que la forman. Pero es en el sistema de combate donde encontramos algunos contras. Aunque no es malo, puede hacerse algo repetitivo a la larga. Se basa en un sistema de ataca y esquiva tipo Dark Souls/Bloodborne que no está todo lo medido que debería. La variedad de armas es bastante escasa también. No es que sean pocas, es que hay muy poca diferenciación entre ellas más allá de algunas estadísticas. Existen armas de una mano y de dos, poca diferencia más. También existen armas secundarias que sirven para dejar a unos enemigos aturdidos y así poder hincarles el diente para recuperar sangre, que usamos para realizar habilidades, o bien podemos equiparnos armas de fuego como pistolas o escopetas. Por otro lado las habilidades también son un poco escasas para lo que nos gustaría.
Pero donde más flojea, con mucha diferencia este juego, seria en el apartado técnico. Estamos ante la peor versión con mucha diferencia de Vampyr. Ya sea por falta de tiempo o recursos, la gente de Saber Interactive, deben de haber tenido problemas a la hora de portear el juego a Nintendo Switch. El juego se ve a una resolución que deja mucho que desear, es difícil diferenciar las caras de los personajes a una distancia bastante cercana. El juego corre a 30 FPS que suelen tener bastantes bajadas sobre todo cuando nos movemos rápido por el mapa, por no hablar de constantes tiempos de carga, incluso durante el propio combate. Además tiene bastantes bugs que hacen que no se nos indique que objetos obtenemos, misiones que no desaparecen del HUB aun habiendo sido realizadas o incluso crasheos que hacen que se quede el juego congelado y debamos reiniciarlo. Aun así, la compañía ha confirmado que son conscientes de los problemas y en breve tendrán un parche para solucionarlos, haciendo la experiencia algo más sólida.
Un sabor agridulce
Con sus 7 capítulos, divididos en 4-5 misiones principales cada uno, Vampyr tiene una duración de 15-20 horas. Más todavía si somos de los que queremos completarlo todo, o si incluso queremos rejugarlo para poder ver las diferencias en la trama si tomamos un camino u otro. Estamos ante un juego que necesita importantes mejoras técnicas pero merece la pena jugar. Su historia y ambientación están muy elaboradas y mantiene enganchado hasta el final. Una lástima que la obra de Dontnod Entertainment no esté tan depurada como merece, pero también hay que tener en cuenta, que estamos ante una modesta compañía que no tiene grandes presupuestos.