Hace unos años Super Rare Games dio el salto al mundo del publisher y se estrenó con el plataformas Grapple Dog. Ahora llega su secuela, Grapple Dogs: Cosmic Canines, con la intención de pulir y dar variedad a esa fórmula que funcionó tan bien. Es hora de ver si lo consiguen, porque vuelve además con varias de sus medidas de accesibilidad que lo hacen apto para todos los públicos tanto en ajustes de dificultad (como la facilidad para dar saltos en el aire) como de visibilidad, y con traducción al castellano.
Dos perros mejor que uno
El final secreto del primer juego nos dejaba con la intriga de un mal mayor y un destino especial para Pablo, el perro. Acompañado por su novia Toni, la profesora y cierto robot, deciden ir a un lugar que ha aparecido en los sueños de Pablo, para encontrar una situación extraña que los transporta a otra dimensión. Ahora Pablo debe unirse a Luna, una perra agente del multiverso para hacer frente a Vyr, un ser multidimensional que amenaza con destruirlo todo.
Al igual que su predecesor, Grapple Dogs está formado por una serie de niveles tradicionales con inicio y fin que cuentan varios coleccionables por el camino (que en este caso son apariencias para el gancho, “músicos escondidos” y joyas que permiten acceder a nuevos niveles), pero también por otros que son combates contra jefes o desafíos de tiempo al estilo de “romper todas las cajas”. La gran mayoría de los niveles cuentan además con una opción de contrarreloj para conseguir medallones de oro, plata o bronce según lo bien que lo hagamos.
En esta ocasión, tenemos niveles protagonizados por Pablo y otros por Luna. El primero puede, además de saltar, machacar y pegar puñetazos, usar su gancho para balancearse si lo usa en ciertas estructuras, pero también útil para lanzarse a globos y enemigos. Por su parte Luna cuenta con gancho, la posibilidad de hacer un dash y una pistola con la que atacar en cualquier dirección Son controles similares, pero que permiten cierta variedad en el desarrollo de niveles de ambos personajes, algo así como ha pasado con Shadow en ciertos juegos de Sonic.
Grapple Dogs refinado
A nivel de desarrollo, cada nivel está bien equilibrado en su progreso entre avanzar y buscar secretos, con algunos de ellos bastante escondidos para así probar diferentes posibilidades, pero con la posibilidad de jugar “yendo a lo básico” y poder seguir adelante con las piedras justas para avanzar. El nivel de dificultad es asequible para un experto en el género de plataformas, pero perfeccionar ciertos saltos con impulso al balancearse o conseguir el tiempo de oro en contrarreloj requiere de pericia.
El juego cuenta además con un espacio abierto por el que nos movemos en barco para entrar a los diferentes mundos, y en cada uno de ellos podemos movernos para entrar en los niveles y encontrar y desbloquear nuevos según tengamos las joyas necesarias. En todo nuestro camino también recogemos unas piezas de fruta que podemos “convertir” en mejoras de vida, apariencias para el gancho y nuevos colores para vestir a Pablo y Luna.
El juego se siente como un juego de GBA vitaminado a día de hoy, con mayor calidad de imagen y de sonido, pero con esas sensaciones. Es colorido y bonito, usando capas para representar sus diferentes mundos y, si bien algunos elementos son algo planos, ayudan a distinguir muy bien los elementos interactuables de los que no lo son. La música es una mezcla pop funky al igual que en la primera entrega que funciona muy bien, y que añade algunas variaciones más a la mezcla.
Grapple Dogs es un plataformas a tener en cuenta, que todo fan del género sabrá apreciar. Si bien no está en el top de los grandes de la historia, sabe acercárseles bastante, y sobre todo ofrecer un nivel de reto adaptativo para que personas de más o menos habilidad puedan disfrutar como les plazca y pasar un buen rato.
Versión del juego analizada: 1.0.1